Opinión

“El género de los zapatos” Por Inés Sainz

Published

on

¡Comparte esta publicación!

 


[N]o sé que empeño con el tema del género les ha dado todos últimamente, que la verdad es agotador y muy aburrido. En el mundo de la moda desde luego lo tenemos claro. Hombre, mujer, niño, niña. No encontrarás una sección del género fluido y no binario en un Zara ni en una tienda online. Quieres una falda pues vas a la sección de mujer. Sinceramente nos importa un comino los géneros. Llevo más de veinticinco años trabajando en la industria de la moda rodeada de gays, lesbianas y lo que cada uno quiera ser. Y nunca en la vida le hemos dado ninguna importancia al tema. Nadie te pregunta el género. Llegas a una sesión de fotos, te maquillan, te peinan, te visten, todos trabajan en equipo para que la sesión salga perfecta y te vuelves a tu casa sin preocuparte por si el maquillador es gay o el fotógrafo “lesbiano”.

 

[C]omo efectivamente es muy cansino el tema, el otro día llamé a un amigo estilista con el que siempre me río mucho. Por supuesto es gay, creo, no sé porque me da igual pero quería saber su opinión en torno a esta nueva tontería que les ha dado a todos con el género. Me dice “mira Inés toda la vida ha habido hombres que se visten de mujer, van a la sección de mujeres y se compran el vestido. Un zapato es un zapato y tampoco tiene género. Es un zapato. Me río muchísimo con él, es gracioso como él solo.

Advertisement

 

[T]ambién me dijo que piensa igual que yo, tanto lío de género al final lo único que crea es más confusión y desigualdades. “Inés un hombre es un hombre aunque sea gay, igual que una mujer lesbiana, es una mujer. Aunque no me extrañaría nada que de pronto apareciera una marca de moda de ello”, me dice. Tiempo al tiempo. A mí, tampoco me extrañaría nada porque el mundo hace tiempo que gira al contrario de la vida y la naturaleza humana. Aunque por lo menos siempre tendremos la moda, donde todos somos iguales y un zapato siempre será un zapato.

 

[L]o preocupante realmente es otra cosa. A mí no me haría ninguna gracia estar en el vestuario del gimnasio y que se meta un señor que diga que ese día se ha levantado fluidamente señora. ¿Por qué me lo tengo que creer y no pensar que lo que tiene es un morro que se lo pisa y que lo que quiere es ejercer de voyeur? Muchos de mis amigos me lo han confesado. Sería el sueño de cualquier hombre. ¿Y el tema legal? Lo estamos viendo con el tipo que están juzgando en Canarias no recuerdo si por violación o asesinato a una mujer y quiere hacer el cambio de género para que le metan en el módulo de mujeres. Súper lógico encerrar al lobo en el gallinero.

 

Advertisement

[L]a estupidez humana desde luego no tiene límites. Yo cada día me reafirmo más en la suerte que tengo de ser un alma libre, con criterio propio que respeta a sus semejantes al tiempo que me importa poco su vida porque con la mía estoy suficientemente entretenida. Solo quiero trabajar y ver crecer a mi hijo feliz. Sinceramente creo que si nos preocupáramos un poco más de nuestra vida en lugar de meternos en la de los demás el mundo sería un lugar mejor. Porque todos estos que hablan en nombre de los LGTBI+ ni son LGTBI+ ni realmente se preocupan por sus derechos porque cualquiera que piense que son diferentes a los heterosexuales en algo, tiene un problema. Es como empeñarse en que un zapato no es un zapato. Estás buscando un problema donde no lo hay y quizás entonces el problema lo tienes tú.

 

Inés Sainz Esteban

Advertisement

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil