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Ismael Báez.- Aclaro que yo no soy periodista, simplemente soy un analista con algunos contactos internacionales tras muchos años de experiencia a mis espaldas.
Hace días escribí que un ministro del Gobierno socialcomunista del Reino de España ya estaba en las listas de los servicios de Información estadounidenses. El tiempo me ha dado la razón y un viaje “oficial” a Colombia del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, tuvo que ser suspendido “sine die” por temor a su detención y posterior extradición a Estados Unidos. De ministro de Movilidad, a ministro de “quieto parao”.
Teniendo en cuenta que un viaje oficial no es una cosa que se organice de hoy para mañana, estos hechos corroboraron mis informaciones.
Estados Unidos parece resuelto a poner en serios apuros al Gobierno español. Tras las contradicciones y mentiras del Gobierno de Sánchez acerca de la llegada a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, el Departamento de Justicia podría citar a declarar al ministro Ábalos y al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. También el Departamento del Tesoro investiga si el avión en el que viajaba la mandataria venezolana transportaba cajas de oro para ser fundido.
El Presidente Donald Trump ha salido fortalecido de su proceso de destitución. Trump ya ha expresado su determinación de saldar cuentas con dirigentes internacionales que comprometan los intereses de su país. Una de sus medidas inmediatas será el incremento de los aranceles sobre los productos españoles como paso previo al posible embargo económico, en respuesta a la comunión de intereses entre el narcogobierno de Maduro y sus homólogos españoles.
Por otra parte, Pablo Iglesias ya ha tenido que posponer al menos dos visitas oficiales a Sudamérica: una a Venezuela y otra a su amigo Evo Morales, en Argentina. Al igual que Ábalos, el líder de Podemos figura en la lista de captura y presentación ante las agencias de información de Estados Unidos.
La Administración Trump no está dispuesta a pasar por alto la financiación por parte de Venezuela a organizaciones izquierdistas de otros países. Cree que ese dinero procede en buena medida del narcotráfico, lo que confiere a esas ayudas naturaleza criminal y, por consiguiente, entrarían dentro de sus competencias jurisdiccionales. Las condiciones de Estados Unidos son sencillas: o Pablo Iglesias y José Luis Ábalos acuden a declarar ante la justicia o se ejecutarán órdenes de captura internacional contra ambos. El caso nos recuerda a dl abogado panameño Ramsés Owens, uno de los cerebros detrás de los servicios tributarios que ofrecía la firma Mossack Fonseca, es considerado un fugitivo por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (EU), por su renuencia a enfrentar los cargos en su contra por presunto fraude electrónico, lavado de dinero y fraude para evadir impuestos, entre otros delitos.
El Gobierno de EE.UU. dijo este viernes que no entiende cómo la vicepresidenta venezolana llegó a Madrid, donde tuvo un encuentro en enero pasado en el aeropuerto de Barajas con el ministro español de Fomento, José Luis Ábalos.
«Sobre esta visita a Madrid, parece una violación de sanciones europeas», dijo el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliot Abrams, en una rueda de prensa telefónica.
«No entiendo cómo ella ha podido llegar a Madrid -continuó- y evidentemente, hay investigaciones por parte de la prensa española. No entendemos el 100 por cien de lo que pasó y lo que hemos visto en los periódicos ha cambiado cada día».
Ya el pasado 24 de enero, la encargada de Cuba y Venezuela del Departamento de Estado, Carrie Filipetti, consideró «sorprendente» el encuentro entre Ábalos y Rodríguez, y aseguró «tener muchas preguntas» que está tratando de aclarar con el Ejecutivo español.
La diplomática enfatizó que la presencia de Rodríguez en Madrid va contra las sanciones que la Unión Europea (UE) impuso a 25 personalidades venezolanas para impedirles viajar a territorio comunitario.
«Esas acciones, como el encontrarse con alguien, no solo socava la política que EE.UU. y la Unión Europea han implementado con respecto a Venezuela, sino que mina toda la infraestructura comunitaria, que confía en la cooperación para la implementación de este tipo de sanciones», resaltó.
«Tenemos -aseguró- muchas preguntas y estamos en conversaciones con el Gobierno español para tratar de obtener algunas respuestas, pero desde luego no es acontecimiento al que demos la bienvenida».
El pasado 24 de enero, el Gobierno español confirmó el encuentro entre Ábalos y Rodríguez, pero aseguró que se trató de un diálogo fortuito y se limitó a un saludo «forzado por las circunstancias».
Por el momento, en lo que parece ser una clave indiciaria de por dónde van a ir las relaciones entre nuestros dos países en el futuro, Estaos Unidos ha pohibido entrar en el país al consejero delegado de Meliá de Meliá por sus negocios en Cuba
No se descarta que el siguiente paso sea imponer restricciones de entrada a Estados Unidos a Iberia y Air Europa, lo que supondría un inmenso descalabro económico para ambas compañías.
*Ex agente del Servicio de Información de la Guardia Civil
