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Sus principios se mutaron cuando el PP le comunicó que no sería candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
La política española se ha convertido en un mercado de vanidades donde se ponen a la venta los principios cuando no coinciden con los intereses personales. Ángel Garrido es el mejor ejemplo.
El transfuguismo en las filas del Partido Popular ha elevado su cota más alta este miércoles. El ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, cuya candidatura estaba cerrada por el Partido Popular para la elecciones europeas del 26 de mayo, se ha cambiado de filas en el último momento para integrarse en el proyecto de Ignacio Aguado, candidato a la Asamblea de Madrid. En Génova, la noticia ha pillado por sorpresa. «Pero si va en las listas para Europa», comentaban. Nadie sabía nada en el PP. Incluso han llegado a desmentir la noticia.
El partido de Albert Rivera ha convocado una rueda de prensa con urgencia a las 13.30 horas en la sede de Ciudadanos, en Alcalá, para dar la exclusiva. Allí, para asombro de los periodistas, ha aparecido Garrido acompañando de Aguado para tomar ambos la palabra frente al atril.
«Ángel aporta experiencia. Ha sido el interlocutor más fiable. Juntos hemos podido sacar cuatro presupuestos consecutivos. Es el momento de unir fuerzas para derrotar al sanchismo y al comunismo», ha anunciado el líder de Cs en la región. Por su parte, Garrido ha explicado que ha decido incorporarse a la candidatura de la formación naranja «porque es el partido que mejor representa los valores del centro democrático». «La decisión no ha sido nada fácil, créanme». «Es la única opción donde seguir defendiendo en lo que creo», ha añadido.
