Opinión

«Buenos días, España»: «La izquierda terminará defendiendo el bestialismo, la pederastia y las relaciones incestuosas»

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«Lenin sostenía que la homosexualidad es un vicio burgués y Mao Zedong la calificaba como una perversión capitalista. Los marxistas de hoy han arriado aquellas banderas e izado otras de signo bien distinto. Ya no cuela lo de la izquierda defensora de las clases trabajadoras porque ´los trabajadores hoy repudian a los partidos de izquierda y votan a Marine Le Pen en Francia y a Salvini en Italia. Tras la caída del muro de Berlín, la izquierda occidental ha tenido que redefinir sus conceptos y teorías y ha pasado de defender la lucha de clases a defender exclusivamente el homosexismo, el feminismo, el animalismo, el antirracismo, el ecologismo…». El director de AD, Armando Robles, defendió hoy en «Buenos días, España» que la izquierda que la izquierda occidental se ha convertido en un engranaje clave para la consecución de los objetivos globalistas.

Defendió Robles que para convertir en realidad el sueño totalitario de centralización absoluta del poder mundial, y conseguir un completo sometimiento de los pueblos a los intereses privados de un grupo de oligarcas, es necesaria la desarticulación de los antiguos Estados-nación y de la moral cristiana.

«Con este objetivo se impulsaron las llamadas revoluciones de colores, en el espacio post-soviético; con este objetivo se han impulsado las revoluciones árabes, y con este objetivo se ha impulsado la presencia en España de organizaciones políticas, movimientos sociales y ONG multiculturalistas, que tienen como fin la disolución de nuestra identidad nacional y nuestro sometimiento a los intereses del nuevo orden», añadió.

Karl Marx y su materialismo histórico, dándole primacía a la economía y las relaciones de producción, insistía en que el obrero era explotado. Lo victimizó. Mejorías en la condición del trabajador y la elevación de su estándar de vida influyeron nada en disuadirlo de su error. Otros discípulos enmendaron esa cosmovisión.

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Georg Lukács y Antonio Gramsci discreparon de Marx/Engels y entendieron que la economía no era el factor determinante. La primacía se la relegaron a la cultura. Fueron, sin embargo, los marxistas alemanes del Colegio de Frankfurt (Theodor Adorno, Walter Benjamin, Erich Fromm, Max Horkheimer y Herbert Marcuse) los que elevaron las premisas de Lukás y Gramsci a niveles monstruosos al casar a Marx con Freud y producir ese Frankenstein que conocemos como el marxismo cultural.

El Colegio de Frankfurt al formular la teoría crítica impregnó totalmente las ciencias sociales y las humanidades con el marco intelectual ultrarelativista y materialista que padecemos hoy: el posmodernismo. La toxicidad que es el marxismo cultural contó enormemente con el aporte de Herbert Marcuse, considerado el “padre de la Nueva Izquierda”. El sociólogo marxista estimaba que sociedades capitalistas avanzadas tecnológicamente, adquirían un vínculo con el artículo de producción. Esto, según Marcuse, producía una “concienciación falsa” e inhibía al obrero asumir el papel vanguardista. En otras palabras, el obrero en el capitalismo no le interesaba ser un comunista revolucionario por las prebendas que el sistema y su esfuerzo le otorgaban.

Marcuse entonces sacó al obrero de la ecuación marxista y colocó en su lugar a ese estrato de la sociedad que se sentía marginado. Aquí es donde la noción de victimización colectiva adquiere preponderancia. La insistencia en mantener a los negros en EE. UU. en un estado de mentalización de víctima perpetua está en línea con el papel de revolucionario que un percibido marginado puede asumir. El formulario de Marcuse le asignaba al intelectual radical la tarea de guiar a los marginados (explotados). Este siniestro proyecto también buscaba inculcar una culpa colectiva a los blancos para que asistieran al proceso revolucionario.

Marcuse tuvo otro aporte seminal que pavimentó el terreno para que movimientos como BLM pudieran prosperar: la tolerancia represiva. Este concepto, un oxímoron, promueve la supresión de toda libre expresión cuyas ideas/conceptos choque con los planteamientos marxistas. La corrección política y formulaciones contra “lenguaje de odio” son manifestaciones de la tolerancia represiva. Las acciones de las turbas socialistas en las ciudades estadounidenses, concretando su guerra de destrucción, lo hacen bajo el mantra de este concepto intolerante.

BLM con sus eslóganes capciosos cuenta con recursos amplísimos de los enemigos de la libertad como George Soros y sus organizaciones de pantalla, entre otros. Han cooptado a un sector de la comunidad empresarial, los medios y al Partido Demócrata. Igual que la mafia, extorsiona tácitamente exigiendo una genuflexión absoluta o de lo contario, les envía las turbas envilecidas y los tilda de racista.

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En este contexto, Robles advirtió que la depravación de las organizaciones progresistas aumentará progresivamente y manifestó que los partidos de izquierda, en este tránsito hacia la destrascendentalización de la existencia humana, terminará defendiendo y legislando a favor del bestialismo, la pederastia y las relaciones incestuosas, entre otras taras.

PINCHE ABAJO PARA ESCUCHAR EL PROGRAMA CONDUCIDO Y DIRIGIDO POR SANTIAGO FONTENLA:

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