España llevó civilización, orden y progreso a América. En eso coinciden los historiadores Ignacio Bracht e Iván Vélez, que conversaron sobre las mentiras de la Leyenda Negra y los aportes que tuvo el Imperio Español en lo que hoy se conoce como Hispanoamérica.
Y es que antes de la llegada de los españoles, no había un paraíso como intenta vender la izquierda radical. Lo que había era un mosaico de sociedades locales en distintos grados de desarrollo tecnológico, casi siempre con relaciones de enfrentamiento y de subordinación. Además, de una cultura que podía llegar a la barbarie con sacrificios humanos para dioses paganos.
Lo que había en ese momento, resaltó Vélez, era algunos imperios que se fueron sucediendo en el tiempo cuando llegaban los españoles. Los dos principales serían el Imperio Mexica, lo que hoy es México, y el Tahuantinsuyo o el Imperio Inca, que estaban asentados en la explotación de otras etnias o de otras naciones étnicas.
«América carecía de una idea total. Aquí hay que empezar por afirmar que en efecto fue un descubrimiento; es decir, que aquellas tierras se insertan en una teoría de la esfera, eso es lo que verifica el hecho de un descubrimiento, porque contactos entre humanos los ha habido siempre. Pero hay que inscribirlos en una teoría global, nunca mejor dicho por la idea de globo«, explicó Vélez.
Esta situación, indica Vélez, generó un choque entre ambas culturas. Esto debido a que los españoles se encontraron un mundo con religiones de dioses zoomorfos, con sacrificios humanos, con antropofagia en algunos de los casos, con poligamia y con infanticidios en otros sitios.
«Lo digo por lo que dicen las crónicas del Perú, los tinajones llenos de niños disecados que encontraron en algunos casos, en fin, una realidad incompatible en muchos aspectos con la visión que tienen los españoles del siglo XV y XVI».
En ese sentido, Vélez explicó que la leyenda negra surgió en el contexto de las rivalidades políticas y económicas entre España y otras potencias europeas, especialmente durante los siglos XVI y XVII. Muchos de los relatos negativos fueron propagados por los enemigos de España, como Inglaterra y los Países Bajos, que buscaban desacreditar a la monarquía española.
Contrario a lo que se promueve, el Imperio Español promovió el avance y la prosperidad de sus virreinatos -España nunca los trató como colonia en comparación con otros imperios en el mundo-. Una demostración de este impulso es que durante ciertas épocas del Imperio español, algunas regiones de Hispanoamérica experimentaron un desarrollo notable, a menudo en aspectos económicos y culturales que, en algunos casos, superaban a los de Madrid y otras ciudades españolas. De igual manera llegó el orden.
«Lo que está claro es que lo que se construye es una especie de monumento jurídico, que son las leyes de Indias, donde se trata de atender todos los problemas peculiares y particulares de un territorio tan grande, pero con una especie de sustrato común a ambos lados«, indicó.
Recordó que la Constitución española reconocía a los españoles de ambos hemisferios:
«Cuando se dice lo de ambos hemisferios, va referido a la Constitución de Cádiz, que es donde se levanta el acta de la nación española, la nación política. No es que no existiera España anteriormente, ni que no fuera una nación, era una nación de otra índole, una nación, si queremos llamarla de algún modo prerrevolucionaria».
De igual manera, aseveró que lo que se intentó, de algún modo, fue exportar el modelo peninsular a aquellas tierras. Detalló que si se observan las ciudades que han conservado más o menos su tipología clásica, se encuentra con muchas similitudes.
No se trata de crear una leyenda rosa. Vélez reconoció que hubo errores por parte del Imperio Español durante el tiempo de la conquista. Insistió en que ni fue un mundo oscuro y tenebroso ni fue un Edén, pensamientos que tildó de «infantiles».
«Creo que ir a las fuentes y cotejarlas las fuentes e ir a documentos originales. Ahí se pueden encontrar razones solventes para defender la totalidad o la generalidad de la acción hispana. Porque no solamente era española, enseguida los nacidos en América fueron los que desarrollaron aquellas que no fueron en absoluto colonias. Eran ciudades, con unas instituciones y un aspecto similar«, señaló Vélez.
«Se calcula que 40.000 sacrificios rituales al año se practicaban en el imperio mexica»Ignacio Bracht, historiador y periodista.
Similar fue la posición del historiador y periodista Ignacio Bracht, quien destacó que el común denominador entre los que promovían la Leyenda Negra en el pasado y quienes lo hacen en el presente es el odio que tienen hacia España.
«La Leyenda Negra fue una maquinaria de propaganda que sin duda surgió efecto y que España hasta hace no muchos años había asumido con culpa. Lo que sucede es que también en España, lo vemos hasta el presente, hay fuerzas que son endofóbicas; es decir, odian a España. Hago clara referencia, por ejemplo, a los separatistas, que odian ese concepto de la hispanidad. La hispanidad es ese proceso único en la historia de la humanidad que fue el mestizaje cultural y de sangre que dio una cosmovisión común de un lado y del otro lado del Atlántico», explicó Bracht.
El periodista también resaltó la huella de España en América y enfatizó que la llegada de los españoles llevó al otro lado del Atlántico una cultura, una religión y una lengua que une a millones de personas en todo el mundo.
«Legaron, entre otras cosas, el cristianismo y una lengua, que no anuló a las lenguas aborígenes. Actualmente se siguen hablando en muchos países, el aimara, el quechua o el guaraní. Pero la lengua en común que nos unificó y que nos hace parte de una misma cosmovisión, porque la lengua es el alma de una nación, fue el español. Es una lengua que se hablaba desde Alaska hasta la Patagonia y que hoy sigue siendo un elemento unificador, hablado por más de 600 millones de personas en el mundo. De hecho, en el propio Estados Unidos, es hablado como segunda lengua«, mencionó Bracht.
En ese sentido, Bracht indicó que esos elementos hicieron que ese imperio, durante 300 años, prácticamente sin grandes guarniciones militares y sin grandes ejércitos, conviviera en paz, casi sin sobresaltos. Y que en toda esa estructura jurídico-política y cultural se mezclaran las razas.
«Esa asimilación de uno y otro lado del Atlántico, entre la potencia conquistadora y la infinidad de pueblos que fueron conquistados y evangelizados en la fe cristiana, nos llevan a la conclusión de que no fue un imperio que avasalló. Fue un imperio que expandió una fe: la cristiana. También consumó ese hecho magnífico que fue el mestizaje cultural y de sangre que nos dan una identidad, una cosmovisión y una lengua en común a esto que llamamos hispanidad«.
Bracht sostuvo que en la actualidad la Leyenda Negra es impulsada por la izquierda y «empiezan a reclamar como pueblos originarios las tierras ancestrales. En realidad hay un objetivo político claramente ahí detrás debido a que no reconocen el Estado-Nación. Estamos hablando de los sectores radicalizados que tampoco reconocen los símbolos nacionales. Y uno ve claramente que esto es una orquestación política».
Se refirió directamente a la presidente electa de México, Claudia Sheinbaum, quien aseguró que el Imperio Español debe pedir perdón a los pueblos indígenas por la conquista:
«Ella en realidad tendría que pedirle perdón, si se autopercibe mexica, a todos los pueblos que al momento de llegar los españoles, al momento de llegar Cortés a lo que hoy es México, el territorio Mexica era un territorio muy acotado en Mesoamérica, pero un pueblo muy aguerrido, muy expansivo y que tenía subyugado a una cantidad de pueblos. En esas culturas tenían dioses antropomórficos, practicaban el sacrificio ritual y el canibalismo. Esto es lo que desmonta toda la leyenda negra, ¿Cómo puede uno suponer que Hernán Cortés con 400 españoles tome Tenochtitlan, un imperio o un territorio habitado por 2 millones de mexicas?. Cuando Hernán Cortés toma Tenochtitlan va en alianza con los distintos pueblos mesoamericanos que ven a Cortés como la posibilidad de terminar con ese juzgamiento que sufrían a costa del imperio mexica».
«Entonces, la conquista de México en realidad no la hacen los españoles. La hacen los propios pueblos mexicanos, encabezados por un grupo de españoles y que además llevando la fe del cristianismo se termina con los sacrificios rituales. Se calcula que 40.000 sacrificios rituales al año se practicaban en el imperio mexica«, agregó.
Finalmente, Ignacio Bracht aseguró que la manera de hacer frente a las pretensiones de la izquierda de acabar con el legado de España en América y romper con los lazos históricos que unen a ambos hemisferios es justamente resaltando la cultura, los valores y las tradiciones que une a España con Hispanoamérica.
«Ese es el gran valor que tiene la hispanidad y que debemos reafirmarnos en ella. Defenderla. Porque es lo que nos identifica como lo que somos».