Ejército

La profesionalización de las clases de tropa

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Soldados trabajan en un lince, el principal vehículo de las tropas españolas
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Enrique Area Sacristán*.- Aunque los hombres siempre han sido fundamentales para la consecución de los objetivos de la Institución, en la actualidad han adquirido una función todavía más importante debido a su escasez y, especialmente, a la necesidad de aportación de conocimientos de los mismos desde los más bajos niveles de mando.

A medida que vayamos profundizando en este aspecto de la vida militar nos daremos cuenta de la importancia de estudiar el Área de Recursos Humanos, estemos o no interesados en trabajar en la misma.

Definir el personal de la Institución, que no deja de ser una organización, diseñar puestos y equipos, desarrollar las habilidades de nuestros Soldados y Cuadros de Mando, identificar métodos para mejorar el desempeño laboral y recompensar los éxitos de los mismos no es otra cosa que la aplicación de las técnicas propias del Área de Recursos Humanos, tan pertinentes para los que se encuentran en la cúspide de la pirámide de mando de las Unidades operativas como para los que se encuentran en las trabajadas Planas Mayores de las pequeñas Unidades, como para los que se encuentran realizando cualquier función directiva, por compleja o simple que parezca, en el ámbito de las Fuerzas Armadas.

Para trabajar con personas de forma eficaz es necesario comprender el comportamiento humano y tener conocimiento sobre los diversos sistemas y prácticas disponibles que pueden ayudar a obtener una fuerza de trabajo diestra y motivada, al mismo tiempo que estar al corriente de los nuevos aspectos tecnológicos, sociales y legales que faciliten o restrinjan los esfuerzos para alcanzar metas institucionales.

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La introducción de tecnología avanzada en los Ejércitos tiende a reducir la cantidad de personal poco habilidoso y a aumentar los puestos que requieren considerable destreza. Esta transformación se conoce como paso de “mano de obra no cualificada” a “mano de obra cualificada”.

¿Se está realizando este proceso en los Ejércitos en lo que se refiere a Tropa, que todavía no me atrevo a llamarla profesional, o estamos haciendo más de lo mismo desvirtuando la profesionalización?

Respecto a la profesionalidad debemos decir que toda profesión requiere de un alto grado de instrucción en un campo especializado. Los más importantes fines de la profesionalización son el incremento del rendimiento y de la capacidad de dirección.

Para aclarar estos conceptos hemos de basarnos en lo que entienden los Sociólogos que es una profesión, o mejor dicho, qué requisitos debe reunir un trabajo manual o intelectual para poder denominarse profesión:

Los sociólogos suelen convenir en señalar cinco rasgos que caracterizan a cualquier actividad profesional, entre las que se encuentra la del militar:

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a.- Pericia en un dominio concreto.

b.- Neutralidad afectiva.

c.- Criterios objetivos para juzgar casos específicos.

d.- Afirmación de autoridad, y

e.- Sujeción a un código profesional.

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Otros Sociólogos afirman que para que la actividad desarrollada pueda definirse como profesional debe reunir además los siguientes rasgos:

f.- Desempeño de la responsabilidad en un área concreta.

g.- Que el trabajo desempeñado sea remunerado.

¿Quiere decir esto que con la mera “paga” se profesionaliza una actividad?

Según el Diccionario de la Lengua Española “profesionalizar” significa remunerar una actividad manual o intelectual que hasta entonces no lo estaba y para ello hay que dotar de contenido intelectual y manual a esos futuros profesionales. Desde este punto de vista la profesionalización es poco ambiciosa en otros sentidos por no tener en cuenta que profesionalizar se encuentra significativamente unida a profesar que figuradamente tiene entre sus acepciones la de sentir un afecto, inclinación o interés y perseverar voluntariamente en ellos.

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Es este segundo concepto de profesionalización el que se considera por la cúspide de los Ejércitos el valor añadido que ofrecen las Clases de Tropa para su pase a trabajos en empresas civiles, sin tener en cuenta que esos valores no son suficientes para competir con otros jóvenes y menos jóvenes que se encuentran en las mismas circunstancias morales pero que tienen excelentes cualificaciones. Sólo con valores morales no se produce nada en las empresas y es responsabilidad de la Alta Dirección de los Ejércitos y del MINISDEF preparar a estos magníficos soldados en áreas de trabajo con una cualificación, sin ser muy ambicioso en titulaciones de grado medio y, no solo como conductores de taxi y guardas de seguridad. Los puestos de trabajo militares no tienen en sus ramas operativas reflejo ninguno en la vida civil.

La última etapa de la preparación de las Clases de Tropa para la defensa debe dedicarse a la formación en grados medios para cumplir las expectativas de esta, abstraiéndolos de la misión principal para la que fueron contratados con el título de la ESO. ¿Dónde van con ese título aunque sepan conducir un Carro de Combate o disparar un fusil de asalto? Yo se lo contesto: al paro sin posibilidad de colocarse.

Mientras esto no se acepte la inmersión de los soldados en empresas civiles será un fracaso y continuaremos dando vueltas a los valores morales que, por otra parte, ya no se enseñan en los Ejércitos como con la recluta mixta en los años 90 del siglo pasado que, al fin y a la postre, son eso, del siglo pasado.

*Teniente coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca.

 

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