El Pentágono da por buenas, de momento, las explicaciones del gobierno de España de que la retirada de la fragata española Méndez Núñez del grupo de combate 12 del portaaviones USS Abraham Lincoln obedece a razones técnicas y deja cualquier respuesta política en manos del consejo de seguridad de la Casa Blanca que es, además, quien solicitó el envío de ese navío y los que le acompañan al golfo Pérsico para contener la amenaza de Irán.
Según dijo ayer un portavoz del Pentágono «la relación militar entre EE.UU. y España es fuerte y estrecha y se mantiene como siempre». Por su parte, el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca rechazó pronunciarse sobre el envío de la fragata española a Bombay (India) para que voten desde allí los 214 tripulantes. Una portavoz del departamento de Estado remitió a su vez al Pentágono para cualquier valoración.
Un portavoz de la Quinta Flota de la Armada norteamericana, a la que pertenece el USS Lincoln, dijo que «cualquier pregunta sobre la participación de la fragata Méndez Núñez en el grupo de combate 12 debe referirse a la ministra de Defensa española». Esas fuentes añaden, en un correo electrónico, que valoran la fuerte cooperación militar con España.
Según los datos facilitados por la Armada, la fragata española cruzó el canal de Suez con el resto del grupo de combate, pero se despegó del resto de navíos al cruzar ya al mar Rojo. Ahora se dirige a costas de India. Una delegación española, con un miembro del Congreso de los Diputados de visita en Washington por otros asuntos, sí que dijo el miércoles que ha percibido cierta sorpresa por la súbita retirada española, a pesar de las explicaciones dadas por la ministra de Defensa, Margarita Robles.
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Se da la circunstancia de que el 7 de mayo una delegación de la OTAN, con soldados españoles, visitó el USS Lincoln en aguas del mar Jónico. El Pentágono organizó la visita para familiarizar a sus socios con este tipo de portaaviones y para mostrarles el despegue y aterrizaje de aviones desde su cubierta.
«La cooperación con nuestros socios es vital. El poder trabajar de forma conjunta mejora sensiblemente nuestras capacidades y es el mejor poder de disuasión que tenemos», dijo al término de la visita el contraalmirante John Wade, del grupo de combate 12, en el que estaba integrada la Méndez Núñez. Esta fragata española sí participó en los ejercicios sin registrar ningún problema técnico. Los principales medios norteamericanos, como el diario «The Washington Post», han identificado la decisión española como parte de las represalias europeas por la ruptura por parte de Donald Trump del acuerdo nuclear en Irán.
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