El devastador incendio de la catedral de Notre Dame ha conmovido a una parte de la Cristiandad. La gravedad del caso se une a la serie de incendios y profanaciones que han sufrido iglesias francesas en las últimas semanas. La Fiscalía del Tribunal de París guarda, de entrada, un silencio sepulcral. Igual que el resto de autoridades galas. Pareciera que todos les interesa la accidentalidad del suceso para no tener que actuar en nombre de una sociedad postrada y rendida.
Al mismo tiempo que se desbroza la dimensión policial de la tragedia, los especialistas comienzan a evaluar el alcance final del incendio. En principio, según las fuentes policiales, han podido salvarse muchas obras de arte. Pero el incendio y destrucción de la nave principal y la «aguja» de la catedral pone de manifiesto la complejidad de la investigación: el incendio se propagó con una velocidad excepcional. Y los bomberos no pudieron utilizar técnicas duras («bombardeo» con agua, destinada a sofocar las llamas). ¿Existe otro relato distinto al oficial en ese laberinto de incertidumbres?
El programa “Alt News”, conducido por Santiago Fontenla, ha analizado hoy este complejo caso. Armando Robles, director de AD, se muestra convencido de que se trata de un incendio deliberado. “Que uno de los principales iconos de la Cristiandad haya sido pasto de las llamas es también la mejor metáfora del derrumbamiento civilizacional de Occidente”, dijo.
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