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Todo lo que debes saber sobre las camas abatibles

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[A]ctualmente, son muchas las personas que viven en casas de tamaño, más bien, pequeño. En este sentido, buscar formas de ahorrar espacio se convierte en uno de los principales objetivos.

Lo ideal es tener un hogar funcional y práctica cuando la vivienda es reducida. Por ello, se inventaron conceptos como las camas abatibles. ¿Las conoces? Hoy, se va a dedicar este artículo a conocer todo sobre ellas, desde su definición hasta los tipos que existen.

¿Qué son las camas abatibles?

Las camas abatibles son aquellas que se despliegan hasta el suelo cuando vas a utilizarla, pero, mientras que no, se puede almacenar y guardar para ganar espacio en esa estancia en concreto.

 Tanto la estructura como los colchones plegados sirven no sólo para dar más espacio a una habitación, sino también de almacenaje. Incluso, existen algunas camas abatibles que se pueden convertir en un escritorio para estudiar o trabajar.

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En cuanto al funcionamiento, las camas abatibles pueden tener diferentes tipos de apertura. En este sentido, se encuentran aperturas manuales o aperturas automáticas (o semiautomáticas).

Las automáticas son las ideales si no puedes soportar bien el peso de las camas abatibles porque te generan mucho esfuerzo. Con ellas, basta con tirar un poco del mecanismo y bajan solas a su posición.

Así, las camas abatibles se han convertido en un elemento cada vez más demandado por los consumidores que cuentan con poco espacio para su hogar. Hay tantos tipos y tamaños que sirven tanto para adultos como para jóvenes o niños.

Ya sabéis que su principal ventaja es que aprovecha totalmente el espacio, siendo un gran recurso en tu vivienda. De esta forma, con los precios de los alquileres creciendo y optando por vivir en casa más pequeñas, las camas abatibles son una gran opción.

Además, se trata de camas muy duraderas en el tiempo ya que se fabrican con materiales muy resistente y con una alta durabilidad.

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El diseño también es muy variado, encontrando camas abatibles más clásica y otras muchos más modernas y llenas de color. Sea cual sea, la probabilidad de encontrar una que se adapte a tus gustos es alta.

En este aspecto, se van a distinguir los tres tipos de camas abatibles que podemos encontrar en el mercado en cuanto a su fabricación se refiere. Se trata de las camas abatibles horizontales, las camas abatibles litera y las camas abatibles verticales.

Cada una de ellas cuenta con una serie de características diferentes que permite adaptarse a las necesidades de cada consumidor. ¡Mira cómo!

Los 3 tipos de camas abatibles

1. Las camas abatibles horizontales

Las camas abatibles horizontales son las más cómodas cuando el espacio en la habitación es mínimo ya que al plegarlas dejan mucho más sitio libre en la estancia.

Son las más recomendadas para las habitaciones más estrechas ya que no sobresalen demasiado de la pared.

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Además, aunque el espacio que ocupan al estar plegadas es prácticamente el mismo que el resto de tipos de camas abatibles, las horizontales dejan un buen hueco en la parte superior que se puede aprovechar para colocar algún tipo de mueble de almacenaje. Esto es una gran ventaja en las casas de tamaño más reducido.

2. Las camas abatibles litera

Su creación es más reciente que las camas abatibles convencionales, pero son ideales para aprovechar el mayor espacio posible. Se convierten, así, en las mejores para las habitaciones de los más pequeños.

 Este tipo de camas abatibles pueden ser tanto verticales como horizontales. Conviene elegir, por tanto, la que mejor se adapte a tus necesidades y a la forma de la estancia en la que ira colocada.

3. Las camas abatibles verticales

Por último, este tipo de camas abatibles son las más comunes y seguro que es la primera que te viene a la mente cuando escuchas hablar de ellas.

Las camas abatibles verticales son aquellas que se despliegan y se pliegan en sentido vertical, es decir, la parte más alargada de la cama es la que baja o sube.

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Una de sus mayores ventajas es que la cama plegada ocupa un espacio menos ancho en la pared que las camas horizontales.

No obstante, muchas veces, supone un inconveniente ya que, si la estancia es muy reducida, al bajar la cama hacia el suelo, puede ocupar prácticamente la totalidad de la superficie de la misma. En este caso, no habría espacio suficiente ni para poder pasar con comodidad.

Por ello, antes de decantarte por un tipo o por otra, debes conocer bien los espacios de la habitación donde la vas a colocar, en metro cuadrados, y también la forma de la estancia, ya que decantarte por un tipo o por otro marcará una gran diferencia.

Si cuentas con un espacio reducido en alguna de las habitaciones de tu hogar, ¡esta es la mejor opción sin ninguna duda!

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