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Nos embargan las emociones -diversas- al contemplar el inenarrable dolor que el bueno del señor Puente parece sentir tras sufrir un desafortunado resbalón -no es el primero- y jeringarse el cuádriceps de una pierna.
Si bien es lesión dolorosa, los bramidos y llanto desconsolado del Señor Alcalde parece quizá excesivo, pero queda indubitadamente explicado cuando, en medio de un gimoteo, exclama “¡NO! EN ESTE MOMENTO NO!” por lo que nos parece que lo que más le duele al regidor es la proximidad de las elecciones, y la inexorable posibilidad de enfrentarlas con férula, escayola o -Dios no lo quiera- Pata de palo.
Desde aquí, con nuestros mejores deseos: Mejórese hombre, que eso no es ná.
Una recomendación: No se pierdan el audio, o no se enterarán de nada.