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La Corte Federal de Justicia de Alemania señala que los matrimonios infantiles basados en la sharia están protegidos por la Constitución

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Por Soeren Kern.- El Tribunal Federal de Justicia (Bundesgerichtshof o BGH), el tribunal más alto de Alemania de ámbito civil y penal, ha dictado que una nueva ley que prohíbe el matrimonio infantil puede ser inconstitucional porque todos los matrimonios, incluidos los basados en la ley de la sharía, están protegidos por la Ley Básica de Alemania (Grundgesetz).

La sentencia, que en la práctica abre las puertas a la legalización de los matrimonios infantiles basados en la sharia en Alemania, es uno de los ejemplos cada vez más numerosos de cómo los tribunales alemanes están –voluntaria o involuntariamente– promoviendo el establecimiento de un sistema legal islámico paralelo en el país.

El caso afecta a una pareja siria –una niña siria de 14 años casada con su primo de 21– que llegaron a Alemania en el apogeo de la crisis migratoria en agosto de 2015. La Oficina de Bienestar de la Juventud (Jugendamt) se negó a reconocer su matrimonio y separó a la niña de su marido. Cuando el marido presentó una demanda, un tribunal familiar de Aschaffenburg falló a favor de la Oficina de Bienestar de la Juventud, que alegó ser la tutora legal de la niña.

En mayo de 2016, una corte de apelaciones de Bamberg revocó la decisión. El tribunal dictó que el matrimonio era válido porque se había contraído en Siria, donde, según la ley de la sharia, están permitidos los matrimonios infantiles. La sentencia legalizaba en la práctica los matrimonios infantiles en Alemania.

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En la imagen, la sede del Bundesgerichtshof en Karlsruhe

La sentencia –descrita como un “curso intensivo de ley matrimonial siria”– provocó una tormenta de críticas. Algunos acusaron al tribunal de Bamberg de aplicar la ley de la sharia por encima de la ley alemana para legalizar una práctica prohibida en Alemania.

“Las justificaciones religiosas o culturales oscurecen el simple hecho de que los hombres mayores, pervertidos, están abusando de niñas pequeñas”, dijo Rainer Wendt, jefe del sindicato de policía alemán.

Monika Michell, de Terre des Femmes, una organización en defensa de los derechos de las mujeres que hace campaña contra el matrimonio infantil, añadió: “Un marido no puede ser el tutor legal de una esposa menor porque está implicado en una relación sexual con ella: es un conflicto de intereses muy evidente”.

La ministra de Justicia de Hesse, Eva Kühne-Hörmann, preguntó: “Si a las personas menores de edad –con motivo– no se les permite comprar cerveza, ¿por qué los legisladores deberían permitir a los niños que tomasen esas decisiones tan profundas relacionadas con el matrimonio?

Otros dijeron que la sentencia abriría las compuertas a un conflicto cultural en Alemania, ya que los musulmanes lo ven como un precedente para presionar por la legalización de otras prácticas islámicas, incluida la poligamia, en el país.

En septiembre de 2016, el ministro de Interior alemán, en respuesta a una petición amparada en la Ley de Libertad de Información, reveló que se tenía constancia de que en Alemania vivían 1.475 menores casados –entre ellos 361 menores de 14 años– a fecha de 31 de julio de 2016.

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En un intento de proteger a las niñas que eran casadas en el extranjero, pero que solicitaban asilo en Alemania, el Parlamento alemán aprobó leyes el 1 de junio de 2017 que prohibían los matrimonios infantiles. La llamada Ley para Combatir el Matrimonio Infantil (Gesetz zur Bekämpfung von Kinderehen) establece la edad mínima de consentimiento para casarse en Alemania en los 18 años, y anuló todos los matrimonios existentes, incluidos los contraídos en el extranjero, donde hubiese un implicado menor de 16 años en el momento de la ceremonia.

El Tribunal Federal de Alemania, en su sentencia, publicada el 14 de diciembre de 2018, afirmó que la nueva ley podría ser inconstitucional porque vulneraba los Artículos 1 (dignidad humana), 2 (libertad del desarrollo de la personalidad), 3 (igualdad de protección) y 6 (protección del matrimonio y la familia) de la Ley Básica, que hace las veces de Constitución en Alemania.

El tribunal también dictó que la nueva ley no se podía aplicar de forma retroactiva, y que por lo tanto no podía aplicarse a la pareja siria, que se casó en febrero de 2015.

Por último, el Tribunal Federal de Justicia le pidió al Tribunal Constitucional Federal (Bundesverfassungsgericht) que analizara la legalidad de la prohibición absoluta del matrimonio infantil y que determinara si las autoridades alemanas deberían, por lo tanto, valorar la validez de los matrimonios hasta ahora caso por caso.

La sentencia ignora el Artículo 6 de la Introducción del Código Civil alemán (Einführungsgesetz zum Bürgerlichen Gesetzbuche, EGBGB), que establece:

No se aplicará el estándar legal de otro Estado cuyo resultado sea manifiestamente incompatible con los principios esenciales de la ley alemana. En particular, no es aplicable si su aplicación es incompatible con los derechos fundamentales.

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Al blindar a la pareja ante la ley alemana, el tribunal no sólo ha legitimado el uso de la ley de la sharia para determinar el resultado de las causas judiciales en Alemania, también ha sentado un precedente que casi sin duda utilizarán en el futuro los defensores del matrimonio infantil y otras leyes extranjeras.

Además, al insistir en que la legalidad de los matrimonios infantiles se analice caso por caso, el tribunal ha abierto la puerta a las llamadas excepciones culturales, concretamente las consagradas por la ley de la sharia, que no establecen ningún límite legal de edad para casarse.

Winfried Bausback, legislador bávaro que ayudó a redactar la ley contra el matrimonio infantil, estaba indignado por la decisión del tribunal:

“Por nuestra Constitución, y por el beneficio del menor, en el caso presente, debería haber sólo una respuesta: se debe declarar nulo este matrimonio desde el principio.

Alemania no puede, por un lado, estar contra el matrimonio infantil a nivel internacional, y por el otro estar a favor de ellos en nuestro país. El interés del menor no puede verse comprometido en este caso. […] ¡Se trata de la de la protección, establecida por la Constitución, de los niños y los menores!”

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El analista Andreas von Delhaes-Guenther escribió:

“Al final, es una cuestión de principios hasta qué punto quiere Alemania aceptar la ley extranjera, que es completamente contraria a nuestra ley en cuestiones importantes. Costó siglos eliminar la Edad Media de nuestra ley; no debemos recuperarla ahora por motivos de supuesta tolerancia o “consideración de casos especiales”. En su lugar, lo que debemos decir es que, en Alemania, las leyes alemanas aplican para todos, especialmente en intereses legales importantes como la vida, la salud, o el bienestar del niño, con un límite de edad inmutable para casarse.

Deberíamos considerar una cosa más: los juicios se hacen ‘en nombre del pueblo’. Este pueblo ha expresado claramente, a través de sus representantes en el Bundestag, que ya no quiere reconocer el matrimonio infantil”.

Los tribunales alemanes y la ley de la sharia

Los tribunales alemanes están derivando cada vez más a la ley islámica porque o bien los demandantes o bien los demandados son musulmanes. Los críticos dicen que los casos –especialmente en los que la ley alemana ha quedado situada por detrás de la ley de la sharia– reflejan una peligrosa intrusión de la ley islámica en el sistema legal alemán.

En noviembre de 2016, por ejemplo, un tribunal de Wuppertal dictó que siete islamistas que habían formado una patrulla de vigilancia para hacer cumplir la ley de la sharia en las calles de la ciudad no habían vulnerado la ley alemana y que simplemente estaban ejerciendo su derecho a la libertad de expresión.

La autoproclamada “policía de la sharia” había provocado la indignación de la opinión pública en septiembre de 2014, cuando distribuyó panfletos amarillos que declaraban el distrito de Elberfeld de Wuppertal como “zona controlada por la ley de la sharia”. Los hombres conminaban a los transeúntes musulmanes y no musulmanes a acudir a las mezquitas y a abstenerse del alcohol, el tabaco, las drogas, el juego, la música, la pornografía y la prostitución.

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El fiscal público de Wuppertal, Wolf-Tilman Baumert, arguyó que los hombres, que vestían chalecos naranjas con las palabras “POLICÍA DE LA SHARIA”, habían vulnerado una ley que prohíbe llevar uniformes en los mítines públicos. La ley, que prohíbe especialmente que los uniformes expresen opiniones políticas, se diseñó originalmente para impedir que las asociaciones neonazis desfilaran en público. Según Baumert, los chalecos eran ilegales porque tenían un efecto “deliberado, intimidante y militante”.

El Tribunal del Distrito de Wuppertal, sin embargo, dictó que los chalecos no eran técnicamente uniformes, y que en cualquier caso, no representaban una amenaza. El tribunal dijo que los testigos y transeúntes no podían en absoluto sentirse intimidados por los hombres, y que enjuiciarlos infringiría su libertad de expresión. La decisión “políticamente correcta”, que fue apelada con éxito, autorizaba en la práctica que la policía de la sharia siguiera aplicando la ley de la sharia en Wuppertal.

El 11 de enero de 2018, sin embargo, el Tribunal Federal de Justicia revocó la decisión del tribunal de Wuppertal y ordenó que se volviera a juzgar a los siete individuos. El Tribunal Federal afirmó que sí habían vulnerado la ley que prohíbe llevar uniforme.

La ley de la sharia se ha estado introduciendo en el sistema judicial alemán, prácticamente sin controles, durante casi dos décadas. Estos son algunos ejemplos:

En agosto de 2000, un tribunal de Kassel ordenó a una viuda que se repartiera la pensión de su difunto marido marroquí con otra mujer con la que estaba casado a la vez. Aunque la poligamia es ilegal en Alemania, el juez dictó que las dos viudas debían compartir la pensión, según la ley marroquí.

En marzo de 2004, un tribunal de Coblenza concedió a la segunda esposa de un iraquí que vivía en Alemania el derecho a permanecer en el país. El tribunal dictó que tras cinco años de matrimonio polígamo en Alemania, sería injusto esperar que tuviese que volver a Irak.

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Islamistas se enfrentan en la calle a policías alemanes

En marzo de 2007, una jueza de Fráncfort citó el Corán en un caso de divorcio que afectaba a una mujer alemana-marroquí que había recibido repetidas palizas de su marido marroquí. Aunque la policía ordenó que el hombre se mantuviera alejado de su mujer separada, siguió maltratándola y en un determinado momento la amenazó de muerte. La jueza Christa Datz-Winter se negó a conceder el divorcio. Citó la sura 4, versículo 34 del Corán, que justifica “tanto el derecho del marido a emplear el castigo corporal contra una mujer desobediente y el establecimiento de la superioridad del marido sobre la mujer”. La jueza fue al final apartada del caso.

En diciembre de 2008, un tribunal de Düsseldorf ordenó a un hombre turco a pagar una dote de 30.000 euros a su exnuera, según la ley de la sharia.

En octubre de 2010, un tribunal de Colonia sentenció a un iraní a pagar a su exmujer una dote de 162.000 euros, el equivalente actual de 600 monedas de oro, según el contrato original de la ley de la sharia.

En diciembre de 2010, un tribunal de Múnich dictó que una viuda alemana tenía derecho sólo a una cuarta parte de las propiedades dejadas por su difunto marido, que nació en Irán. El tribunal concedió las otras tres cuartas partes de la herencia a los familiares del hombre en Teherán, de acuerdo con la ley de la sharia.

En noviembre de 2011, un tribunal de Siegburg permitió a una pareja iraní divorciarse dos veces, la primera con un juez alemán según la ley alemana, y después con un clérigo iraní según la ley de la sharia. La presidenta del Tribunal del Distrito de Siegburg, Birgit Niepmann, dijo que la ceremonia de la sharia era “un servicio del tribunal”.

En julio de 2012, un tribunal de Hamm ordenó a un iraní a pagar a su exmujer una dote como parte de un acuerdo de divorcio. El caso afectaba a una pareja que se había casado por la ley de la sharia en Irán, y que emigró a Alemania y después se separó. Como parte del acuerdo original de matrimonio, el marido le había prometido a su mujer pagarle una dote de 800 monedas de oro pagaderas bajo demanda. El tribunal ordenó que el marido le pagara a la mujer 213.000 euros, el equivalente actual de las monedas.

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En junio de 2013, un tribunal de Hamm dictó que cualquiera que contrajese matrimonio según la ley islámica en un país musulmán y después solicitara el divorcio en Alemania debía atenerse a los términos originales establecidos por la ley de la sharia. La sentencia histórica legalizó en la práctica la sharia del “triple talaq”, al obtener el divorcio recitando tres veces la frase “Me divorcio de ti”.

En julio de 2016, un tribunal de Hamm ordenó a un libanés a pagar a su exmujer una dote como parte del acuerdo de divorcio. El caso afectaba a una pareja que se había casado por la ley de la sharia en el Líbano, que emigró a Alemania y después se separó. Como parte del acuerdo original de matrimonio, el marido le había prometido a su mujer pagarle una dote de 15.000 euros. El tribunal alemán le ordenó pagarle la cantidad equivalente en euros.

En una entrevista con Spiegel Online, el experto en el islam Mathias Rohe defendió la existencia de estructuras legales paralelas en Alemania como una “expresión de la globalización”. Añadió: “Aplicamos la ley islámica igual que lo hacemos con la ley francesa”.

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