Cine y Televisión

El poder de la televisión como aparato de propaganda y adoctrinamiento (y III)

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Por José L. Román.- Se trata de un círculo vicioso. El partido político que se haga con el Gobierno, catapultado previamente por el poder mediático, será después quien decida qué medios deben o no deben subsistir y qué noticias interesa o no interesa que lleguen hasta los hogares españoles. Y, ya se sabe, lo que no sale en la “tele” no existe.

Lo de regenerar el sistema es como presentarse con el aroma de su niñez. Una vez en el machito, solo harán aquello que los medios que un día les sirvieron como aparatos de propaganda, les hayan marcado previamente.

A esas mafias que controlan los medios, España y los españoles les importamos una auténtica mierda. Solo priman sus negocios. Es decir, que la Constitución es solo un texto socorrido y recurrente en momentos puntuales, pero nada más. De lo contrario, el Gobierno de Rajoy antes, y el del okupa de la Moncloa ahora, presionados por los medios y con la Constitución en la mano, habrían intervenido y clausurado los medios golpistas catalanes, que son en definitiva los que dan pábulo al independentismo. Y, por supuesto, dejarían de auspiciar a formaciones como Podemos, cuya doctrina ideológica tiene muy poco de democrática y mucho de crímenes contra la humanidad.

En España, los medios de comunicación libres, rigurosos, y objetivos, pueden contarse con los dedos de una mano, El resto, están todos controlados férreamente por una élite globalista que ejerce su poder desde la sombra, y cuyo objetivo es destruir España. Si no fuese así, y por poner un ejemplo, no se entendería que esos medios se hagan eco de mensajes tales como “todos somos Ana Julia”, lamentándose de la detención de una asesina por ser ésta de raza negra, mientras omiten o tergiversan intencionadamente el gesto de humildad de nuestro deportista más universal y mejor persona, Rafa Nadal, cuando de forma voluntaria y anónima se ofrece para colaborar tras la catástrofe de Baleares, cediendo además su escuela para ayudar a los damnificados.

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Díganme, ¿quién llevó a Zapatero hasta la Moncloa? ¿Por qué la inacción de Rajoy y su corte de honor frente a las aberraciones aprobadas por el Gobierno del “bobo solemne”? ¿Por qué el Gobierno de Rajoy aplicó el 155 a la carta en Cataluña convocando rápidamente elecciones pero sin tocar los medios golpistas? ¿Por qué el gobierno de Rajoy permitió una moción de censura entregando el poder al okupa de la Moncloa y a su banda? ¿Por qué? Pues porque todo obedece a un más que probable pacto sobre el reparto de la legislatura, y porque así lo han decidido los medios de propaganda y adoctrinamiento dirigidos por esas mafias a las que hacíamos referencia.

Medios de comunicación que fingen respaldar a Pedro Sánchez, pero que realmente no es así. El siniestro “cum fraude” es sólo el monigote ambicioso al que tenían cogido por los huevos con la “tesis doctoral”, y a quien le entregaron una lista de personajes para formar Gobierno con lo peor de cada casa, conscientes de que se trataba de gente a quien se le podía hincar fácilmente el diente con información privilegiada.

La misión encomendada a los medios está muy clara: “Hay que llevar a Pablo Iglesias hasta la Moncloa”. Si no fuese así, ¿por qué esos medios no censuran los vínculos de Podemos con el régimen criminal de Venezuela, con el mismo énfasis que lo hacen con la exhumación del cadaver de Franco? ¿Quién llevó a Pablo Iglesias hasta el Forum Europa para reunirse con la élite empresarial, cuando su programa pone a los empresarios y sus empresas en el punto de mira? ¿Qué pintaba el líder de Podemos en el muro de las lamentaciones con el kiphá en su cabeza junto a Josu Juaristi de Bildu? ¿Por qué esos mismos medios no le recriminan al líder de Podemos sus múltiples incoherencias y renuncios, y su negativa a reunirse con las víctimas del terrorismo mientras lo hace con los asesinos etarras?

Insisto, las mafias que controlan los principales medios de comunicación, y que utilizan principalmente las televisiones como aparatos de propaganda política y de adoctrinamiento, tienen el objetivo de llevar a Pablo Iglesias hasta la Moncloa para liderar el nuevo Frente Popular. Una campaña que comenzó con la farsa del 15M y sus apariciones en “Intereconomía”, pero que continúa ahora con la moción de censura a Mariano Rajoy previamente pactada, y utilizando a un insensato ambicioso llamado Pedro Sánchez a cambio de poder volar en un Falcon, de exhibirse en Nueva York como presidente del Gobierno de España, de poder subirse a un helicóptero dando saltos como un mico, y de una buena paga vitalicia por los servicios prestados.

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