Opinión

El coronel de La Legión Enrique de Vivero insta a «poner en alerta» a la población española tras la «deriva separatista»

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Enrique de Vivero Fernández.- El pasado domingo 12 de julio ha tenido lugar las elecciones a los parlamentos autonómicos en Galicia y País Vasco. Antes de hacer un análisis político de los resultados, extraigamos algunas consecuencias de los resultados electorales y de su comparación con las elecciones de 2016 en ambas comunidades autónomas.

Comencemos por las elecciones en Galicia. A simple vista se nos presenta como una victoria arrolladora de Núñez Feijóo. Así, los populares han obtenido 41 parlamentarios, el BNG 19 y el PSOE 15. Al hacer la comparación con el 2016 vemos que el PP ha mantenido sus 41 actas, el BNG ha dado un salto espectacular, el PSOE ha subido un parlamentario y Podemos ha desaparecido.

Hasta aquí los datos, pero tenemos que mirar el fondo y no quedarnos en la superficie. Lo primero que llama la atención es la abstención tan elevada que se ha producido: más de 900.000 personas no han ido a depositar su voto, de un censo de de 2.234.309. Es decir que el partido de la abstención es el que ha ganado las elecciones, por mucho que el PP diga que ha ganado con más de 625.000 votos.

El BNG saca pecho y presume de su impresionante avance desde los 6 escaños en 2016 a los 19 actuales.

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El PSOE presume que ha ganado un diputado, a pesar de haber obtenido menos votos que en 2016. Como hacer trampas en el solitario.

Podemos ha desaparecido del parlamento después de perder cerca de 25.000 votos. VOX no ha conseguido su objetivo de conseguir representación, pero sí ha logrado obtener el respaldo de casi 27.000 electores, lo que en días previos parecía una cifra inalcanzable.

En el País Vasco también se han producido unos resultados curiosos. El primero es la muy baja participación, un 52% del censo, lo que convierte a la abstención en el partido ganador. El PNV sube hasta los 31 escaños, pero curiosamente le han votado 50.000 vascos menos; es decir, pierde votos pero aumenta escaños.

Bildu alcanza el segundo puesto con 22 actas, aumentando en dos el resultado de 2016. Al PSOE le sucede lo mismo, aumenta un escaño respecto a 2016 pero tiene menos votos. Otros que se hacen trampa jugando al solitario. Los de Pablo Iglesias han perdido la mitad del electorado. Y es que desde que se ha convertido en marqués de Galapagar pierde seguidores. El PP, a pesar de tener un buen candidato, Carlos Iturgáiz, se ha desangrado en votos y escaños, y a pesar de ir en coalición con Ciudadanos, se ha dejado por el camino cerca de 60.000 votos. No le pueden echar la culpa a VOX de su derrota. Los de Abascal han conseguido rentabilizar muy bien los votos y han conseguido un diputado por Álava, lo que les permite entrar en el Parlamento vasco, lo que creo que está resultando especialmente doloroso para el PP.

Vayamos ahora al análisis político de estos resultados en las dos comunidades autónomas. Ambas tienen en común la baja participación, en el caso de las provincias vascongadas, la más baja de la historia. Las elecciones autonómicas se antojan como algo innecesario por parte de una gran masa del electorado.

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En ambas regiones, la abstención ha sido el partido ganador con gran diferencia sobre el primer partido en votos. El sistema autonómico que nos dio la Constitución del 78 es totalmente ficticio, solo se trataba de agradar a vascos y catalanes. En el caso de los vascos, además con el premio gordo gracias al Concierto Económico, lo que coloquialmente se conoce como el Cupo, que permite al Gobierno vasco fijar unas pensiones superiores al resto de España, y dar un trato especial a los inmigrantes en el aspecto económico.

El País Vasco es la segunda región española en renta per cápita, casi duplica la de Andalucía o Extremadura. La especial distinción que se tiene en el aspecto económico con el País Vasco hace que los vascos se puedan permitir unos lujos impensables en Andalucía o Extremadura.

La cuestión económica ha hecho que muchos votantes de derechas voten al PNV, que es la principal garantía a la hora de establecer estas diferencias con el resto de España.

En Galicia, el PP ha tenido que cambiar sus postulados ideológicos y adoptar tintes nacionalistas para diferenciarse en el aspecto de la lengua. Parodiando a Groucho Marx: Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». El discurso de Núñez Feijóo en Galicia se aproxima al de los nacionalistas, con un barniz socialdemócrata para no perder electorado.

En el País Vasco hemos visto un desplazamiento del voto de la extrema izquierda (Podemos) hacia el sector más radical del independentismo, el partido EH Bildu. Los vascos parece que ya han olvidado que va a hacer 23 años que mataron a Miguel Ángel Blanco y que hoy día 15 de julio hace 20 años que José María Martín Carpena fue asesinado en Málaga por la banda terrorista ETA. Sin embargo, los defensores de los etarras son lo que crecen más. Hemos visto la actuación de los proetarras en esta campaña reventando los mítines de VOX o del PP, y todo ello con el beneplácito del Gobierno PNV-PSOE.

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Todo esto no ha sucedido en cuatro año, sino que ha sido consecuencia de la permisividad con la que los diferentes gobiernos de España han hecho frente al problema vasco, siendo complacientes a cambio de votos en los apoyos a la aprobación de los presupuestos del Estado. El cupo vasco se negocia a cambio de apoyos en las votaciones en el Congreso. Esto lo han hecho y lo siguen haciendo los gobiernos de PSOE y PP. El caso del Gobierno actual es el más escandaloso, ha tenido que ceder a las presiones de lo peor de los partidos políticos independentistas y separatistas para poder gobernar.

En Galicia el BNG ha conseguido aunar con su discurso separatista e independentista a los votantes de Podemos, convirtiéndose en la segunda fuerza en esta Comunidad. Es preocupante la deriva que están tomando los partidos con ideología separatista en España, con la connivencia del Gobierno actual, que se ha vendido por un plato de lentejas.

La situación en España se ha ido agravando con el paso de los años desde el 78. La Constitución Española se elaboró basada en la buena fe de las comunidades autónomas. Nuestros Padres Constituyentes fueron demasiado confiados: no se puede poner al zorro a guardar las gallinas.

Estas elecciones en Galicia y País Vasco han puesto de manifiesto la deriva independentista en Galicia y el País Vasco. Cuando un partido político, como el PP, tiene que cambiar su ideario y su discurso para poder ganar las elecciones, tenemos un grave problema. EL PP debería recordar que el incumplimiento de de las promesas electorales por parte del Gobierno de Mariano Rajoy le supuso perder la mayoría absoluta en Congreso y Senado, y poner las bases de la escisión de los votantes de derechas, dando lugar al nacimiento de VOX. El PP debe buscar en su política contemporizadora la pérdida de votos que fueron a parar a VOX .

Cuando los defensores de los asesinos de ETA aumentan su poder en Vascongadas, nos encontramos que un sector de la población, de forma contranatura, se inclina por ideologías que defienden la extorsión, la violencia y si hace falta quitar la vida a las personas, esto no va ser un obstáculo para ellos. Cuando se tiene una fiera en casa y se le deja crecer , esa fiera termina por devorarte.

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Estas elecciones deberían poner en alerta a la población española. Hay que abandonar la comodidad y el hedonismo que la izquierda ha inyectado en la masa acomodaticia y subvencionada, adormecida ahora con mayor gravedad por la pandemia del COVID, que está explotando con gran eficacia el Gobierno social –comunista.

Hoy se ha dado a conocer el CIS de Tezanos , que le otorga al PSOE un aumento de votos y su consolidación como primera fuerza a nivel nacional. Debe ser que este sondeo no se ha hecho en Galicia.

Por otro lado ABC, con una encuesta de GAD 3, nos dice que el PP se convierte en la primera fuerza a nivel nacional. Estos han debido de hacer la encuesta solamente en Galicia.

De cualquier forma asistimos a encuestas pagadas por todos, el caso del CIS y otras la de ABC, no sabemos pagada por quién, en las cuales lo que se intenta es crear opinión para que los españoles, a los que este Gobierno ha conseguido atemorizar con el COVID, no tengamos opinión si no que creamos lo que nos cuentan como si fuésemos niños pequeños.

La derecha española debería asumir que si quiere ganar las elecciones, debe presentar un frente unido, pero para ello los dirigentes del PP van a tener que mostrar una nueva cara que sea capaz de aglutinar e ilusionar a un electorado tan dividido, que a los únicos que beneficia es a la izquierda más sectaria, demagógica y de corte totalitario en sus formas de gobernar España (“Los pueblos de la tierra no sólo deben elegir al hombre que los conduzca: deben saber cuidarlo de los enemigos que tienen en las antesalas de todos los gobiernos”) Eva Perón.

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*Enrique de Vivero fue coronel jefe del Tercio Gran Capitán I de La Legión, con base en Melilla.

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