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Centro de Revisión de Contenidos. Así es como denomina Facebook a la gran oficina de censura y de control de la libertad de expresión que ha montado en Barcelona para revisar que todos los contenidos que los ciudadanos publican en su red “cumplan con nuestras normas”. Según ha divulgado la propia compañía, las nuevas instalaciones, en las que participan 800 personas “que trabajan con el objetivo de que Facebook sea más seguro para millones de comunidades diferentes que utilizan nuestra plataforma”, forman parte de la nueva infraestructura que la compañía californiana ha puesto en marcha a nivel mundial para “identificar proactivamente el contenido problemático y tomar las medidas adecuadas”.
“Este año, en todo el mundo, hemos triplicado el número de personas que trabajan en los equipos que se ocupan de la seguridad, de 10.000 a más de 30.000, de los cuales alrededor de la mitad son revisores de contenido que trabajan en centros de revisión de contenido. Como ocurre en todos nuestros centros de revisión de contenido, el equipo de Barcelona está formado por personas que hablan distintas lenguas maternas, por lo que es capaz de ofrecer el soporte en varios idiomas, además de español, y revisar todo tipo de contenido problemático y abusivo”.
Al visitar la oficina de Barcelona, David Geraghty, Director de Operaciones Comunitarias de Facebook, ha explicado lo siguiente: “Para finales de año, tendremos un equipo importante aquí en Barcelona, que nos ayudará a mantener a la gente segura en Facebook. Esto es parte de nuestra mayor inversión en seguridad y protección, aumentando estos equipos a más de 30.000 y utilizando tecnología de vanguardia para identificar proactivamente ciertos tipos de contenido abusivo antes de que la gente nos informe. Estos son pasos importantes para acabar con el abuso en Facebook y, aunque reconocemos que hay mucho más por hacer, estamos encantados de tener a CCC como socio en este trabajo tan crucial”.
Según algunas informaciones, en lo que va de año, Facebook ha actuado contra cerca de ocho millones de contenidos por “discurso de odio”. “Nuestra política sobre discurso de odio es igual en todos los países y se aplica a todo el mundo, incluidas figuras públicas, da igual que seas Bolsonaro, Trump o un ciudadano anónimo”, asegura la máxima responsable europea en política de contenidos de la compañía, Siobhan Cummiskey. A algunos analistas no se les ha escapado el detalle: al citar nombres de personas públicas que pueden generar “discursos de odio”, Cummiskey no se ha acordado de conocidos terroristas, de destacados líderes mundiales de la extrema izquierda o de tantos y tantos líderes islamistas como llaman a la “guerra santa” desde Facebook sino de dos líderes políticos occidentales que han ganado democráticamente las elecciones en sus respectivos países occidentales.
(La Tribuna del País Vasco)
