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El fichaje del año de Florentino ya está hecho, se llama Vinicius y valió 45 millones, cinco veces menos que Neymar

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Tomás González-Martín.- Todo el mundo habla del fichaje estelar que Florentino Pérez debe hacer en julio. En cada partido le preguntan en el palco, sea en casa o a domicilio, si va a contratar a Mbappé o a Neymar, por no decir a los dos. No les digo que si el PSG lo permitiera, el Real Madrid acometería uno de esos dos fichajes. Pero el presidente madrileño advierte a sus interlocutores si no se han dado cuenta que ya ha realizado un fichaje de ese calibre. Se llama Vinicius. Solo costó 45 millones.

A Florentino Pérez le criticaron por pagar tanto por un niño, porque si no se critica lo que hace el Real Madrid parece, para muchos, que no eres periodista. Ahora todos callan. Vinicius es la mejor adquisición que ha hecho la casa blanca en mucho tiempo. Su filosofía de cazar a los jóvenes talentos, pagar un precio mediano y conseguir convertirlos en estrellas da resultado. Es una política que choca frontalmente con los dispendios de la Premier, que tira el dinero por medianías y jugadores viejos. El Real Madrid no caerá en esa trampa tonta. Ficha chavales con magia. Algunos no llegarán, porque son niños y después su evolución puede quedarse en el camino, según su carácter y su mentalidad. Pero otros, como Vinicius, sí llegarán. Ya han llegado en siete meses de trabajo en el Real Madrid. Y solo costó 45 millones. Cinco veces menos que Neymar, por quien el PSG abonó 222 y rompió el mercado mundial del fútbol.

A Florentino Pérez le cuestionan sus invitados en el palco a quien va a fichar. Minutos después, una gacela negra vuelta por la banda izquierda del Bernabéu y destroza a los rivales, marca goles y los da. Ante el Alavés generó los dos tantos y remató el segundo, tras iniciar él mismo la jugada. Florentino Pérez miraba entonces a sus invitados y les decía con sus ojos si no veían que la estrella ya estaba aquí. Y todos comienzan a darse cuenta que piden una estrella y esa estrella luce ya en el Bernabéu.

Nadie entiende por qué este chico no jugaba con Lopetegui, en un Real Madrid que estaba hundido físicamente y necesitado de la frescura de un extremo a la antigua usanza como Vinicius. Solari le concedió el protagonismo en su estreno liguero en el Bernabéu como entrenador. El chaval salió, derrotó al Valladolid en noviembre e inyectó un halo de esperanza en una afición alicaída. Después, el argentino le alternó en el equipo, hasta que comprobó que debía ser titular indiscutible. Cuando Vinicius se asentó en el once, el Real Madrid comenzó a mejorar. El muchacho transmitió con sus galopadas una confianza que la plantilla no sentía y todos se subieron al carro de la ilusión del madridismo. La recuperación física del conjunto explotó las mejores virtudes del brasileño, que se ha convertido en el delantero más agresivo del Real Madrid.
«Vini» fue ante el Alavés el mejor hombre del campeón de Europa. El imberbe acaparó el 75 por ciento de las acciones de ataque de los locales. Generó el primer tanto y marcó el segundo. Fue el talisman del partido.

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La abrumadora mayoría de las jugadas ofensivas de los blancos se realizaron por la izquierda con la intervención del suramericano, que a su corta edad demuestra una sabiduría alimentada por los consejos de Solari. El número 28 se vio vigilado por tres defensas rivales y combinó paredes con Benzema y Reguilón para hacer boquetes por esa banda.

Tapada su carrera por el exterior, Vinicius penetró hacia el centro en dos incursiones que acabó con dos disparos que rozaron el gol. El brasileño era el peligro para el Alavés y Ramos concentró el juego en ese flanco. El chaval dio un balón a Benzema que el francés remató con un disparo de aviso. Y la duodécima jugada del chaval significó el decimoctavo gol de «monsieur» en la temporada. Vinicius retuvo el balón pegado en su banda izquierda, esperó la incursión de Reguilón y le dio un centro de oro en profundidad que el canterano rubricó con el pase de la muerte al «nueve», que marcó a placer.

La actividad perenne de Vinicius contrastaba con la inactividad de Bale, que no entraba por la derecha y se escoraba hacia el centro para buscar el disparo. El galés ejerció más como delantero centro que como extremo. La irregularidad es una característica del galés, que reaparecía como titular y demostró la falta de ritmo. No se encuentra todavía en condiciones de ser titular.

Vinicius se pasó a la banda diestra para ver si Bale aparecía más por el otro flanco. Pero el equipo buscó constantemente la velocidad del brasileño. Tiene un cambio de marcha que nadie puede detener.

Bale fue cambiado y Vinicius volvió a la izquierda. Lanzó otros dos tiros que coquetearon con el gol. Y construyó la jugada de la segunda diana, con pase a Asensio, centro del mallorquín, error defensivo del Alavés y disparo colocado del brasileño. Era su cuarto tanto de la temporada. Solari le cambió para que el público ovacionara a su ídolo.

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La afición del Bernabéu, que es veterana, sabia y lista, ya observa que tiene a la figura soñada en el equipo del presente. No hay que esperar a julio. Y quienes piensan que hay que pagar 200 millones para tener a una figura, se dan cuentan que eso es un enorme error. Que las cifras del dinero no engañen a nadie. Los futbolistas son buenos por su calidad, no por su precio. Si el Barcelona pagó 160 millones por Coutinho y 135 por Dembelé, ¿Cuánto vale ahora Vinicius? Costó 45 millones. ¿Les parece mal O FUE UN GRAN ACIERTO?

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