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España

Casado: «Cataluña está descontrolada y Sánchez está secuestrado por el independentismo»

Redacción

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El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, hace declaraciones a los medios
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El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha reclamado hoy a Pedro Sánchez que abra una ronda de contactos con los partidos ante el chantaje de los golpistas y forme un frente común con los partidos constitucionalistas. «Eso debería hacer si tiene un mínimo de responsabilidad, aunque no seré yo quien sea su salvavidas», ha afirmado, antes de lamentar que cada día que pasa con el Gobierno aguantando es peor para España.
«Ciudadanos y el PP están completamente de acuerdo en la estrategia que tenemos que seguir, respeto a la Constitución y unidad de España. En esto no va a haber ninguna fisura entre PP y Cs. Esa alianza de constitucionalistas es tremendamente positiva y es una pena que el PSOE, en concreto el PSC, no esté en esa alianza», ha explicado.

«No podemos seguir así, Cataluña está descontrolada, el Gobierno no existe y el presidente del Gobierno está secuestrado por el independentismo. Si no sabe, o no puede, o no le dejan poner orden, tiene que convocar elecciones cuando antes», ha reclamado el líder popular, que ha afirmado que el PP no va a tolerar esta situación «preocupante para la convivencia, abochornante a nivel internacional y una bancarrota económica» ni un día más.

Así, le dicho a Pedro Sánchez, «que no puede seguir siendo el rehén de los independentistas» y se ha preguntado «¿qué más tiene que pasar para que el Gobierno ponga en marcha el artículo 155, que Pedro Sánchez abandone el lastre de los independentistas, convoque elecciones y de la voz a todos los españoles?».

El presidente del PP ha insistido en que Cataluña no merece un Gobierno débil y en que el apaciguamiento no es la solución, porque «quien pedía ayer diálogo sin honor, al final va a tener confrontación y deshonor». Asimismo, le ha pedido al presidente del Gobierno que decida si está en el lado de los constitucionalistas y el cumplimiento de la Ley o está inhabilitado para seguir en el palacio de la Moncloa, con lo que debería someterse a una cuestión de confianza, «para que todos los españoles sepamos quienes son sus apoyos parlamentarios y, si son los independentistas, la legislatura ya ha acabado».

UNIDAD DE ESPAÑA

Durante una visita al South Summit 2018, que este año se celebra en Madrid bajo el título ‘Where Innovation meet Business», Casado ha ensalzado la respuesta que dio hace un año el Rey Felipe VI al desafío de los secesionistas y ha destacado que «afronto la respuesta del Estado, frente al golpe al Estado de los secesionistas, igual que lo hizo su padre el 23F», ya que hizo un magnífico discurso «para reivindicar la unidad de España, la legalidad y la concordia en Cataluña». En este sentido, le ha mostrado su apoyo absoluto, «agradecimiento y admiración»; y ha destacado que lo que dijo «es lo que pensamos la mayoría de los españoles».

«La España de las banderas que surgió, y espero a liderar, es la España trasversal que, lejos de ideologías, lo que quiere es una respuesta firme al golpe de Estado secesionista».

APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 155

Tras asegurar que al PP no le temblará el pulso cuando recupere el gobierno «para poner orden en Cataluña, mejorar la economía y el prestigio internacional», ha reclamado al presidente del Gobierno que abandone el «lastre» de los independentistas y «que abra las urnas a los ciudadanos». «La situación en Cataluña es insostenible, es una autonomía sin ley, en la que el Parlament está rehén de los grupos que no defienden la democracia y en la que la oposición está acallada por un gobierno cada vez más totalitario», ha denunciado.

Por eso, tras recordar las medidas legislativas que ha propuesto el PP, como la aplicación de la Ley de Partidos «para estudiar si algún partido por no condenar la violencia, ya podría empezar a tener un proceso por el cual se le exija que la condene o que pueda incluso llegar a ser ilegalizado», le ha vuelto a ofrecer al Gobierno la mayoría absoluta del PP en el Senado, para aplicar el artículo 155, «el tiempo que haga falta y con la amplitud necesaria».

En este sentido, ha lamentado que el año pasado Ciudadanos defendiera su aplicación solo para convocar elecciones y que el Partido Socialista «no nos dejó aplicarlo ni en la TV3, ni en la Educación ni en los Mossos d’Esquadra». «Ahora se tiene que aplicar el tiempo que haga falta, como se hace en los países serios, donde una región o autonomía se sitúa fuera de la Ley».

PROPUESTAS LEGISLATIVAS

El presidente del PP también ha recordado su propuesta respecto a la Ley de Símbolos; la tipificación en el Código Penal del delito de referéndum ilegal; la modificación de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, «para que ninguna organización o partido pueda recibir fondos públicos cuando amparen, por ejemplo, un independentismo violento»; o la reforma de la Ley de Acción Exterior, «para que se pueda cerrar, directamente cualquier oficina autonómica, mal llamada embajada, que atente contra la legalidad en España».

«El Gobierno está machacando la separación de poderes, dando instrucciones a los jueces de lo que tiene que hacer, arremetiendo contra la libertad de prensa, se está cargando la soberanía nacional, que reside en las dos Cámaras. Intenta amordazar al Senado a la venezolana, quitando la capacidad del Congreso para que sea un contrapeso a la acción del Ejecutivo; lo nunca visto», ha lamentado antes de insistir en la inmediata convocatoria de elecciones «este Gobierno no puede seguir ni un día más

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España

Feminismo: fin de ciclo. Por Carlos X. Blanco

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El feminismo ha cerrado su ciclo. Al final, una vez que los países de Occidente llegaron a conseguir una igualdad ante la ley, que se traduce inmediatamente en una igualdad de oportunidades, esta ideología carece de razón de ser. Otra cosa es la cuestión política, no conceptual, de que se cumpla la ley.

El feminismo no puede ser, y nunca ha sido, una ideología autosuficiente. Como entidad ideológica distinta de otras que, coyunturalmente, hayan podido albergarla (socialismo, liberalismo, etc.) es un completo sinsentido. La trayectoria efectiva del movimiento ha sido más bien deletérea. Donde aterrizó el feminismo, el huésped se convirtió en organismo enfermo y muerto.

Se le puede comparar a un virus. Cuando es un movimiento social e ideológico minoritario, se aloja en un cuerpo más grande y verdaderamente autosuficiente, por cuanto este cuerpo sí ofrecía una cosmovisión, logrando desviar sus objetivos, ese movimiento es un virus. Creo que este es el caso probado del socialismo y el comunismo (en una palabra, la izquierda clásica).

La izquierda clásica llegó a albergar la ideología del trabajador: la vida es trabajo, y quien trabaja merece una vida digna, pues contribuye con su fuerza viva a la sociedad y no solo produce para su sustento y el de la familia, vivifica el cuerpo social. La izquierda clásica siempre ha teorizado un “Estado del trabajo”. Los niños, los enfermos, los ancianos, etc. pueden quedar dispensados del trabajo directamente productivo, si bien, de una manera radical, la sociedad en la ideología de la izquierda clásica es concebida como una comunidad en la cual todos aportan, en la medida en que puedan, y quien no aporta no recibe. Carece de derechos para recibir de la comunidad.

Prescindo de los detalles. Habría mucho que decir si este Estado del trabajo (“quien no trabaje que no coma”, gustaba de decir Marx) ha existido plenamente, y si el actual capitalismo tardío, sumido en la IV Revolución Industrial, después de haber prescindido de la burguesía va a prescindir también del trabajador, sustituido por robots, inteligencias artificiales y por una gran masa de consumidores-esclavos que no van a ser, estrictamente trabajadores sino más bien “carne”, objeto de consumo a su vez.

Esto, para un escrito breve, me llevaría muy lejos. Ahora solamente quiero detectar la naturaleza parasitaria de ciertas ideologías, creadas muy probablemente con el objeto (ya no disimulado) de difuminar las luchas clásicas –que siguen molestando al Capital, al Polo dominador. La lucha de los trabajadores contra el Capital era una lucha de hombres y mujeres, unidos como trabajadores, contra un sistema de dominación económico que, en cuanto se resolvía como lucha de clases, presuponía que cada una de clases (en distintas proporciones) tenía que estar siempre compuesta por hombres y mujeres. Las clases sociales, lo mismo que las ciudades o las naciones, siguen formándose necesariamente en virtud de esa –para algunos, molesta- dualidad de sexos. Machos y hembras son los trabajadores, y machos y hembras son los capitalistas. La lucha de los 51 “géneros” contra el Capital es ridícula.

La invención de la Guerra de Sexos, igual que la invención de la Guerra de Razas y otras tantas y tantas guerras de laboratorio (véase la guerra del Covid, también un producto de laboratorio), procede de los departamentos universitarios americanos que, tras una apresurada digestión del posmodernismo francés del 68, consiguieron neutralizar la Guerra de Clases, la única que molestaba al Capital, y cuyo gendarme planetario eran –y sigue siendo- los Estados Unidos de América.

La invención de la Guerra de Sexos, como la Guerra de Razas o la Guerra de Civilizaciones, es una creación pseudoideológica, pues no se trata ni siquiera de una cosmovisión (equivocada o no) sino de un virus mental creado en laboratorios yanquis, con el fin de dividir a los trabajadores y restar potencial subversivo a los propios pueblos. Toda división creada en el seno del pueblo tiene por misión restarle fuerzas para que el Polo dominante prosiga su saqueo.

Resulta patético ver a las mujeres pidiendo que se enseñen en las aulas a las “mujeres filósofas”, cuando éstas apenas existieron antes del siglo XX. Estas feministas de la filosofía harían mejor en estudiar al “macho” Hegel y al barbudo Marx. Estos machos, producto al parecer horrendo de una sociedad patriarcal, hicieron más por la liberación de la mujer que todas las feministas graduadas, doctoradas y laureadas que en el mundo han sido. Pues las ideas no tienen sexo. No importan las “mujeres filósofas”. Importan las ideas filosóficas pues éstas ya han sublimado toda la testosterona y todos los estrógenos.

 

Carlos X. Blanco

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