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El concejal separatista del Ayuntamiento de Vic, Joan Coma (CUP), se ha hecho eco de la medida excepcional impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, de acudir al Ejército para que controle todo el territorio nacional y, con la ayuda de los sanitarios, pueda combatir la crisis del coronavirus.
Coma ha sugerido a los suyos que si los militares se acercan a su pueblo, los vecinos les abracen y les tosan a la cara, con el objetivo de que se vayan y “no vuelvan más”. Unas declaraciones que demuestran, una vez más, que el odio hacia España y hacia los españoles no se para ni siquiera en plena crisis sanitaria.
Joan Coma sigue la senda de su alcaldesa, Anna Terra, que fue la que pidió a los “catalanes autóctonos” que no hablen en castellano a gente que “por su acento o su aspecto físico no parece catalana”
Coma es concejal de este ayuntamiento desde 2015. En 2016 fue investigado a raíz de una denuncia con motivo de una declaración suya en el pleno municipal del 9 de diciembre de 2015. El edil había propugnado la desobediencia a los tribunales de justicia en el marco del debate secesionista catalán en el Parlamento de Cataluña. Llegó a ser detenido por los Mossos D’Esquadra y tuvo que comparecer ante un juez de la Audiencia Nacional, que le puso en libertad con cargos y le retiró el pasaporte.
