Economía

¿A qué juegan los representantes sindicales?

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F.G. (Remitido) Qué tal amigos de AD; nos encontramos ante una situación rocambolesca, todos estamos más que acostumbrados a ver en las mesas de negociación a los importantes representantes sindicales sentados con los empresarios de la CEOE y demás miembros del Gobierno de turno y aparentemente nos muestran una cara humilde o enfadada, según les vaya, no a los trabajadores sino a sus propias organizaciones dentro del entorno y clima político del momento. Hasta aquí todo normal, de hecho una vez terminadas dichas reuniones salen a la calle y se colocan a la cabeza de las manifestaciones en defensa de los derechos sindicales y supuestamente laborales de la denominada por ellos clase trabajadora, la cual no deja de ser más del 99.9% , es decir, casi nada. También los vemos representando a sus organizaciones en eventos que nada tiene que ver con la cosa laboral, pero parece que nos representan sin permiso y convencidos de que hablan por boca de todos (defensa de colectivos minoritarios, colectivos en riesgo de exclusión, inmigrantes sin papeles, movimientos culturales de corte progresista…)

Pues bien, si escarbamos un poco, solo un poco, nos encontramos con situaciones particulares como la de Javier Tabernas, un trabajador de una empresa cuyo centro de trabajo se ubica en Madrid (lógicamente y a petición del trabajador ni difundimos más datos sobre el, ni sobre la empresa en la que trabaja)

Este trabajador de categoría profesional, coordinador del Departamento de Operaciones, en el desempeño de sus funciones y amparado por el régimen sancionador establecido en su empresa, ejecuta tal opción y amonesta por escrito a una trabajadora supuestamente por realizar mal su labor cotidiana, reprendiendo su actitud a través de este sistema (ONE TO ONE) Cual es su sorpresa cuando se le informa por pare de algunos compañeros que en su ausencia (viernes desde las 14.30h) los representantes sindicales reparten a los trabajadores un folleto informativo (cuya foto adjuntamos) y se permiten el lujo de burlarse públicamente del coordinador físicamente comparándole con un conocido personaje de un comic, mofándose de su supuesto parecido físico y denunciando algunos hechos, como que el trabajador se había excedido en el uso de amenazas a trabajadores con fomentar su despido (no entramos a valorar) en todo caso los representantes sindicales también se permiten aplicar una supuesta sanción al trabajador utilizando copia del formato oficial de la empresa suplantando la figura del responsable superior directo y utilizando su firma escaneada sin permiso como muestra de la aceptación de la sanción.

¿Acaso los representantes sindicales son juez y parte? ¿Quizás no hubiera sido lo correcto denunciar al trabajador aportando pruebas y testigos ante la dirección de la empresa? Pues no, se dedican a vilipendiar mostrando su desprecio hacia el trabajador denunciante, prefiriendo la burla, la mofa y la inquina antes que los procedimientos legalmente establecidos. ¿A qué juegan estos representantes sindicales? ¿Quiénes creen que son para denostar así a una persona por hacer su trabajo y aplicar una sanción a alguien que supuestamente se la merecía? ¿Por qué defienden al sancionado en vez de al sancionador en pos de que su empresa sea mejor gracias a trabajadores comprometidos con sus obligaciones?

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Desde luego, tal comportamiento “perdona vidas” parece más de otras épocas que de los tiempos actuales marcados por la defensa desde los juzgados de los derechos del trabajador gracias a innumerables sanciones a favor de los más desprotegidos, pero y en este caso ¿Quién está realmente más desprotegido? A tenor de lo visto parece que se premia más al ineficaz que al eficiente, se recompensa mejor a que no hace rentable su tiempo que al que vela por el cumplimiento interno de las normas para beneficio de todos (empresa y trabajadores) ¿Es extrapolable este comportamiento a otras cuestiones en las que se ve inmersa la sociedad actual? en mi opinión si por supuesto, se apoya a lo fácil, se ponen trabas al esfuerzo, se remarca el deshonor e impera la cultura de lo simple en tiempos en los que el relativismo cultural está de moda desgraciadamente resultado de la educación básica, tosca, deshilvanada, ajena a valores serios que hagan crecer a las personas individual y grupalmente.

Este trabajador se ve en cierto modo acosado por la burlesca situación y el descredito forzado por unos representantes sindicales a su cargo, con unas condiciones laborales muy similares y con ciertos derechos adquiridos por su función representativa, antigüedad y supuesto trato de favor desde más altas estancias de las que no parece gozar el coordinador aun estando un punto por encima en la escala jerárquica salvo la palmadita en la espalda y la sonrisa cómplice a modo de “esto es lo que hay amigo y sino no haberte complicado la vida tu solito”.

¿Cómo reaccionan las empresas en estos casos? En muchos dejando correr el asunto permitiendo que el trabajador acosado se sienta aburrido, abrumado y finalmente tire la toalla; no es el caso de nuestro protagonista, Javier Tabernas, el cual ha interpuesto una denuncia en defensa de sus intereses contra el Sindicato para que su honor sea resarcido como buenamente disponga el juez. No vamos a entrar a desarrollar otras maneras de reaccionar por parte de las empresas en aras de beneficiar o perjudicar a nadie, simplemente deseamos suerte al denunciante y cordura a los representantes sindicales ante tales comportamientos poco profesionales.

Sí, digo poco profesionales porque no son las formas de hacer las cosas en un entorno laboral, porque no es el medio adecuado y porque no se han medido las consecuencias que para el demandante pueden llegar a tener y si aun así son conscientes de su error tal y como se indica en la denuncia comentando que se trato a modo de broma, que se retracten usando el mismo modo y medio o de lo contrario que asuman las consecuencias.

Será muy interesante ver y estudiar la sentencia, ya que es sin duda para el juez que instruya la causa una ocasión más de decidir salomónicamente ante la libertad de expresión, la libertad sindical y la defensa del honor ante unas supuestas injurias no denunciadas ante la propia empresa por parte de los “REPRESENTANTES JUSTICIEROS”.

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