¡Comparte esta publicación!
Europa está en crisis económica. Europa está en crisis social. Europa está en crisis demográfica. Europa está en crisis moral y de valores. Es la crisis de la globalización y de la invasión migratoria, es la crisis del paro y de las política de recortes, que en realidad son las política de la ruina, es la crisis provocada por una casta política sin escrúpulos, ignorante e inepta y una clase financiera ruin, explotadora y…
Es la crisis del paro y de la invasión demográfica, es la crisis de las políticas de recortes, es la crisis de la corrupción permanente y generalizada, es la crisis de la falta de confianza de unas instituciones que viven de espaldas a la gente y de cara a sus respectivos bolsillos. Es, en definitiva, la crisis de un modelo socio-económico y político que ha entrado en fase terminal, aunque mucho nos tememos que su agonía vaya a ser larga y dolorosa.
Como se sabe en chino las letras no representa sólo sonidos, sino idea, es decir son ideogramas. Y precisamente el ideograma que representa la crisis es el mismo que representa el concepto de oportunidad. La crisis –como catársis- es la fase final de una coyuntura que necesariamente tiende a la descomposición y a su sustitución por un nuevo paradigma –en este caso político- más adecuado con la realidad.
Pues bien, esa “oportunidad” y ese cambio de paradigma, esa esperanza para los que ya no tienen esperanzas, esa posibilidad que tiene Europa de salir de su decadencia y recuperar la fuerza y el vigor de nuestra civilización y de nuestros pueblos, son hoy los partidos identitarios que crecen de forma exponencial en simpatías y adhesiones en toda Europa, especialmente entre los más afectados por esta brutal crisis y sus dramáticas consecuencias.
Cataluña es Europa, y también aquí hay resistencia y oposición a las amenazas sobre los pueblos europeos. Aquí la resistencia identitaria tiene un nombre, Som Identitaris, nuestro mensaje está llegando, nuestra presencia en las instituciones ya es un hecho, y tendrá mucho mayor impacto en los próximos años. Pero Som Identitaris, como el resto de partidos identitarios, somos conscientes de que lo que nos jugamos es el ser o no ser de Europa, por eso desde hace años hemos estado presente y participado con interés en todos los procesos de coordinación y alianzas entre formaciones identitarias europeas.
Los acontecimientos de los últimos meses ponen en evidencia que esta necesidad de alianzas identitarias europeas es entendida y promocionada por sus principales representantes. Ellos saben que Som Identitaris está en primera fila de esa necesaria vanguardia identitaria europea.