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RC.- El joven de la imagen, como bien sabéis, lleva más de veinte años sin poder presentarse a las elecciones.
Representantes de sus asesinos sí lo podrán hacer, una vez más.
En España, a todas horas, se habla de presos políticos que no son tales. En cambio, pocos recuerdan a quienes sí lo fueron en toda la literalidad del término. Miguél Ángel Blanco fue uno de ellos. El joven concejal de Ermua (Vizcaya) fue privado de su libertad y asesinado por representar la defensa de España y la libertad de los españoles.
Los representantes de sus asesinos continúan con su loca pretensión de romper España o debilitarla un poco más cada día.
Muchos españoles, pese a las dificultades, siguen defendiendo una España fuerte y unida, segura de sí misma y orgullosa de su gente. Como a Miguel Ángel le gustaba. Fue esa España por la que entregó su preciosa vida. Esa sigue siendo la España que merece ser sentida y vivida.
Su sacrificio hará posible que, este domingo, millones de españoles puedan votar en paz y en libertad, incluidos los que defienden las mismas ideas que sus secuestradores y asesinos. Tuvo que pagar el precio más alto para que sus hermosos ideales sigan teniendo hoy plena vigencia. La libertad de decidir y de elegir libremente a nuestros representantes no habría sido posible sin españoles como Miguel Ángel. Nos contempla desde la inmensidad del firmamento, junto a todos los héroes que en España han sido. Seamos dignos de su memoria y de todos los ideales que alumbraron su vida, en especial el más hermoso de todos ellos, proclamado a voces por millones de gargantas en esta hora tan fatídica: ¡ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA!