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Con ocasión de uno de esos juicios que tanto han dado que hablar, y que seguramente seguirán siendo noticia en el futuro, a tres jueces en ejercicio, en diversas partes de España, no se les ocurrió otra cosa que publicar una carta abierta poniendo de chupa de dómine a sus compañeros, que habían intervenido en ese asunto.
Como justiciable, incluso ajusticiado, y sobre todo como abogado, y profesional del Derecho, teórico y práctico, me llevé las manos a la cabeza, y pensé que esa situación decía ser puesta en conocimiento del CGPJ, para la exigencia de las responsabilidades disciplinarias pertinentes, en su caso y en su día.
Envié la información pertinente a dicho Consejo, y se incoó la Diligencia Informativa 337/2018, que se abrió y cerró el mismo día, sin molestar a sus señorías ilustrísimas, faltaría más, que bastante ocupadas están en poner a parir a sus compañeros, como para encima hacerles perder el tiempo con esta “chorrada”.
Decía así yo, según los Antecedentes de Hecho del Acuerdo del Promotor de la Acción Disciplinaria:
“En concreto manifiesta, que no es lógico ni admisible que unos jueces se dediquen a criticar públicamente las sentencias de otros compañeros pues ello puede hacer quebrar el cada día más escaso respeto que la sociedad española tiene a nuestra Administración de Justicia en general, y a los Magistrados y Jueces, en particular.
Añade que un juez debe hacer abstracción de su sexo a la hora de valorar los hechos, puesto que cuando razona en Derecho debe hacerlo en calidad de Juez, no de hombre o mujer.
Igualmente manifiesta el Sr. Grau que vivimos en una sociedad insegura jurídicamente, y los ciudadanos acuden a los juzgados buscando una certeza y una seguridad jurídica que con este tipo de actuaciones, difícilmente van a encontrar, pues parece que se ha abierto la veda para que cualquier juez, en lugar de hacer su trabajo, pueda dedicarse a criticar gratuitamente las actuaciones de sus compañeros, poniendo en duda su profesionalidad y competencia”.
Para el Promotor, y según su Fundamento Jurídico Único:
“No resulta posible, sin embargo, compartir el punto de vista esgrimido por el denunciante… Y es de ver cómo, del contenido de la carta, tales limitaciones han sido respetadas por dichas Magistradas, quienes se han limitado a exteriorizar unas determinadas opiniones técnicas y valorativas, de interpretación jurídica y de análisis basado en el Derecho, propias del ámbito académico, de investigación o del comentario jurisprudencial”.
¡Pero no son profesoras universitarias, ni mucho menos investigadoras jurídicas, o ensayistas del ámbito legal, sino jueces en activo, que ejercen la profesión, y deberían comportarse como tales, con el máximo respeto hacia todos y cada uno de sus compañeros, vamos, digo yo!
Y ustedes, ¿qué opinan?
*Abogado, profesor universitario de Derecho y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.
Carmen
07/07/2019 at 14:23
Unas juezas que en lugar de hacer su trabajo, y agilizar los penosos retrasos de la justicia española, pierden su tiempo poniendo a parir a otros compañeros de su gremio, NO MERECEN RESPETO NI CONSIDERACIÓN ALGUNA.
Pilar
07/07/2019 at 14:23
Unas juezas, que en lugar de hacer su trabajo, y agilizar los retrasos en la justicia, se dedican a poner a parir a otros compañeros, NO MERECEN RESPETO NI CONSIDERACIÓN ALGUNA.
Y lo digo como mujer, y como juez o jueza.
Pilar
13/10/2018 at 07:13
Unas juezas, que en lugar de hacer su trabajo, y agilizar los retrasos en la justicia, se dedican a poner a parir a otros compañeros, NO MERECEN RESPETO NI CONSIDERACIÓN ALGUNA.
Y lo digo como mujer, y como juez o jueza.
Carmen
13/10/2018 at 07:11
Unas juezas que en lugar de hacer su trabajo, y agilizar los penosos retrasos de la justicia española, pierden su tiempo poniendo a parir a otros compañeros de su gremio, NO MERECEN RESPETO NI CONSIDERACIÓN ALGUNA.