La policía brasileña ha detenido a cuatro voluntarios que participaron en los incendios de la Amazonía brasileña acusados de haberlos provocado intencionadamente para cobrar posteriormente diversas donaciones. Todos ellos formarían parte de varias ONG involucradas en las labores de control y extinción.
Concretamente, los acusados conformaban un equipo de lucha contra los fuegos en el distrito de Alter do Chao, en la ciudad brasileña de Santarem, en el estado amazónico de Pará. Además, la policía del país sudamericano ha registrado la sede de Projeto Saúde e Alegria, una de las ONG más reconocidas de la región. Caetano Scannavino, director de la organización ha salido al paso con un comunicado en el que niega irregularidad alguna de la ONG.
«No sabemos hasta ahora de qué estamos siendo acusados, porque fueron hasta nuestra oficina sin una decisión judicial, con un mandato genérico, para aprehenderlo todo», aseguraba en rueda de prensa Sannavino.
El comisario de la Policía Civil, José Humberto de Melo, explicó al diario O Estado de Sao Paulo que al menos tres ONG -Brigada Alter do Chão, Aquíferos Alter do Chão y Projeto Saúde e Alegria (PSA)- habrían provocado los incendios para recibir recursos de diversas organizaciones.
De Melo señaló que los implicados llegaron a vender fotos de los incendios que ellos mismos provocaron para el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), que no es objeto de la investigación.
Casualmente, en Australia la Justicia ha presentado cargos este miércoles contra un voluntario de 19 años del Cuerpo de Bomberos de Nueva Gales del Sur por provocar al menos siete incendios en una zona que se ha visto gravemente afectada por el avance de las llamas los últimos meses.
La decisión ha sido tomada ante un panorama desolador: más de un centenar de focos continúan activos a lo largo de la costa oriental australiana, donde miles de bomberos siguen luchando contra el fuego.
El joven fue visto prendiendo fuego a unos matorrales cerca de Bega, a unos 500 kilómetros de la localidad de Sídney, para regresar poco después y tratar de apagar el fuego como parte de una unidad de bomberos voluntarios, tal y como ha explicado la Policía en un comunicado.
Terror cretácico en la selva y el manglar y un nuevo juego de mesa basado en la época de los dinosaurios
Está a la venta o nuevo juego de mesa basado en la época de los dinosaurios. En concreto, la última etapa de ese largo reinado de estos animales monstruosos y en concreto un lugar: lo que hoy es el norte de África, el Magreb. Un paisaje muy diferente al actual, con selvas enormes y ríos muy caudalosos les queda aún la cicatriz de su paso por lo que hoy es un auténtico secarral.
El Sáhara en el periodo Cretácico
Parece increíble que hace solo 7.000 años, que en Historia Natural es un suspiro, los antepasados cazaran y recolectaran por allí en medio de una gran abundancia. Estamos hablando de que en el corazón del Sahel se localizaba un lago del tamaño de España entera. Un vergel que hoy, por desgracia, está prácticamente desaparecido. Sin embargo, hace millones de años, esa exuberancia vegetal y de fauna era mucho mayor. Con especies animales tan grandes como no han pisado la Tierra, ni antes ni después: los dinosaurios herbívoros y carnívoros más gigantescos de toda la Historia. Hasta tal punto que se ha descrito esta zona del Sahara, en el periodo Cretácico, como el lugar más peligroso que jamás ha existido.
Cerca de casa tuvimos el carcharodontosaurio del Sáhara
Todos los que hemos visto Jurassic Park nos hacemos una idea de las proporciones de estos enormes animales, pero, ¿podéis imaginar, incluso, un depredador más grande y poderoso que el tiranosaurio rex? Pues cerca de casa tuvimos el carcharodontosaurio del Sáhara, un depredador bípedo muy similar al tiranosaurio más conocido, pero de una corpulencia aún mayor. Una bestia feroz que recorría lo que hoy es desierto, en busca de los grandes herbívoros que le servían de comida, inclusive los indescriptiblemente grandes titanosaurios: monstruosos dinosaurios de cuello largo, con colas que eran como látigos gigantes y patas como columnas. Unas bestias que no pudieron comer otra cosa que toneladas y toneladas de hojas de árbol. Esos árboles que hace tiempo que pasaron a mejor vida en el Sáhara.
Depredadores más pequeños que el carcharodontosaurio, pero igualmente feroces
Y había un montón de depredadores más pequeños que el carcharodontosaurio, pero igualmente feroces y eficaces cazadores. De hecho, en la vecina Península Ibérica, por aquel mismo tiempo, pisaba las llanuras y bosques de nuestra tierra un auténtico gigante carnívoro como era el concavenator corcovatus. Una especie de tiranosaurio mucho más ligero y con una curiosa vela o joroba a la espalda. Pero el Norte de África es un muestrario interminable de este tipo de depredadores y de sus presas. Inclusive con otro dinosaurio que aparece en Jurassic Park, tan terrorífico como el tiranosaurio rex, y que es el probablemente ribereño espinosaurio. Un gran depredador al que se atribuye un comportamiento de pescador o carroñero. Con unas proporciones que superaban incluso a estos gigantescos devoradores de carne.
El cocodrilo más grande y seguramente más feroz: el sarcosuchus
Y para terminar el cuadro terrorífico, aunque es largo de contar todo lo que se está descubriendo en Marruecos, Argelia, Níger y otros países del Magreb, tenemos al cocodrilo más grande y seguramente más feroz que ha surcado jamás río alguno. El sarcosuchus. Un cocodrilo prehistórico muy parecido en su fisonomía a los actuales, pero de unas proporciones que no van a la zaga de estos grandes monstruos comedores de carne. Un voraz reptil que, al igual que otros congéneres anteriores y posteriores, se atrevía a morder absolutamente todo lo que encontraba a su paso. Y es muy probable que incluso los tiranosaurios tuvieran miedo de ser arrastrados a las turbias aguas en que estos animales se daban sus festines.
¿Os imagináis una serpiente tan grande como la que aparece en Conan el Bárbaro?
Por aquel entonces, para no dejarme ningún monstruito en la recámara, África y América del Sur formaban parte de un único supercontinente, llamado Gondswana, del cual también formaron parte la India o la Antártida. Por lo tanto, es muy probable que la titanoboa o alguno de sus parientes viviese también en esta misma zona de la que estamos hablando. La serpiente más grande jamás descubierta hasta ahora, de cuya existencia tenemos noticias por vértebras fósiles que se han encontrado en la zona del Amazonas, que en estas épocas tan antiguas mantenía nexos de unión con el continente africano. ¿Os imagináis una serpiente tan grande como la que aparece en Conan el Bárbaro? Pues esto era muy real en este tiempo del que estamos hablando, la última época de los dinosaurios, justo antes del meteorito, cuando alcanzaron su mayor desarrollo y una variedad de especies nunca antes conocida.
Búsqueda de dinosaurios en el Kem Kem
Y a alguien estará diciendo: pero, ¿qué pasa con los raptor? Esos temibles protagonistas de Jurassic Park que son característicos, también, de esta época final de los dinosaurios, y cuyas especies locales también pululaban por esta primitiva región norteafricana. Y no dudemos en que el futuro nos va a deparar más sorpresas, porque los paleontólogos están encontrando más especies cada semana, por todo el mundo, pero también aquí. Y esperemos que puedan seguir adelante con sus prometedores trabajos de búsqueda de dinosaurios en el Kem Kem y otras zonas afortunadas en fósiles en fósiles, en esas profundidades del desierto norteafricano.