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El Ayuntamiento de La Coruña ha seguido este lunes los pasos de Ferrol y ha despojado a Manuel Fraga del título de Hijo Adoptivo. El pleno ha aprobado una moción al respecto, presentada por el BNG, con el apoyo tanto de la Marea Atlántica, que gobierna en la ciudad, como del PSOE, según informa Ep. La moción también incluye a Laureano López Rodó, ambos por haber obtenido estas distinciones durante su etapa como ministros durante el franquismo. En el caso de Fraga, en 1968; en el de López Rodó, en 1972.
Desde el PP, único partido que se ha opuesto, se ha calificado la moción de «provocación sectaria». No comparte su punto de vista el PSOE: su portavoz, Yoya Neira, ha diferenciado entre el Manuel Fraga del período «predemocrático» y su posterior etapa como presidente de la Xunta.
Por su parte, el concejal de Culturas, José Manuel Sande, ha dado su respaldo a la iniciativa del BNG bajo el argumento de que las distinciones concedidas tanto a Fraga como a López Rodó durante su etapa como ministros de la dictadura no suponen un «honor» para la ciudad.
El pleno, además de despojar a ambos políticos de las mencionadas distinciones, reitera el apoyo a la actividad de aquellas comisiones o grupos de trabajo que se impulsen desde el ayuntamiento coruñés para culminar la retirada de la simbología franquista y la eliminación de las distinciones honoríficas otorgadas durante la dictadura a personas vinculadas con el franquismo.
«Purgas» apoyadas por el PSOE
En el caso de Ferrol, otra moción idéntica, presentada hace diez días, y también dirigida contra el expresidente de la Xunta de Galicia, salió adelante con los votos de Ferrol en Común, PSOE, BNG y tres concejalas no adscritas. Se abstuvo la única edil de Ciudadanos y votó en contra el PP.
Con el apoyo inestimable del PSOE, la entente izquierda rupturista – nacionalismo sigue empleando las instituciones políticas para realizar sus particulares «purgas». Una corriente en la que destaca la maniobra uridad desde el Ayuntamiento de Pontevedra, en manos del BNG, que declaró «persona non grata» a Mariano Rajoy.
