¡Comparte esta publicación!
Una familia de Virginia, EE.UU., ha sacrificado a un perra sana para cumplir con la última voluntad de su dueña: ser enterrada con ella. Según informa la BBC, el último deseo de la propietaria del can fue que depositaran juntas sus cenizas. Y así lo quisieron cumplir sus familiares.
Los hechos ocurrieron en marzo de este mismo año. Al enterarse de sus intenciones, un refugio de animales contactó con la familia de la fallecida para evitar la muerte innecesaria del can, una mezcla de shih tzu en perfecto estado de salud. Les ofrecieron hacerse cargo del animal y se comprometieron a buscarle una nueva casa en el que pasar sus últimos años de vida.
“Sugerimos en varias ocasiones que podrían dar al animal en adopción, porque era una perra a la que podíamos encontrar fácilmente un nuevo hogar”, explicó Carrie Jones, respnsable del Chesterfield Animal Services en Virginia, en declaraciones a AFP.
De nada sirvió la petición del refugio. Emma, que así se llamaba la perra, fue sacrificada e incinerada, y sus cenizas fueron depositadas junto a las de su propietaria.
Pese al buen estado de salud del animal, el sacrificio pudo llevarse a cabo de acuerdo con la legislación del Virginia, en la que las mascotas son consideradas como propiedad personal.
