Colaboraciones

El doble rasero de la izquierda y su falsa superioridad moral

Published

on

¡Comparte esta publicación!

Luis Ojea.- La corrupción no es progresista. Que nadie se engañe. Ese tipo de conductas solo pueden imputarse a personajes de la derecha rancia. Si algún progre resulta salpicado por algún caso será un garbanzo negro, puntual y aislado, pero nunca será responsabilidad de los partidos de nuestra izquierda.

Esas fuerzas tienen un código ético prístino y ejemplar. Llevan años con la matraca, repartiendo lecciones de moral pública. Con una falsa superioridad moral que es a la vez impúdica y ridícula. Sobre todo cuando se enfrentan, como esta semana, a una sentencia tan demoledora como la de los ERE de Andalucía.

El Gonzalo Caballero que tildaba la sentencia de la Gürtel de «bofetada terrible a un PP caracterizado por la corrupción» y proclamaba que «tenemos que reclamar ejemplaridad y mayor limpieza de los cargos públicos» es el mismo Gonzalo Caballero que ahora no tiene nada que decir del mayor caso de corrupción de la historia de la democracia en España. Porque estamos hablando, no conviene olvidarlo, de destacados cargos de su partido que a lo largo de una década malversaron 679 millones de euros para armar una gigantesca red clientelar con la que acudir dopado a las urnas.

El doble rasero de la izquierda resulta impúdico. El Pablo Iglesias que exigía una moción de censura contra Mariano Rajoy es el mismo Pablo Iglesias que ahora responsabiliza del caso de los ERE al bipartidismo. Preso de su coalición con Pedro Sánchez, desvincula al líder socialista de cualquier responsabilidad. Al contrario, por cierto, que la líder de su partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, que sin medias tintas exigió esta semana que el PSOE devuelva «todo lo robado».

Advertisement

Es una doble vara de medir absolutamente pueril. Que les hace perder la poca credibilidad que podrían todavía tener. La Ana Pontón que jaleaba la moción contra Rajoy es la misma Ana Pontón que ahora no va a tener remilgos en pactar la investidura del líder del partido que afronta una sentencia en la que queda constatado que cargos de esa organización, cargos no menores, montaron una red regada con dinero público para comprar favores.

La izquierda actual de este país es así. Dotados de una falsa superioridad moral que les permite ir por la vida repartiendo doctrina sobre ética pública. No son pocos los casos en los que señalaron, juzgaron y condenaron a alguien por salir mencionado en un sumario. No son pocos los casos en los que finalmente quedaron en nada. Pero la sentencia pública de la progresía ya estaba dictada. Culpable. Ahora bien, si el caso salpica a uno de los suyos la reacción es muy distinta. Lo primero es apelar a la presunción de inocencia. Como Sánchez en 2016 cuando decía que «Chaves y Griñán son personas honestas» y aseguraba confiar en su inocencia. Y si el caso va a más, como ahora, siempre encontrarán alguna fórmula imaginativa para desentenderse de la situación. Como Ábalos cuando esta semana aseguraba que el caso de los ERE «no es del PSOE».

Resulta desternillante ver como algunos personajes exhiben públicamente y sin rubor su incoherencia. Como dilapidan mostrando ese doble rasero la poca credibilidad que podían tener delante de la sociedad. Como después de una bofetada de realidad como la que representa la sentencia publicada esta semana siguen operando desde la atalaya de su falsa superioridad moral. Todos. El socialismo, el rupturismo y el nacionalismo gallego. Sí, Podemos y el BNG están dispuestos a pactar y gobernar con el PSOE de los ERE. Con su reacción a la condena han demostrado, todos, que, más allá de postureos progres, lo que les mueve no es el ánimo de promover la regeneración del sistema democrático. El único objetivo de esta izquierda es desbancar al centroderecha del poder. Aunque sea aliándose con el partido cuyos cargos han malversado cientos de millones de euros para montar la mayor red clientelar de la historia de la democracia en este país.

Advertisement

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil