CPV.- Un grupo de norteamericanos, hartos de la carnavalada callejera del ‘orgullo LGTBI’, deciden hacer un acto público llamado ‘Día del Orgullo Heterosexual’, con un desfile callejero para reivindicar sobre todo el orgullo de amar a las mujeres.
Fiscalías, actores del lobby sionista Hollywoodiense, medios de comunicación y el Partido Demócrata han saltado en tromba contra los pomotores de la iniciativa por “fomentar ‘el odio’ y tratan de cercenar las libertades de expresion de este colectivo ciudadano” (sic).
La bandera de este ‘movimiento heterosexualista’ es blanca y negra, al entender que la sexualidad solo puede ser masculina o femenina, al ser impresa por la biología y los cromosomas y no por las 700 identidades de ‘género’ que perciba el cerebro de algunos.
Emplean además como mascota al actor Brad Pitt, ídolo de adolescentes que representa las antivirtudes del hombre. No ha tardado el actor en prohibir que utilicen su imagen como ‘modelo’ y en anunciar medidas legales. Obvia que lo han empleado para mofarse, pues si hubiesen querido utilizar un ejemplo escenico e iconico de hombría virtuosa, habrían recurrido a Clint Eastwood y no a un tipo que constituye el mejor reflejo de un demócrata amanerado.