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Las nuevas tecnologías hacen de los juegos más bellos, más divertidos, más reales pero también… ¡más seguros! El Big Data está también revolucionando la industria del entretenimiento online.
La cantidad de datos digitales disponibles se duplica cada año, así que surgen mecanismos y algoritmos cada vez más sofisticados para procesar esos datos y convertirlo en información valiosa. Se necesitan entonces herramientas que permitan extraer tendencias y conocimiento de los datos puros y duros. Se aplican técnicas de “aprendizaje” que ayudan a reconocer patrones en los datos y hacer un pronóstico de resultado futuro. Estos algoritmos varían entre redes neuronales, regresión lineal y no lineal, árboles de decisión, entre otros.
En Estados Unidos, por ejemplo, está prohibido el acceso de clientes desde fuera del estado donde el juego es legal. Este impedimento ha impulsado el desarrollo de servicios de geolocalización que bloquean directamente el acceso desde un IP no autorizado. Con el afán de proteger a sectores vulnerables (principalmente menores de edad y ludópatas) y cumplir con la reglamentación local, los operadores de juego han ido modificando sus plataformas y ahora requieren que un usuario sea correctamente identificado antes de jugar.
De forma similar, también surgen empresas privadas que dan servicio de análisis de datos a los operadores. BetBuddy, por ejemplo, emplea esta información para predecir comportamientos en jugadores que podrían resultar dañinos. Utilizan el análisis predictivo y la extracción de datos, que cruzan con otra información de público acceso, para alertar a ludópatas y ayudarlos en su recuperación.
Gracias a esta enorme cantidad de información disponible, los operadores de juego y los casinos online se han convertido en colaboradores en la lucha contra el fraude. Además de validar la identidad y permisos de juego de sus usuarios, la industria del juego contribuye con organizaciones deportivas en España. La FIFA, ATP, LaLiga y la UEFA reciben información que sirve para identificar prácticas fraudulentas en el deporte.
Cruzando bases de datos y haciendo buen uso de la información disponible, pueden detectar amaño de partidos y conductas sospechosas en los juegos. Más aún, en algunos casos hasta logran anticiparse a los hechos y alertar a organizaciones deportivas y autoridades para que accionen con rapidéz.
Y todo esto sin poner en riesgo la privacidad del usuario y la fiabilidad de sus apuestas. Las empresas de juego colaboran de diferentes maneras en la erradicación de fraude y amaño. Gracias a las nuevas tecnologías pueden garantizar mayor seguridad y un espacio donde jugar de forma responsable. Más datos, más información, más seguridad.
