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Una gran sorpresa durante un programa de atención oftalmológica en Bolivia

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José Manuel Otero Lastres.- Aunque a veces puede suceder lo contrario, hay muchas cosas que pasan más por lo que aparentan que por lo que realmente son. Así, si hoy preguntáramos a gente de izquierdas quién es Evo Morales la gran mayoría, por no decir la totalidad, responderían que es un líder indígena que conquistó el poder democráticamente en Bolivia y que si se aferra a él bordeando la Constitución no es porque tenga ansias de poder, sino porque está transformando su nación mediante políticas destinadas a apoyar a las clases más desfavorecidas. Esto es lo que parece, pero, según veremos a continuación, tal vez diste mucho de ser lo que sucede en la realidad.

En efecto, la Fundación Mirada Solidaria, con sede en Bilbao, en colaboración con Cáritas, desarrolla desde 2005 un programa estable de atención oftalmológica en Trinidad, capital de la región de El Beni, en Bolivia. Con la colaboración de dos oftalmólogos locales, los especialistas que se desplazan desde España, varias veces al año, atienden a personas sin recursos. Es el único lugar de una región de más de 200.000 km2 que cuenta con quirófanos de Oftalmología, a cuyo frente está el prestigioso catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco Juan Durán de la Colina.

Acuden a dichos complejos hospitalarios muchas etnias de indígenas que viven a orillas del río Mamoré, afluente del Amazonas, que transcurre por un terreno llano pero muy lleno de curvas, lo que hace que los desplazamientos duren varias horas y a veces hasta algunos días.

Pues bien, en la última estancia, Juan Durán tuvo que asistir a uno de los hijos de una indígena que había viajado por el río en canoa durante tres días. Tras mantener una interesante conversación con ella logró grabarla con el móvil. He tenido personalmente la ocasión de ver la grabación y con un espléndido castellano la citada indígena boliviana contó que se llamaba María Alba y era esposa de Fernando Vargas que había sido el líder de los indígenas que recorrieron en 2012 durante dos meses unos 600 km hasta llegar a La Paz para defender la reserva natural del Tipnis. Añadió que esta reserva natural estaba en peligro porque el presidente Evo Morales insistía en construir en una carretera que iba a atravesar 140 lagunas de agua dulce en las que se quería plantar coca.

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Relató también que desde la mencionada marcha habían intentado secuestrarlos y les habían dado una especie de muerte civil. No tenían trabajo, no conseguían comida, les negaban las semillas para plantar y, en fin, les hacían la vida imposible.

Y todo por defender la Reserva del Tipnis, con una extensión de 1,2 millones de hectáreas, en la que vivían 14.000 indígenas de las etnias trinitaria-moxeña, yuracaré y chimán, en medio de un extraordinario hábitat animal y vegetal.

Los centenares de indígenas que marchaban hacia La Paz fueron arropados por miles de activistas y vecinos e intentaron entrar en la Plaza Murillo, donde está la sede de Presidencia y el Parlamento. Pero lo impidió la policía,que cargó duramente contra los manifestantes.

Aunque Evo Morales dice que defiende el proyecto vial porque ayudará a la integración de las regiones de Cochabamba y Beni, los lugareños bien informados, como son Fernando Vargas y María Alba, sostienen que se trata de una exigencia del narcotráfico.

Sea de esto lo que fuere, entenderán la sorpresa que se llevó el profesor Durán cuando escuchó de la propia María tan duro relato en el que la figura de Evo Morales acaba siendo desnudada de toda su apariencia de líder del pueblo y adquiere una dimensión política como mínimo despreciable.

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