Narciso Michavila.- A partir de hoy los electores pueden solicitar su voto por correo, no sólo para el Congreso y el Senado, sino también para las elecciones locales y europeas, y para las autonómicas en la mayoría de regiones. Este solapamiento de periodos de solicitud de voto es algo inédito en España, debido a la cercanía de dos citas electorales, y un elemento más para esperar que se bata el récord histórico de solicitudes de millón y medio de las últimas elecciones generales. Aunque España no tiene la tradición de voto anticipado de otras democracias, en buen medida por las dificultades para ejercerlo, está siguiendo la tendencia de crecimiento mundial; en países como Estados Unidos, Francia o Suecia más de un tercio de sus electores votan por adelantado.
En unas elecciones tan reñidas, donde ahora el último escaño de 36 provincias se decide por menos de un 3% del voto válido –son los conocidos restos de D’Hont– un voto por correo que superará el 6% del voto válido nos indica lo determinante que será. No podremos saber su impacto final, porque se introduce en la urna en el momento de cierre, pero sí podemos anticipar que Correos va a tener más trabajo que nunca.
