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Una factura trampa ideada por la camarera del bar Eguzki, del municipio vizcaíno de Bermeo, con el beneplácito de su jefe, se ha vuelto viral por su particular suplemento. El tique contenía 10 euros de más «por tocar los cojones».
Todo se trataba de una broma a una cuadrilla que se reúne a comer y jugar al mus junto al propietario del establecimiento.
Según El Correo, «son un grupo un poco pícaro con nosotros porque hay confianza, así que se me ocurrió que también podíamos hacerles una broma a ellos», reconoce la instigadora del plan sorprendida, llamada Anka, ante el revuelo montado. Por supuesto, el hombre pagó la ‘multa’ sin rechistar. «Es el dinero mejor pagado de su vida», sentencia.