Connect with us

Opinión

“Poniendo orden entre los antivacunas. Clasificación de idiotas” (*). Por el Doctor en medicina Juan Manuel Jiménez Muñoz

Published

on

 

(*) El título no es el original, pero en aras de la claridad, ALERTA NACIONAL cree que éste es mucho más explícito. 

 

PORDIÓBENDITO. PONGAMOS UN POCO DE ORDEN.

Mi artículo de ayer sobre los negacionistas se prestó a una lamentable polémica cuando denominé “imbéciles-insolidarios” a quienes conviven con un 90% de compatriotas ya vacunados sin que ellos aporten su grano de solidaridad. Y llevan razón en su crítica: es necesario perfilar mejor los adjetivos calificativos antes de lanzarlos a los cuatro vientos.
Pocos habrán lidiado en España con más negacionistas que yo. Además de ejercer como médico de Atención Primaria (ya saben, de los que preguntan a los pacientes dónde y cuándo compartieron la cachimba antes de ingresar en la UCI), he entrado en el cuerpo a cuerpo con negacionistas tantas veces en redes sociales que tengo una coraza más gruesa que las tortugas. Nada me turba. Nada me espanta. Eso decía Santa Teresa de Jesús. Y eso mismo digo yo.

Por eso, mi artículo de hoy versará sobre los no vacunados: los clasificaré en 10 grupos según su tipología. Con ello, pretendo afinar en los adjetivos y no molestar innecesariamente a nadie.

1-El que niega la pandemia. Así. A jierro. Directamente y con dos cojones.
Normalmente es un paranoico adherido a las teorías conspirativas de las radiaciones 5G, del terraplanismo, de los extraterrestres reptilianos y del contubernio judeomasónico entre la industria farmacéutica, los profesionales sanitarios, George Soros y Bill Gates. No merece ser insultado: sólo recibir tratamiento en un psiquiátrico con haloperidol a chorro. Pero eso sí: nunca le quiten el gorrito de aluminio. Podría irradiar electrones.
2-El que no niega la pandemia, pero entre porro y porro no ha tenido tiempo de acudir a vacunarse.
Es un tipo (o tipa) de entre 16-40 años que frecuenta botellones, discotecas, borracheras, y toda clase de actos culturales. Normalmente no tiene ni puta idea sobre nada, ni a favor ni en contra, salvo lo que oye cuando se conecta a YouTube y le asesora su influenzer. No se vacuna por dejadez, o porque la influenzer le ha dicho que no lo haga. Pero es capaz de cambiar de opinión (y vacunarse) si le ponen impedimentos para entrar en el bar. Este tipo no merece el calificativo de insolidario. Sólo de imbécil.
3-El que ya era antivacunas antes de la pandemia.
Es un imbécil-insolidario que sólo lamenta haber sido gilipollas cuando el niño se le muere de difteria o su abuela la espicha en la UCI por neumonía-COVID. Dios lo perdone, que yo no puedo.
4-El que no se vacuna por causas políticas.
Es un señor, o señora, a quien no le tose nadie. Es libre como el viento, y su libertad no encuentra límite ni tan siquiera en los derechos de los demás. Nadie le puede decir lo que debe o no debe hacer; y si el consejo parte del Gobierno… mucho menos. Si el Gobierno le baja los impuestos… donará dinero a Hacienda. Si el Gobierno le sube los impuestos… defraudará para compensar. Si el Gobierno le prohíbe fumar en los bares… cambiará el cigarrillo por un puro. Si el Gobierno le anima a vacunarse contra la COVID19… dirá que a él no lo gobierna un nazi, o un fascista, o un comunista (este calificativo variará según su color político). No suele ser ningún tonto, pero sí un insolidario egocéntrico.
5-El que no se vacuna porque sabe, fehacientemente, que existen otros remedios mejores.
Este tipo está convencido de que no hay nada como la lejía para depurar el organismo y limpiar el aura (amén de otras terapias esotéricas de las que ha tenido noticia mientras ojeaba YouTube sentado en la taza del wáter). Normalmente no es un paranoico, ni un insolidario. Tan sólo un Ser de Luz que necesita ayahuasca para conectar con los dioses. Dejémosle ya en paz con sus cosillas, pues, para el hervor que le falta, la ciencia no tiene remedio.
6-El que no se vacuna por creerse una eminencia en bioquímica.
Este tipo, con un cigarro en los labios, mordisqueando un palillo de dientes y con un cubata de ginebra en la mano, jamás se había preocupado de leer la composición cancerígena de un paquete de tabaco, ni de saber si la ginebra del cubata lleva alcohol etílico, alcohol metílico o aguarrás del malo. Fuma porros sin preguntarse a sí mismo qué mierda le añadieron al hachís para que estornude tanto (“¡hachís, hachís, hachís..!”). Compra comida basura sin leer las toneladas de grasas saturadas que atoran sus coronarias. Pero eso sí: como ciudadano que paga la Seguridad Social (o vete tú a saber) no se pone la vacuna del COVID hasta que no le expliquen por escrito (con garantía de absoluta inocuidad para su cuerpo libre de tóxicos) el último átomo, de la última molécula, del último compuesto, del último excipiente que se tendría que pinchar con la vacuna para salvar su pellejo. Éste tipo no es básicamente insolidario, ni imbécil. Es un gilipollas como la copa de un pino. Un tonto que no sabemos para qué quiere saber tanta bioquímica de la señorita Pepis. Tal vez tenga un espectrógrafo de masas en su casa. Vete tú a saber.
7-El tonto motivao.
El tonto motivao es aquél que no sólo niega la pandemia y la importancia de vacunarse, sino que milita activamente en una cruzada contra los malévolos sanitarios. Son ltroles que, desde páginas falsas, inundan Facebook de insultos, amenazas y gilipolleces. El tonto motivao malagueño es mi especialidad: hace un mes se dedicó a hacer pintadas con los eslóganes “Sanitarios Asesinos” y “La vacuna mata”, junto a una pistola humeante. Eligió como muros los tres hospitales de mi ciudad y cinco Centros de Salud, entre ellos el mío. El tonto motivao es una especie aparte, ya que puede pasar de las palabras a los hechos. No sólo es insolidario e imbécil, sino potencialmente peligroso.
8-El no vacunado por razones médicas.
No se pone la vacuna porque se la ha contraindicado su médico (es alérgico a algún componente, o cosas parecidas). De ninguna manera me he referido a estas personas en mis artículos previos, aunque algunos lo hayan entendido así. Sin embargo, quisiera hacer una reflexión: si todos los médicos estamos compinchados para asesinar a la población con la vacuna… ¿qué coño hacemos dejándonos atrás a estas personas?
9-El que niega la pandemia y/o la utilidad de la vacuna siendo médico.
En España, un insignificante grupo de 20-30 personas (me niego a llamarlos profesionales) ha renunciado al método científico para promover el oscurantismo, el curanderismo, el medievalismo y la mentira. Curiosamente, como los fascistas que se autodenominan antifascistas, se hacen llamar “Médicos por la Verdad”, y son el sustento ideológico de todos los negacionistas. Ya han sido expedientados por los Colegios de Médicos y de Enfermería, y repudiados por el resto de sanitarios. Son poquísimos en relación a la totalidad de médicos, pero dan la lata como si de un ejército se tratase. Cosas de las redes sociales. No son estúpidos ni insolidarios. Simplemente, impresentables a quienes algún día la Justicia les habrá de pedir cuentas por su irresponsabilidad.
10-Los no vacunado por razones personales, generalmente por miedo.
Normalmente no son negacionistas de la pandemia o de las vacunas en general. Respecto a la vacuna del COVID19, mantienen dudas legítimas: unas dudas alimentadas tanto por los negacionistas puros como por la mala política de comunicación de los Gobiernos. Suelen ser personas inteligentes, razonadoras, e incluso empáticas y solidarias en otros aspectos. Se puede dialogar con ellas desde el respeto mutuo. Incluso pueden cambiar de opinión si encuentran motivos lógicos para hacerlo. Quieren saber más, y más, y más, y más, y toda la información les parece poca, o confusa, o cuestionable, o con falta de garantías. Pero en la mayoría de los casos lo único que subyace tras tanta reticencia a vacunarse es el miedo a la vacuna. Simplemente miedo. Un miedo que no han superado ni tan siquiera al ver que los sanitarios hemos sido los primeros en vacunarnos. Probablemente constituyen la mayoría de ese 10% aún sin vacunar en España (cuatro millones y medio de personas mayores de 12 años). Y es un grupo con el que, aunque insolidarios con el resto, merece la pena debatir. Así lo creo.
Y ya está, querido lector. Ésta es mi clasificación. Éstos son mis adjetivos calificativos. Y ahora, aguardad un momento antes de responder: voy a ponerme el chubasquero.
Cagoentóloquesemenea.
Firmado:
Médico y escritor malagueño.
Advertisement
Deje aquí su propio comentario

Escriba su comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Del comunismo se sale. Por Jesús Salamanca Alonso

Published

on

A Mónica García, todavía líder de Más Madrid, ya le comparan con el vino Sansón y con la Quina San Clemente que, cuanto más se investiga en esas bebidas, más propiedades nuevas encuentran en ellas.

Mónica García, alias «ME-MA» y «Pistolera», no se había percatado de que tenía un chalet en situación totalmente irregular y en un espacio reservado para la construcción de un Hospital. No sé si eso puede pasarle a cualquiera, si la gente se olvida de que tiene propiedades por el mundo o le surgen de repente como surgen los níscalos en otoño. De lo que sí estoy seguro es de que en vez de liarse la manta a la cabeza y pedir dimisiones de cuanto se mueve, debería tener la dignidad de dimitir, pero antes debe pedir perdón a cuantos lleva años insultándolos, engañándolos y mofándose de los madrileños. Este personaje de cuento verdulero no puede permanecer en política ni un minuto más.

No hay que echar la vista muy atrás para comprobar cómo, apenas hace unos días, la tal Mónica García, de alias consabidos y comunista del niño Jesús en la formación de «patadones» Errejón, salió cual vulgar energúmena de vena hinchada contra Enrique Ossorio, miembro del equipo de Díaz Ayuso. Le faltó tiempo a Mónica para exigir con entusiasmo y mala fe su dimisión «ipso facto». Y todo por cobrar el bono social térmico; un bono que otorga el Estado a las familias numerosas, independientemente de sus ingresos y patrimonio.

Resulta que la ME-MA, que tantos errores ha cometido en su cortita carrera política, consideraba «indecente» que el vicepresidente de Díaz Ayuso percibiera 196 euros anuales en forma de ayuda para calefacción y electricidad.  «Dimita hoy por vergüenza, por saltarse todas las líneas de falta de ética pública», vociferaba quien, apenas unos minutos después, se enteraba de que su familia también cobraba el bono social energético. Lo curioso es que dejó de pedir la dimisión ajena y no se planteó pedir la propia.

Su desorganización familiar ha quedado plasmada en este acontecimiento y debe de ser tal, que demostró no saber dónde llegaba, así como que las actuaciones propias y las del cónyuge o barragán son como las de Doroteo Arango, salvo que mintiera una vez más. No puede seguir ni un instante más predicando para el comunismo de Más Madrid. Debe abandonar la formación, salvo que quiera cubrirse de vergüenza o que le apunten con el dedo para indicarle que es ella la corrupta, la corrompida, mentirosa, boicoteadora, hipócrita, abanderada de la desidia de la izquierda e incumplidora de la ley. Pero tranquilos porque del comunismo se sale. Muchos han salido con honra, aunque la ME-MA no parece tener intención de hacerlo, si bien la «cohorte» de Errejón ya se ha planteado invitarle a que reflexione sobre la posibilidad de abandonar la formación o se quede en las bases. A ME-MA pueden quedarle dos telediarios y una sesión de dibujos animados en la formación comunista a la que ha avergonzado y defraudado.

Cada vez que se escarba un poco le sale una nueva propiedad en su patrimonio, algo que hay que investigar en serio porque huele a podrido, empezando por el fastuoso ático en la zona noble del Retiro hasta terminar con el chalet de Cercedilla, que lo tiene de forma ilegal y es simple ‘okupa’ de algo que el Ayuntamiento ya le pidió hace dos o tres años la devolución. Nuevo acto de sinvergüenza impropio de quien pretende decir a los demás qué deben hacer y cómo hacerlo.

Lo más curiosos de este personaje sonajero es que nunca se entera de nada, como le pasaba a Felipe González cuando –según él—se enteró de la corrupción de Luis Roldán y de la cal viva por los periódicos o del reciente «caso Patxi López y los 15». Ridículo, no, lo siguiente. Tras verse atrapada en sus mentiras, la «pistolera» decía no saber nada. Pero es que tampoco se había enterado en 2021 de que había cobrado de forma irregular los famosos 13.000€ de la Asamblea madrileña, estando de baja. Tuvo que ser la Intervención quien pusiera orden donde no lo había. Ahí empezó a quedar como abanderada del latrocinio madrileño. No duden de que no lo hubiera devuelto, de no ser por la reclamación de devolución que llevó a cabo la propia Administración. Ni siquiera en ese momento hubiera salido del comunismo rabioso, desnortado y estalinista, pero del comunismo se sale, doy fe.

No es delito tener propiedades, pero si son ilegales no es ético y sí patético. Afectadas 80 familias, y destapada Mónica García, la presión mediática hará que se acelere la devolución de la propiedad y acabará perjudicando a todos. Empezó haciendo daño a los madrileños con el boicot y las presuntas comidas con moho del Hospital «Enfermera Isabel Zendal», siguió embolsándose los 13.000€ que no le correspondían, cobrando dos sueldos sin legalidad, poniendo el grito en el cielo por las ayudas del bono energético que publicó el Gobierno central y ahora llega la casa en Cercedilla, ilegal y sin escrituras. Vamos, que vive de ‘okupa’ integral. Ni el aceite virgen de oliva tiene tantas propiedades.

Ahora entiendo que Ayuso insistiera en que no le molestaba que tuviera Mónica tanto patrimonio y viviera como vive. Lo que ella quería es que todos los madrileños vivieran como la Médico-Madre. Parece que la líder del rojerío madrileño lo quiere todo: el chalet, el terreno y cuanto no es suyo como cualquier rojales. «Lo País» y diversos panfletos de desinformación diaria callan como prostitutas engañadas y como «diputeros» socialistas sospechosos y presuntamente implicados.

A ME-MA hay que reconocerle que, para meter la pata, hacer el ridículo y aprovechar «oportunidades» o insultar al adversario, es única y sin comparación. ¿Y los medios de desinformación afines? Todos escondidos. Ni pío. Y el que píe le cortan el pico, retiran prebendas, ayudas y subvenciones, además de enviarlo al ostracismo. Empiezo a pensar si no será mejor que Mónica García siga al frente de Más Madrid, porque su caso es delirante, además de bochornoso, tanto que así la Izquierda se asegura su merecido destino en la oposición, dentro del albañal y retozando en la cochiquera.

Si el chalet (el DRAE reconoce «chalé», sin «t» final) fuese de un ciudadano cualquiera, hace tiempo que habría sido demolido y sin pagar ni un euro, pero alguien habrá presionado para que el Gobierno socialcomunista le dé una indemnización, que no procede bajo ningún concepto, por abandonarlo. Lo triste es que acabara siendo así. Ya se sabe que, al ser cosa de políticos, entre bomberos no se pisan la manguera. Creo que me volveré comunista porque todos tienen chalet. A Mónica García ya le comparan con el vino Sansón y con la Quina San Clemente que, cuando más se investiga en ellas, más propiedades nuevas encuentran.

Todos sabemos que Mónica García está acabada, menos ella. Si piensa la «pistolera» que está en el ‘Far West’ y que todo vale, se equivoca. El tiempo se lo ha demostrado. ¿Qué creen que hará ahora la ME-MA? ¿Pedirá perdón a los Ayuso tras haber sido exculpados de toda acusación por las muertes de las residencias de ancianos? ¿Acusará al Gobierno central tras sentenciar el juez que la culpabilidad es de ese, sin descartar a Pablo Iglesias? En esta España nuestra, nadie pide perdón, ni se retracta de sus acusaciones. El daño ya estaba hecho.

Ahora dirá la ME-MA que lo del chalet son bulos de la ultraderecha o del hermano de Ayuso. Compruebo que para esta mujer va a ser difícil salir del comunismo, pero de él se sale. No lo duden.

Continue Reading

Opinión

Ayuso, personificación del despropósito

Published

on

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el vocablo de despropósito como “Dicho o hecho fuera de razón, de sentido o de conveniencia”.

Por tu incontinencia verbal que solo pretende que permanezcas continuamente en los medios de comunicación, en tus declaraciones el 24/03/2023 a Carlos Alsina en su programa Más de uno de Onda Cero, has dado buena prueba de ello diciendo que “no lograr la mayoría absoluta sería una decepción personal” dando un duro repaso a VOX “En determinados temas Vox es la anti política (…) no van al fondo de los temas, no profundizan, no los trabajan y van siempre de polémica en polémica”.

Con estas manifestaciones demuestras la soberbia crónica que os aqueja a los dirigentes del PP, al tiempo que ofendes gratuitamente a VOX, del que necesitarás apoyo para seguir al frente de la Comunidad de Madrid, engañando al electorado cuando, dirigiéndote a Rocío Monasterio, portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, le has dicho “A partir de hoy, es bueno que cada uno siga su camino”.

A ti te importa un comino que la futura aritmética parlamentaria no satisfaga tu soberbia: un embuste más al electorado tiene la culpa.

No has desaprovechado la ocasión para la autoalabanza manifestando tener “mucha ilusión en que todo lo que se está poniendo en marcha en Madrid no se encuentre cada dos por tres con un freno”, en palmaria, gratuita y ofensiva alusión a las últimas disputas que has mantenido recientemente con VOX y a tu constante confrontación con el gobierno central haciéndole sombra a Feijóo que no se entera de nada.

Para colmo de incongruencias, te has jactado de tu ruptura con VOX y de la abstención del PP en la moción de censura  al gobierno. ¿Es así como piensas conseguir el apoyo de VOX para continuar al frente de la Comunidad de Madrid? ¡Dios no lo quiera! Espero que VOX no se preste a tamaña memez.

Igualmente has dicho que “sería nefasto” que el PP y VOX formen un Gobierno de coalición en la Comunidad de Madrid tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo.

En evidente concordancia con tu ateísmo, y sin que hayas agradecido al Papa la entrevista que os concedió a ti, a la exdelegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González Fernández con la que mantienes una indiscutible relación ideológica, y a Martínez-Almeida, todavía alcalde de Madrid, has criticado al Santo Padre sorprendiéndote de que “un católico que habla español hable así de nuestro legado”.

Si te comportas igual con cualquier dirigente político extranjero nos metes de hoz y coz en un grave conflicto diplomático internacional.

Culminas este ranking de despropósitos uniéndote a la izquierda para tumbar 44 iniciativas, 35 de ellas en Pleno y el resto en comisión, presentadas por VOX en la Asamblea de Madrid, entre ellas dos proposiciones no de ley para suprimir subvenciones de sindicatos y de la patronal y dirigir esos fondos públicos a becas de los comedores escolares y evitar que los hombres trans puedan competir en categorías deportivas femeninas.

Es escandaloso y perseguible de oficio que cobijes en tu gobierno de la Comunidad de Madrid y premies con altos cargos y suculentos sueldos a Concepción Dancausa Treviño, actual Consejera de Familia, Juventud y Política Social, y a Luis Martínez-Sicluna Sepúlveda, actual Viceconsejero de Familia, Juventud y Política Social que, en sus anteriores cargos de Delegada y Subdelegado del Gobierno en Madrid, quebrantaron reiteradamente la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión consagrado en nuestra Carta Magna, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública, a pesar de mis numerosas solicitudes contrarias al efecto.

Solicito a los militantes, simpatizantes y votantes del Partido Popular que juzguen si los siguientes hechos responden a la definición del primer párrafo y, en caso afirmativo, actúen consecuentemente el próximo 28 de mayo.

Efrén Díaz Casal

Coronel de Infantería (R)

Continue Reading

Opinión

Alberto Núñez “Fiascóo” el autócrata. Por el Coronel Efrén Díaz Casal

Published

on

Oye “Fiascóo”:

Desde que el Partido Popular tuvo la desgracia de que okupases el despacho principal de Génova 13, he derrochado ríos de tinta en telemáticas misivas solicitándote que requieras a los militantes del PP que gobiernan ayuntamientos para que acaten la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública.

Hasta la fecha no has tenido la cortesía de contestarme: o careces de esa virtud cívica exclusiva de los bien nacidos, te faltan razones que oponer a las mías o ambas cosas.  En cualquier caso, te devuelvo tu descortesía con mi desprecio, no sin recomendándote que cambies tu ejecutoria puesto que con ella no vas a ninguna parte.

El displicente silencio con el que desde hace prácticamente 1 año me vienes penalizando constituye una ofensa a mi dignidad, pues cuando alguien dirige una correcta misiva a otra persona, el civismo más elemental exige respuesta, máxime si se trata de cumplir una Ley Orgánica como es el caso.

Consiguientemente es una verdad irrefutable que te importa un bledo el cumplimiento de la citada Ley Orgánica 9/1983 por los ayuntamientos regidos por militantes del PP. ¿Es así como piensas llegar a La Moncloa? Como no sea de visita, ya me contarás cómo.

Tu ejecutoria en el caso que nos ocupa constituye una ofensa a mi dignidad a la que, en legítima reciprocidad y si yo me rebajase a tu altura, respondería adecuadamente.

Eres un fiel representante de la enfermiza soberbia que aqueja a los dirigentes del PP; no te preocupes por tener una entrevista conmigo sobre el asunto en cuestión, en la que estoy seguro que podré mirarte fijamente a los ojos sin deslumbrarme.

Después de todo, indiscutiblemente tienes suerte, tú nunca podrás morirte de un derrame cerebral.

Como consecuencia de tu ejecutoria los ayuntamientos gobernados por militantes del PP, entre ellos el de la capital de España, continúan vulnerando la Ley Orgánica 9/1983 con tu tolerante silencio.

Tampoco te has dado por aludido cuando te he comunicado que Isabel Díaz Ayuso premia con altos  cargos y suculentos sueldos a Concepción Dancausa Treviño, Consejera de Familia, Juventud y Política Social, y a Luis Martínez-Sicluna Sepúlveda, Viceconsejero de Familia, Juventud y Política Social que, en sus anteriores  cargos de Delegada y Subdelegado del Gobierno en Madrid, quebrantaron reiteradamente la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión consagrado en nuestra Carta Magna, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública, a pesar de mis numerosos comentarios que le he remitido en contra.

En cuanto a tu comportamiento al respecto con el desgobierno que padecemos deja todo que desear pues después de 1 año de mis reiteradas misivas, has sido incapaz de presentar acción parlamentaria alguna contra el cuestionado Marlaska, más bien al contrario, te has abstenido en la moción de censura contra el desgobierno que sufrimos: eres una oposición cómoda.

Has observado la misma indolente actitud con Isabel Díaz Ayuso, que te está comiendo la merienda, al no indicarle que dirija sus constantes críticas contra Marlaska, todavía ministro del Interior, y contra Mercedes González, ascendida a directora general de la Guardia Civil posiblemente por su contumaz vulneración de la Ley Orgánica 9/1983, al igual que tú y con la que no tiene empacho en hacer turismo en el Vaticano para ver al Papa con quien ninguna tiene nada en común y solo pretenden publicidad, en tanto que Almeida, todavía alcalde de Madrid, iba de palmero.

Confío que los militantes, simpatizantes y votantes del PP en posesión de la facultad de pensar, tengan el civismo de defender el ordenamiento jurídico de nuestro Estado de Derecho en general y la Ley Orgánica 9/1983 en particular, retirando el apoyo a la ciega autocracia que estos hechos representan.

Efrén Díaz Casal

Coronel de Infantería (R)

Continue Reading

Opinión

El CIS dice la verdad

Published

on

Jorge Vilches.

«Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones»

Imagínelo por un segundo. Piense que Tezanos no fantasea, que no es la obediente voz de su amo, y que los españoles engordan a Frankenstein en las urnas. Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones. Los feligreses sanchistas, apostados desde horas antes en la calle, corean que quieren un gobierno de coalición con Podemos -o lo que surja-, Rufián y Otegi. 

En las sedes de ERC y Bildu se descorcha cualquier botella, aunque esta vez no será para hacer un cóctel molotov. Ha ganado Sánchez, su candidato. Es el momento de avanzar en la ruptura del orden constitucional como paso previo a la independencia de los territorios. Sus regiones son naciones, y toda nación tiene el derecho a decidir. Otegi toma la delantera y sale en público acompañado del habitual coro de la herriko taberna. Ropa de Alcampo, barbas descuidadas y flequillos a media frente. «Vamos a aprovechar la ocasión. Se lo debemos a los compañeros que lucharon contra el franquismo hasta 1983», dice el viejo dirigente de ETA ante las cámaras de RTVE. 

Rufián apura el vaso de plástico, consigue abotonarse la americana y sale en rueda de prensa. «Este Gobierno depende de nosotros, y se hará lo que digamos», piensa en voz alta el independentista. Lo hace sin rubor porque es consciente de que tiene bula para el insulto y la arrogancia. Es más; sabe que Sánchez no se atreverá a discutir en público nada de lo que diga. Mientras Rufián habla, gente con banderas indepes llenan las calles del centro de Barcelona. Se abrazan y dan vivas. Al grito de «¡Ahora solo son desórdenes públicos y no golpe de Estado!» hay algún conato de tomar alguna institución, pero lo procrastinan por pereza.

En Madrid, Podemos, o el branding que se les ocurra cuando se junten o no con Yolanda Díaz, ha montado una carpa en el centro. Se oye música para el empoderamiento femenino. No faltan los sones indígenas, la batucada y las niñas del coro de Ángela Rodríguez Pam, que han montado un grupo de pop suave. Tras la pelea entre Belarra, Montero y Díaz para decidir quién habla, vence la ministra de Igualdad. «Si esta no es la victoria de las mujeres, no es de nadie», dice la vecina de Galapagar. «¿Qué es una mujer, ministra?», susurra vengativa Díaz. Irene sale cabreada al escenario, como siempre, dispuesta a meterse con la otra parte de España. «No lo han conseguido. No pasarán. Vamos a seguir», amenaza con el puñito en alto. 

«El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados»

En otro punto de la ciudad, en la calle Génova, todo es sombrío en esa noche electoral. El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados. El despacho del presidente empieza a vaciarse, y los afiliados populares vuelven a sus casas con la bandera al hombro. Comienzan a oírse voces para cesar a Feijóo y sustituirlo por alguien que haya triunfado en las autonómicas de mayo de 2023. «El partido necesita un revulsivo», dice uno en plan futbolístico. «España lo demanda», apunta otro. «¡Sangre nueva!», afirma alguien como si fuera una carrera de caballos. «En Alemania harían una gran coalición», apunta esperanzado el que todavía no ha pagado la hipoteca. «Tendríamos que haber sido más duros, y no tragar con la ideología de género, el rollo ecologista y demás mierda», suelta otro a quien su compañero le recuerda que Vox no ha tenido mejor suerte.

Porque el partido de Santiago Abascal ha perdido cinco puntos, y con eso llega a los 30 escaños. Ese número no da ni para sumar con la derecha «cobarde». Cuántos jarros de agua fría, y cuánta gente hay que echar. Sí, sobre todo a esa que se acercó al calor del cargo y el sueldo, a esos patriotas de última hora que se apuntaron con el lema de «#SoloquedaVox». Ya pasó en Ciudadanos y fue muy triste. «España no ha entendido nada», dice un antiguo falangista. Otro habla de la manipulación de la prensa, que «siempre intoxica». «Ya os dije que lo de Tamames era una gilipollez», suelta un oportuno. Abascal toma unos papeles y se prepara para dar la cara. «¿Quién sale con Santi?», pregunta un asesor. 

En el fragor de la noche aparece Sánchez. Oh, es él. El vencedor. En verdad no nos merecemos a su augusta persona. Cree que en su mano está todo el poder. Pasará a la historia. Justo lo que él quería. Que le den a la Unión Europea y a la ONU. Ya no necesita un cargo internacional en enero de 2024. Puede seguir en Moncloa. El Falcon calienta motores. Sube las manos como el Papa y consigue que el público congregado en Ferraz guarde silencio. Todavía se oye algún grito contra el PP y Vox. Están ebrios de victoria. Ningún escándalo de corrupción ha podido con ellos. Ni los ERE de Andalucía ni Tito Berni, o la ley del sólo sí es sí. Tampoco ha erosionado al partido su cesión a los nacionalistas. Ni la negligencia durante la pandemia, que se llevó a 150.000 personas. Ni la voracidad impositiva, la inflación y la carestía de la vida. Menos aún el deterioro de la democracia liberal. «¿De qué sirve el sistema democrático cuando gobernamos nosotros? Pues eso», piensan. 

Sánchez está feliz. Por fin tiene un baño de masas. Nadie dice ahora «Que te vote Txapote». Su Sanchidad se retrasa un poco para tomar la palabra. Le acompaña Begoña. No hace falta nadie más. El rey y la reina. Anuncia allí mismo que va a gobernar con el apoyo de los grupos «progresistas». España es suya. Su Estado, también. Gobernará por decreto, como siempre, hasta 2027. Ya lo dijo Tezanos. 

Continue Reading
Advertisement

Copyright © 2022 all rights reserved alertanacional.es