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Los medios británicos le llaman la sentencia de la vergüenza. Una decisión judicial fechada en Londres que ha retratado al emir de Dubái.
El tribunal pone fin al litigio por la custodia de sus dos hijas con la princesa Haya de Jordania, una de sus seis esposas. Las niñas se quedarán con la madre y seguirán viviendo en Gran Bretaña.
Haya protagonizó una huida de película de Emiratos Arabes con sus dos hijas de doce y ocho años. Temía por la vida de las pequeñas y se refugió en Londres, para iniciar allí los trámites de divorcio.
Ahora, la sentencia recoge que el Emir Bin Rashid llegó a enviar un helicóptero con agentes armados que aterrizó en el jardín de la vivienda de su todavía mujer. Ante el juez, la princesa Haya contó que, al menos en dos ocasiones, encontró un arma bajo su almohada.
El fallo judicial ha dejado un sabor agridulce a la hija del fallecido Hussein de Jordania.
La sentencia recoge la situación de otras dos hijas del emir, fruto de un matrimonio anterior.
Una de ellas fue secuestrada por agentes enviados por su padre y devuelta a Dubái. La otra logró grabar un video en el que explicaba que estaba secuestrada y sufría malos tratos. A día de hoy, las dos hermanas permanecen en cautiverio.
