Andalucía

El paradigma andaluz pone al descubierto el peor y más peligroso enemigo de la razón y de la libertad

Published

on

¡Comparte esta publicación!

Por José L. Román.- El paradigma andaluz del clientelismo político cobra mucha más fuerza cuando los ciudadanos que votan lo hacen mayoritariamente al partido más corrupto de la región. Pero, ese clientelismo queda en pelota picada, si como ocurrió en 2012 y a solo mes y medio de las elecciones autonómicas, la que fuera delegada de empleo de la Junta de Andalucía en Jaén, Irene Sabalete, es pillada con el carrito del helado lanzando un “ultimátum” en un despacho de la Delegación Provincial de Empleo de la ciudad del Santo Reino, cuando en una reunión con varios directores de las Unidades Territoriales de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico (UTEDLT) de aquella provincia, invitaba a los asistentes a que hiciesen campaña a favor del PSOE lanzando la siguiente advertencia: “Si no ganamos las elecciones, vosotros no vais a seguir trabajando en la Junta de Andalucía”.

Pues bien; para encontrar una explicación a lo que sucede en esta región española, he considerado oportuno traer de nuevo a colación el conocido como “experimento de los chimpancés”.

Unos científicos colocaron cinco chimpancés en una jaula, y, en el centro de la misma, pusieron una escalera colocando en lo más alto una penca de plátanos. Cuando un chimpancé subía la escalera para coger los plátanos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los animales que habían quedado en el suelo. Después de lanzar varias veces los chorros de agua fría, cuando un chimpancé intentaba subir la escalera, los otros se lo impedían golpeándolo con contundencia.

Pasado un tiempo, ningún chimpancé subía la escalera a pesar de la tentación de los plátanos. Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los chimpancés por otro que nunca había estado en aquel escenario.

Advertisement

Lo primero que hizo el recién llegado fue intentar subir por la escalera para alcanzar los plátanos, pero rápidamente se lo impidieron los demás golpeándole a placer. Después de varias palizas, el nuevo integrante del grupo ya no intentó subir más por la escalera para alcanzar la fruta, a pesar de desconocer el porqué de los golpes que le propinaban.

Días después, otro chimpancé del grupo de veteranos fue sustituido por uno nuevo en la jaula. Ocurrió lo mismo, incluso el primer sustituto participó con entusiasmo en el linchamiento. Un tercer veterano fue relevado también, y se repitió el hecho; volvieron a golpear al nuevo con verdadero apasionamiento. Pasado un tiempo fue sustituido también el cuarto y, finalmente, el quinto de los veteranos fue a su vez cambiado, pero todos los recién llegados se llevaron lo suyo cuando intentaron subir a por las bananas.

Al final, los científicos se quedaron con un grupo de chimpancés que, aunque nunca recibieron el baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentaba llegar a la fruta. Si hubiese sido posible preguntar a los animales que quedaron finalmente en el escenario, sobre la razón por la qué golpeaban a quienes intentaban subir la escalera, con certeza la respuesta hubiese sido: “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así”.

¿Acaso no es este experimento con casi identidad absoluta, el realizado con un gran número de ciudadanos andaluces por parte del Partido Socialista Obrero Español?

¿Puede alguien negar a estas alturas la existencia de un clientelismo político establecido por ese partido para perpetuarse en el poder por los siglos de los siglos, y tener a sus acólitos colocados de por vida?

Advertisement

Aunque lo que sucede en Andalucía no encuentra parangón en el resto de España, es evidente que el adoctrinamiento y cambio de conciencia colectiva llevado a cabo por los socialistas y sus medios a lo largo de casi cuarenta años, unido a la siniestra y repugnante cobardía del PP, ha dado su resultado con el derrumbamiento moral y ético de la nación que es mucho más nocivo que las consecuencias de una crisis económica.

El paradigma andaluz a muchos nos inquieta y a otros les resbala, pero deja clara la razón por la que los socialistas han sido encumbrados una y otra vez a lo más alto del podio. La ingeniería social propulsada por los dueños del cortijo introdujo una muletilla que, no solo sentaría cátedra, sino que se aplicaría con todo rigor contra todo aquel que discrepase de su discurso: “Eso, es políticamente incorrecto”.

El modelo andaluz, fiel reflejo del clientelismo político, pone al descubierto que no son, los pesebristas vividores de la política convertidos en “casta”, los más temibles enemigos de la razón y de la libertad ¡No! El enemigo más peligroso de la razón y de la libertad de la sociedad española y más concretamente de la andaluza es, el sufragio universal. El mal está, en esa mayoría liberal estúpida del sufragio; en esa masa amorfa perfectamente adoctrinada que, como los chimpancés del experimento, no conocen el motivo que tienen para adoptar ese tipo de comportamientos, simplemente les enseñaron a creer que las cosas siempre fueron así.

Advertisement

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil