Más...

Corruptos pero menos

Published

on

¡Comparte esta publicación!

Agustín Pery.- No se producirán escraches a los prebostes del PSOE caídos, ni caceroladas a la puerta de Ferraz, tampoco asunción de culpas por parte de quienes se beneficiaron a nivel nacional de una red clientelar que convirtió a Andalucía en el mayor caladero de votos del socialismo patrio. Porque, el pesebre andaluz, no se olvide, llenó de diputados la Carrera de San Jerónimo.

Lo que ya hay es la categorización interesada del crimen. Da igual que estemos ante el mayor latrocinio de la democracia, que el dolo causado a las arcas públicas, las nuestras, roce los 1.000 millones de euros. Poco importa que se asaran vacas, se esnifaran rayas o se pagaran con dinero de todos las prostitutas de unos pocos. Aquí lo que importa es que quede claro que los malos son los del charrán y no los de la rosa. Los primeros merecen mociones de censura, los segundos, ay, lo hicieron por el pueblo. Puro bolivarianismo sin vengüenza. Es decir, que mantenerse en la poltrona gracias a la tecnificación del «pay per vote» es corrupción pero menos. Ya.

Lo peor no es comprobar el grado de bajeza moral de los condenados sino saber que la progresía lo único en lo que avanza es en su degradación moral. Esa que instaura un relato perverso porque sostiene que se puede delinquir siempre que el fin no sea el enriquecimento personal sino el del partido, beneficiario último de una trama mafiosa que permitió perpetuar el régimen socialista en Andalucía.

Así, los capos de la «cosa suya» cuentan hoy con sus heraldos en los medios que se contentan con pegarles un pequeño pellizco mientras enceran la vara para seguir golpeando a los verdaderos corruptos.

Advertisement

Ya ven, en esto hay clases y niveles. Tantos como para edulcorar lo que es auténtico ricino difícil de digerir para cualquiera que tenga un mínimo de moral: dos presidentes del PSOE y de la Junta condenados por corrupción. Eso sí que es un escándalo. Mucho más tratar de minimizarlo y justificarlo porque hacerlo convierte a sus voceros de Podemos y el PSOE en cooperadores necesarios de la corrupción de mañana. Esa que se escuda en que corrupto es siempre el otro, nunca los míos. Corruptos de parte, amparados por su partido, protegidos por un puñetero carné.

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil