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Europeo de atletismo: Histórica cosecha de medallas para España con tres oros, dos platas y un bronce

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Álvaro de Arriba, en lo más alto del podio de los 800 metros
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En una hora de vértigo, la comunidad española en Glasgow se llenó de esperanza para el futuro con una colección de medallas que cayeron del árbol como frutos de temporada. En tres días en Escocia, España conquistó seis medallas de gran valor, tres oros, dos platas y un bronce, mejor botín que en el último certamen en pista cubierta en Belgrado (cuatro medallas). Al título de Ana Peleteiro en triple se unieron Álvaro de Arriba en 800 y Jorge Ureña en heptatlón. El relevo 4×400 se agenció una plata electrizante en una modalidad que seduce por vistosa y emocionante, la segunda plata para Óscar Husillos. Y en el festival de metales, el burgalés Jesús Gómez capturó el bronce en un duelo de estrellas en el 1.500 entre Marcin Lewandowski y Jakob Ingebrigtsen. El atletismo español se congratula por el éxito.

Álvaro de Arriba estaba en un gran momento y lo certificó en los 800 metros. Atrás quedaron otras decepciones que el salmantino domesticó como pudo. Como las lágrimas que tuvo que tragarse en la soledad del Olímpico de Berlín el último verano. «La carrera ha salido perfecta y yo me he encontrado muy bien», descifró.

De Arriba asumió el mando al escuchar la campana de la última vuelta. El empuje del británico Webb y el aliento de la grada no arredraron al castellano, que no abandonó la punta y se proclamó vencedor con 1:46:83.

Jorge Ureña rescató la memoria de Antonio Peñalver, su faceta como pionero de las pruebas combinadas donde el atleta es más un Hércules que un fino estilista. El decatleta alicantino, que cerró la combinada ganando la carrera de 1.000 metros, se impuso al británico Tim Duckworth, plata con 6.156, y al ruso Ilya Shkurenyon, que competía como neutral, bronce con 6.145. Tuvo opciones de superar el récord de España. En 60 metros hizo 6.96, en longitud saltó 7,39 metros, saltó 2,07 en altura, en peso se fue a 14.68, en 60 vallas ganó con 7.78 s, en pértiga alcanzó los 5.00 metros y concluyó su participación ganando los 1.000 metros con una marca de 2:44:27. «Había que ir con la calculadora, pero al final he disfrutado», dijo Ureña.

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Como una sorpresa por la forma en que obtuvo la medalla de bronce se puede considerar la actuación de Jesús Gómez. El burgalés se incrustó con descaro en el duelo que mantuvieron las dos estrellas del 1.500, el polaco Marcin Lewandowski, oro, y el noruego Jakob Ingebrigtsen, plata.

Genuino por diferente fue el relevo 4×400, en el que la selección española empieza a adquirir una solera interesante en los últimos tiempos. El cuarteto formado por Óscar Husillos, Manuel Guijarro, Lucas Búa y Bernat Erta logró la plata con un nuevo récord de España (3:06:32). Lo hizo en una intensa pugna con el relevo belga, gobernado por los hermanos Borlee -Dylan, Jonathan y Kevin, junto con Julien Watrin-. Por tan solo cinco centésimas, el oro se fue a las espaldas de los belgas.

Muir, la estrella

El Europeo en sala de Glasgow estaba tatuado para mayor gloria de un prodigio de 18 años perteneciente a una saga dominante, los Ingebrigtsen. Pero al joven Jakob se le escapó el desafío que anunciaba algo nunca visto. Nadie había ganado las pruebas de 1.500 y 3.000 en el mismo campeonato. Tampoco en este. A Jakob Ingebrigtsen le pudo el cansancio de su éxito el sábado en 3.000 y la potente pegada de Marcin Lewandowski, múltiple medallista internacional, en 1.500. La estrella de los campeonatos es Laura Muir. La escocesa dejó su huella como vencedora de los 3.000 (sábado) y el 1.500 (domingo). Muir, que se licenció en veterinaria en la Universidad de Glasgow, impactó al personal con un poderosísimo final en los 1.500 que ganó de calle.

 

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