¡Comparte esta publicación!
Rocío Martínez.- Hay cosas que no cambian pese a la infamia y la humillación que se arrastran como una maldición sin solución, caso de la infernal y tercermundista línea ferroviaria Madrid-Talavera-Extremadura.
En esta coyuntura sistémica de olvido y apaleamiento, Extremadura tiene el derecho inalienable otorgado por las leyes divinas a ser no Estado propio, sino ¡Planeta propio!!!.
Nuestra Historia gloriosa y épica, más que ninguna otra región española, nos confiere derecho a negociar bilateralmente con el Estado, con la ONU, con Trump y con los marcianos cuando visiten la Tierra.
Los extremeños ya hemos dado con la solución a nuestros endémicos problemas y a la eterna fatalidad que se cierne desde hace décadas sobre nuestras vidas.
Lo que tenemos que hacer en Extremadura es dar un golpe de Estado como el de los lazys catalanes, maquillado como un referéndum unilateral, decir que nos vamos a independizar de España, de Europa y de la Vía Láctea y que empiece el Estado a extendernos cheques en blanco, millones de euros a discreción y barra libre de deuda como a vascos y catalanes.
Así que puestos a delirar y tratar con ironía el maltrato y olvido hacia Extremadura, podemos proclamar que: Extremadura ¡Planeta por derecho propio!
