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Paloma Cervilla.- Después de una semana fuera de España, en República Dominicana dando la cobertura informativa del Foro ABC América, regreso a Madrid y no doy crédito a la nueva cesión que ha hecho Pedro Sánchez a la izquierda radical, sí a Podemos.
En el pacto para la composisión de la Mesa del Congreso, que presidirá la socialista catalana Meritxell Batet, en sustitución de Ana Pastor, el PSOE no ha tenido otra ocurrencia que ceder la primera Vicepresidencia a Podemos, concretamente a Gloria Elizo.
¿Que supone esta futura elección del próximo martes? Pues que en ausencia de la presidenta, circunstancia ésta que se produce en numerosas ocasiones, quién dirigirá y moderará los debates en el Congreso de los Diputados será un diputado de Podemos, un despropósito en toda regla.
Si durante la presidenta de Ana Pastor, ¡cómo nos vamos a acordar de ella!, el hemiciclo no se ha convertido en un gallinero de descalificaciones y de faltas de respeto, ha sido por la autoridad de Pastor.
Pero, ¿qué va a suceder cuando suba a la tribuna el grosero Gabriel Rufián, algún podemita irresponsable o un independentista catalán y lance arengas sin control? ¿Será capaz de restablecer el orden y pedirle respeto?
Yo, lo dudo, aunque espero equivocarme y, si es así, me comprometo a rectificar este artículo y pedir perdón por juzgar antes de tiempo.
Es lo que tiene la división del voto del centro derecha, y esta es una consecuencia más. Veremos muchas cosas más, pero ya no hay tiempo para el lamento.
