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Luis Duato.- Italia ha sido el escenario del descubrimiento de un esqueleto muy curioso: un grupo de arqueólogos se han encontrado con los restos de un niño de 10 años que les ha dejado desconcertados.
El niño, que fue enterrado en ese lugar hace unos 2000 años, tenía una piedra en la boca. Este ritual se utilizaba para evitar que los cadáveres pudieran levantarse de la tumba una vez hubieran muertos.
Según las palabras de Davin Soren, arqueólogo de la Universidad de Arizona, esto es extremadamente raro y espeluznante. Soren se ha encargado de revisar las excavaciones de la zona durante las últimas 3 décadas y, según declara, nunca había visto tal cosa.
Con el objetivo de intentar esclarecer esta situación, los huesos del niño han sido examinados y se ha concluido que tenía malaria en el momento de su muerte. Se piensa que la piedra fue colocada en su boca para evitar que la enfermedad pudiera ser propagada en el resto de residentes.
Los restos del niño forma parte de un conjunto de 5 sepulturas que se encontraron el verano pasado, en un cementerio de niños en el que se han localizado ya más de 10 cuerpos. Los arqueólogos han confirmado que hay más que evidentes prácticas de brujería, y esto lo saben debido a elementos anómalos que han encontrado en las tumbas o inmediaciones, cómo son garras de cuervo o huesos de sapo, entre otros elementos.
El niño vampiro ha sido bautizado cómo el vampiro de Lugnano y todavía no se conoce el sexo del esqueleto. Lo que si que se sabe, por lo menos hasta este momento, que es el mayor de los cuerpos que ha sido identificado hasta este momento.
Estudio del “niño vampiro” en detalle
Todas las referencias parecen indicar que la forma en la que está colocada la mandíbula, además de las marcas de dientes dispuestas en la piedra, apuntan a que realmente esta fue introducida de forma intencionada.
Estos entierros no son habituales, pero si que es cierto que se han encontrado más que uno (cómo en Northamptonshire o en Venecia, aunque en estos emplazamientos los hallazgos son más macabros, como la presencia de estacas en el corazón o el desmembramiento de los cuerpos).
Esta es la explicación: este procedimiento forma parte de un tratamiento no común que se seguía en algunas culturas, normalmente romanas. La idea de colocar una piedra en la boca, o de realizar prácticas similares, era evitar que una persona pudiera regresar de entre los muertos, además de evitar que la enfermedad que tenía, la que le había llevado a la muerte, pudiera llegar a propagarse entre todo el mundo.
Hace no mucho también se encontró a una niña de 3 años que fue enterrada con piedras pesadas en pies y brazos, con la idea de impedir que los muertos pudieran volver a la vida. Se utilizaba la brujería para evitar que el cuerpo pudiera ser contaminado de tal manera.
