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La fotografía de Emmanuel Macron con dos jóvenes durante su visita a las Antillas ha causado una fuerte controversia en Francia. El presidente, que viajó a las islas caribeñas para interesarse por su situación tras el primer año del paso del huracán Irma, se dejó retratar junto a los chicos en una pose distendida que algunos de sus conciudadanos, como Marine Le Pen, han juzgado inapropiada. La líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional compartió la imagen del mandatario en Twitter, afirmando: «No encontramos palabras para expresar nuestra indignación. Francia no se merece esto».
Intentando restar importancia a lo sucedido y atacando de paso a la líder de extrema derecha, Macron, consciente de que su popularidad no pasa por buenos momentos, justificó el corte de mangas de uno de los chicos en la fotografía: «Lo que me hizo batirme para ser elegido frente a Marine Le Pen, y por lo que estoy hoy aquí, es mi amor por cada hijo de la República, a pesar de sus tonterías, porque con frecuencia no ha elegido el lugar donde ha nacido».
En los actos a los que acude, Macron suele detenerse a hablar con los ciudadanos, manifestando cierto gusto por ejercer de instructor moral. Hace unos meses, en un vídeo que dio la vuelta al mundo y que despertó tantas adhesiones como críticas, el presidente regañó a un joven que le llamó «Manu». «A mí me llamas señor o señor presidente de la República», le espetó el inquilino del Elíseo. Una actitud que parece poco coherente con la lasitud con la que trató a los jóvenes antillanos.
