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Guillermo Toledo I el Rojo, en el templo del capitalismo: la Clínica Ruber de Madrid

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Cuenta la leyenda, que si a las 12 de la noche uno abre un navegador, entra en Google, y busca “Personaje vivo más abyecto, miserable, ruin, nauseabundo, deleznable y traidor”, Google se vuelve loco y empieza a vomitar en su pantalla la foto que abre este artículo.

Efectivamente, vamos a hablar de Guillermo, alias “Willy” Toledo.


Es curioso como toda esta caterva de rojos procubanos y bolivarianos de pro, que tanto defienden la sanidad pública, que insultan de las maneras más soeces a los que no pensando como ellos, siempre y en todas las ocasiones son “fachas”, en cuanto tienen el menor síntoma de algún divieso, golondrino, pústula o verruga genital, o incluso casos graves de miasmas catarrales acuden a velocidad terminal a los mejores centros de medicina privada que son capaces de encontrar en 500 kms a la redonda.

 

Ahí tienen a la familia Monst… perdón, a la familia Bardem, que cuando Penélope comenzó los “trabajos” de parto (lo de trabajos es un decir; cuentan que había dos enfermeras empujando por ella, mientras ella dormía el sueño de la anestesia) no dieron un lugar más obrero, popular, comunista y público que la clínica más cara del mundo: el “Mount Sinai”.

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Mucho más cerca, y desde luego en otro rango económico, los más miserables artistillas, titiriteros y pazguatos comicastros de quinta división que adornan y solazan nuestra Patria se limitan a acudir a clínicas de gran renombre, pero de nivel local; algo más cañí, como si dijéramos.

Que tampoco podríamos calificar de lujosas y “chic”, porque en una de ellas sufre entre las garras del coronavirus la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calva. Perdón. Calvo. El atún no: la Vice.

El caso es que un lector nos ha hecho llegar esta descacharrante imagen en la que encontramos al dilecto señor Toledo, Guillermo, mirando con chulería de Villaverde (bajo) a la cámara del móvil que le retrata, mientras guarda turno -muy educadamente, parece- para ser atendido en la conocidísima “Clínica Ruber” de Madrid.

No parece que acuda por un caso de coronavirus, pero desde aquí le deseamos una pronta mejoría de todo lo que le aqueje. Ustedes… ya me entienden.

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