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El partido de Santiago Abascal conseguiría los mismos escaños que los antisistema
Las elecciones autonómicas que repartirán los escaños del Parlamento de Cataluña no están todavía convocadas. Lo estarán cuando el presidente rebelde Quim Torra se digne a hacerlo. El títere del fugado Carles Puigdemont está inhabilitado por la justicia y a la espera que el Tribunal Supremo confirme la condena. Que la confirmará.
El sondeo publicado el 31 de agosto por Electomanía insinúa por donde van a ir los tiros. ERC de Pere Aragonés sería el partido más votado, superando a Junts per Catalunya de Carles Puigdemont, con 35 y 34 diputados, respectivamente. Ciudadanos, que ahora es la fuerza más votada, sufriría un duro golpe y confirmaría su desescalada iniciada en el Congreso de los Diputados. Pasaría de los 36 actuales a los 14.
El Partido Popular de Alejandro Fernández recupera terreno y doblaría la representación, de 4 a 8. La sorpresa mayúscula es la entrada de Vox en la cámara catalana con 5 diputados, los mismos que los perroflautas de la CUP, que se imaginaban rebasar la barrera de los 10. Aunque en porcentaje VOX está ligeramente por debajo de la CUP, su crecimiento constante podría implicar que en las elecciones les acaben superando en votos y escaños. El partido de Santiago Abascal tendría voz y voto en el Parlamento Catalán y podría controlar de cerca los movimientos separatistas y los nuevos intentos de golpes de estado.
