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(VIDEO DESGARRADOR) CHINA: ¿Qué esconde el mayor régimen dictatorial del planeta? (SEGUNDA PARTE)

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“GENOCIDIO MEDICO“

Poco después del inicio de la persecución, el Partido Comunista Chino, se encontró con las prisiones casi llenas con practicantes de Falun Dafa, que en su gran mayoría no renunciaban a la práctica que había cambiado sus vidas para mejor. La superpoblación en las prisiones se convirtió en un problema cada vez más acuciante, que generaba unos gastos muy elevados.

Pero el PCCh rápidamente encontró la manera de “ahorrar”. “Capitalizar” a los practicantes de Falun Dafa de un modo distinto a llevarlos a los campos de trabajo forzados, es decir, vendiéndolos. No como esclavos, no vivos, sino “a trozos”. Así idearon los cimientos de una industria macabra que por su tamaño no tiene precedentes en la historia de la humanidad: la sustracción forzada de órganos a gran escala auspiciada por el Estado. Lo que siguió fue un verdadero “genocidio médico”, que sigue aún en funcionamiento y que genera enormes beneficios.

¿Cómo funciona la máquina de matar?. Inmediatamente después del internamiento en prisiones o campos de trabajos forzados, los practicantes de Falun Dafa son sometidos a análisis médicos exhaustivos y la información resultante se ingresa en una base de datos. Prácticamente el PCCh ha creado como advierten los expertos, un verdadero “banco de órganos vivos”. Cuando el comprador aparece, los “donantes compatibles” son llevados al quirófano para morir. En otras palabras, la fundación de un sistema estatal para matar a sus ciudadanos a beneficio del estado v con el fin de enriquecerse.

“El aparato de seguridad estatal lanzo la campaña para eliminar Falun Gong in 1999. En 2001 más de un millón de practicantes encarcelados en el sistema Laogai (el sistema de campos de internamiento para la reeducación mediante trabajos forzados), fueron sometidos a test médicos específicos y los hospitales chinos tanto militares como civiles, comenzaron a expandir sus unidades de trasplante”, declara el periodista Ethan Gutmann, autor de importantes investigaciones en este asunto.

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Y la demanda era inmensa, ya que los tiempos de espera para un órgano compatible se computan en semanas, mientras que en el mundo civilizado, los enfermos esperan años en las listas para obtener un órgano y ser trasplantados.

Con las prisiones llenas de “mercancía humana”, esta nueva industrio macabra, creció de forma exponencial con centros de trasplante estableciéndose uno tras otro en toda China.

Muchos de los “clientes” venían del extranjero, convirtiéndose con o sin su voluntad en cómplices de los crímenes. Un “fenómeno desconocido para el mundo” –el “turismo de trasplantes”-con destino a China, el país con órganos disponibles bajo pedido, para todos aquellos que están dispuestos a pagar el precio.

“Si vas a China para un trasplante de hígado, -durante las tres semanas que estarás allí-, significa que está planificado ejecutar a alguien. Deberán encontrar un prisionero sano con el grupo sanguíneo correcto, compatibilidad de tejidos y el tamaño de hígado necesario, y el prisionero debe estar listo para la “extracción” en el plazo comprometido con el “turista de trasplantes”.

Aunque el conocimiento público del asunto es limitado, por intereses varios (económicos políticos, etc.), la sustracción forzada de órganos a los prisioneros de conciencia· en China ha provocado resonancia internacional. Incluso el Parlamento Europeo ha adoptado resoluciones condenando y exigiendo al gobierno chino el acabar con esta industria macabra.

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Y en varios países como Israel, Taiwán, España, Austria e Italia las acciones del régimen comunista han forzado cambios en la legislación, prohibiendose en todos estos países, lo que se denomina como “turismo de trasplantes”.

Un informe independiente sobre la sustracción forzada de órganos publicado en junio 2016 revela una realidad horripilante; Los hospitales chinos especializados en estas operaciones, han trasplantado entre 60.000 y 100.000 órganos anualmente desde el año 2000. Si tomamos en consideración el hecho de que la persecución ya dura veinte años, los números acumulados son tremendamente impactantes.

”El régimen chino está totalmente implicado en el asesinato en masa de gente inocente” dice uno de los autores de la investigación, David Matas, un renombrado abogado de derechos humanos que describe el “genocidio medico“ del PCCh como “una forma de maldad sin precedentes en este planeta”.

Parte de esta realidad puede verse en el documental “Genocidio médico: Crímenes en masa ocultos en la industria de trasplante de órganos en China”.

RESISTENCIA PACIFICA

Han pasado más de dos décadas desde que Jiang Zemin inició la campaña para exterminar a los seguidores de Falun Dafa. Y a pesar de que el dictador esperaba erradicar la práctica en tres meses, en realidad sucedió lo contrario. Falun Dafa no solo no desapareció, sino que se expandió por todo el mundo a más de 110 países. A lo largo de los años, ha recibido miles de premios y reconocimientos y su fundador ha sido nominado cinco veces al premio Nobel de la Paz por su contribución a la humanidad mediante los principios y beneficios de la práctica.

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Los practicantes de Falun Dafa han dado al mundo un ejemplo de coraje y dignidad con su resistencia pacífica pero firme frente a la brutalidad del régimen chino. Muchos de ellos, asumiendo riesgos personales, trabajaron sin descanso para exponer y detener estas atrocidades.

La distribución de material informativo para contrarrestar la propaganda estatal, el exponer públicamente tanto local como internacionalmente a los oficiales y “verdugos“ involucrados en la persecución, acciones legales, protestas pacíficas ante las embajadas y consulados chinos alrededor del mundo, peticiones a Naciones Unidas firmadas por millones de personas, etc – estos son algunos de los varios métodos de los seguidores de Falun Dafa para combatir la campaña de exterminio.

Como resultado de estos esfuerzos incansables, muchos ciudadanos chinos han visto más allá de la propaganda y falsedades difamatorias del PCCh y en repetidas ocasiones, han actuado para apoyar a los practicantes de Falun Dafa. Aun mas, algunos de aquellos que han perseguido a los practicantes de Falun Dafa han cambiado de actitud radicalmente: Freedom House y otras fuentes han mostrado casos, en los que miembros de las fuerzas de la ley o servidores civiles en determinados lugares, han protegido activamente a adherentes de Falun Dafa y han rechazado arrestarlos por su actividades de información publica.

La exposición pública de estas atrocidades ha activado en China una tendencia constante y cada vez mayor, de renuncias al partido Comunista Chino y sus organizaciones afiliadas que esta sacudiendo al PCCh desde su interior.

A nivel internacional, hay también un buen número de apoyos fuertes y públicos contra la persecución.

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A pesar de ello, los crímenes siguen sucediendo.

Sólo podremos tener justicia cuando los que no han sido heridos por la injusticia se sientan tan afectados como los que sí lo son“

– Solón, líder ateniense del siglo VII

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