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Hispanoamérica

Mueren dos indígenas en un tiroteo de las fuerzas armadas venezolanas en la frontera con Brasil

AGENCIAS

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Venezolanos en la frontera con Brasil hacen frente a los guardias nacionales
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El enfrentamiento que protagonizaron este viernes una comunidad indígena con la Fuerza Armada de Venezuela en el estado venezolano de Bolívar (sur), fronterizo con Brasil, cobró otra vida con lo que se elevó a dos el número de fallecidos, informó el diputado opositor Américo De Grazia.

«Rolando García. indígena pemón, es la segunda víctima fatal de la operación criminal del General José Montoya (GN, Guardia Nacional). Quien fallece, ingresó herido al Hospital de #Pacaraima #Brasil Hay 3 heridos de bala, graves. Todas las víctimas son Indígenas», dijo el parlamentario en su cuenta de Twitter.

Según los datos del diputado, hay al menos 15 heridos de bala, tres de ellos de gravedad.

De acuerdo con la información aportada por los diputados de Bolívar los indígenas pemones de la comunidad kumarakapay se enfrentaron a militares para impedir el bloqueo de la ayuda humanitaria que se acopia en el estado brasilero de Roraima y que el Gobierno de Nicolás Maduro se niega a aceptar.

En declaraciones al canal en línea VIVOplay, De Grazia indicó que en horas de la mañana se presentó «un tiroteo» que dejó a unas 15 personas heridas, que «tres de ellas» habían sido trasladas hasta el hospital de Santa Elena de Uairén (en Bolívar) y «una fallecida indígena».

Según el parlamentario, los enfrentamientos se registran desde el jueves, día en que Maduro ordenó el cierre de la frontera con Brasil.

El primer fallecido reportado fue una mujer identificada como Zoraida Rodríguez, mientras que los heridos son todos hombres.

Además, De Grazia ha asegurado que los indígenas mantienen retenido al general José Montoya, y alertó que el Gobierno de Maduro pretende inculparlo de lo ocurrido con estos indígenas.

Otros parlamentarios, como Olivia Lozano, han informado que los indígenas de ese estado están protestando exigiendo a los militares el respeto a la Constitución y «que se pongan del lado de la ciudadanía».

En Bolívar, uno de los estados más ricos de Venezuela por su explotación de oro, petróleo, diamantes y coltán, se encuentra una comisión de parlamentarios para buscar este sábado la ayuda humanitaria, pese al rechazo de Maduro.

Las donaciones que vienen de Estados Unidos y otros naciones se encuentran en puntos de acopio en países vecinos de Venezuela como Colombia, Brasil y la isla de Curazao.

Pero Maduro ordenó ayer el cierre de la frontera con Brasil y con las islas de los Países Bajos, incluyendo a Curazao, mientras analiza si hace lo mismo con el paso a Colombia.

Posteriormente, Guaidó ordenó la apertura de la frontera con Brasil y mantener las relaciones diplomáticas con las islas.

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Cantabria

Los cuatro naufragios del Capitán: Dos héroes españoles que se odiaron hasta matarse

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Una historia de la España de los barcos de vapor y los duelos a muerte

Se nos ha dicho siempre que el siglo XIX fue una auténtica maldición para España, en el cual solo florecieron guerras civiles y diversos atrasos, en forma deporte unidades perdidas con respecto a otros países diciendo utilizaron más rápidamente. Y sobre todo que fue el siglo en el cual liquidamos nuestro imperio, empezando el siglo con la pérdida de toda la América del Sur y terminando con el robo de nuestras últimas provincias de Ultramar. Sin embargo, tras un análisis más serio de la historia, he podido darme cuenta de que esto dista mucho de ser real.

Ni éramos tan tontos ni tan malos ni tan crueles y mezquinos como nos pintan, sino más bien todo lo contrario, si tenemos en cuenta que el siglo XIX vio nacer las primeras industrias modernas de nuestra patria e instituciones de tanta solera y utilidad como la Guardia Civil, cuya callada labor ha sido vital para el desarrollo económico y social de España. Y con inventos tan extraordinarios como un submarino perfectamente operativo y capaz de lanzar torpedos contra buques enemigos. Una ventaja que tuvimos antes que nadie, gracias a un héroe anónimo llamado Isaac Peral, pero que incomprensiblemente no estuvo a. Para entrar en combate contra los Yankees que nos robaron Cuba y todo lo demás.

Los cuatro naufragios del Capitán: la historia de un lobo de mar en tiempo de traiciones, plagas y corrupción

Un simple submarino hubiera podido poner fuera de combate a toda la Marina Yanqui sin necesidad de hacer ese ataque kamikaze, en Santiago de Cuba, que ordenaron los políticos a nuestros valientes marinos. Una auténtica traición criminal que perpetraron mientras les secuestraban el arma definitiva que podría habernos hecho a recuperar el dominio total de los mares. Porque no es sólo que podríamos haber evitado la pérdida de esas últimas provincias de Ultramar, sino que podríamos haber incluso regulado el comercio marítimo y arrebatarles esa superioridad a los anglosajones. Esa mano negra que sigue manejando hoy en día los asuntos de nuestro país, con esos partiditos tan turbios y esa monarquía modernilla, tan obediente y tan sumisa a los dictados de potencias extranjeras.

Antiguamente, por lo menos, contábamos con una resistencia verdadera de así es que tuvieron que tomarse la molestia de cargarse a nada menos que cinco presidentes del Gobierno intentarlo con otros cuantos más. Tambié se han registrado atentados mortales contra Alfonso XIII o Franco, qué son menos conocidos porque no tuvieron éxito, y todo porque hay interesada en qué España no se despierte de una siesta en la que van robándonos, por la espalda, mientras nos distraen con falso reyes, políticos y profetas.

En este tiempo fundamental, en que España todavía tenía oportunidades de volar sola y ser autosuficiente en todo… Cuando todavía no éramos mendigos de banqueros extranjeros, que nos ofrecen ayuditas y paguitas… Cuando todavía teníamos un Ejército y no una especie de contrata extranjera, que se dedica a ir a molestar a los pobres rusos en su territorio y a hacer de ONG extraña, por el mundo, mientras en la Patria nos roban nuestras queridas Islas Canarias y en general nos roban absolutamente todo… Cuando todavía éramos un país soberano independiente, aunque sufriéramos una lenta decadencia que un atajo de traidores aceleraba y acelera, todavía hoy, desde la cúspide del poder.

Los cuatro naufragios del Capitán: la historia de un héroe popular de Santander y Cuba

En este tiempo convulso, pero todavía esperanzador, nació en Santander uno de esos héroes españoles desconocidos. Un personaje al que no querría más si no fuera hermano de mi tatarabuela, puesto que los héroes son familia de todos. Teodosio Ruiz González.

Un marino de corazón, cuyo amor por la mar y los barcos le hicieron renunciar al seminario en el que estudiaba de joven y hacer la carrera profesional de marino mercante. Un trabajo mucho más duro todavía que el actual oficio de navegante, puesto que estamos hablando de los barcos de vapor que había previamente al Titanic.

Pocos años más tarde, al otro lado del Atlántico, separado por todo un mar de circunstancias diferentes, nacería poco después su gran enemigo. Diego Martín Veloz. Un buscavidas digno de un relato de la picaresca española, todavía en esta época daba sus buenos exponentes.

Cubano de nacimiento, se alistó muy joven al ejército español en la isla y fue condecorado por la defensa de la única bandera que no cayó en poder del enemigo. El niño Martinillo, lo llamaban, y por actos de valor llego a teniente, grado con el cual paso a la reserva en la madre Patria, a la cual se auto exilió tras la victoria de los Yankees. Y ahí empezaron sus aventuras más famosas, pues de héroe y soldado desconocido pasó a ser un auténtico rey del hampa peninsular.

Los cuatro naufragios del Capitán: una historia de las grandes traiciones a España, que todavía pagamos

Nuestro protagonista nace un 28 de mayo de 1870, pocos meses antes de uno de los acontecimientos más olvidados pero más importantes de nuestra reciente historia. El asesinato de uno de los mayores estadistas que ha tenido nuestro país, asesinado por esa mano negra que siempre actúa en el poder. Y según la versión oficial, casi siempre mentirosa, fue un simple atentado terrorista y nada más, pero la reciente investigación que hizo del historiador y criminalista Abellán hace poco demuestra más bien que el trabajo que no terminaron los sicarios, en la calle del turco de Madrid, lo remataron los propios amigos y compañeros de gobierno de Prim en su propia casa y en su propio lecho, donde fue apuñalado por la espalda y estrangulado a lazo, en un clarísimo asesinato ritual masónico.

Y así fue cómo se cargaron al primer gran Presidente de esta tanda de magnicidios que se cebaron, curiosamente, en los mejores políticos que hemos tenido en siglos XIX y XX. Cánovas y Canalejas serían abatidos un poco después, todos ellos relacionados directamente con la última defensa del Imperio. Y quedó detrás toda la basura de vendepatrias que regalaron todo el territorio español que asomaba de la Península, salvo las Islas que todavía conservamos, aunque me temo que no por mucho tiempo, en el caso de Canarias. Un territorio tan español como lo sigue siendo Cuba o Puerto Rico y como lo fue en su día Filipinas, antes de que los yanquis llevaran a cabo uno de los genocidios más desconocidos de la Historia. Con políticos así, no hace falta tener enemigos, pero la pregunta es: ¿tenemos héroes, para compensar, como el protagonista de Los cuatro naufragios del Capitán?

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