Lorena Mendivil.- Miguel Bernad, abogado y secretario general de Manos Limpias, no ha cejado todos estos años en su empeño de acoso y derribo contra los autores de los casos de corrupción más sonoros del panorama nacional. Su mayor éxito fue lograr sentar en el banquillo a la infanta Cristina por el “caso Nóos”, haciendo frente a todas las presiones imaginables. Fue sin embargo un éxito que terminaría pagando caro. Miguel Bernad ha bailado desde entonces sobre el filo de una navaja, haciendo frente a una dura campaña de ataques personales que desembocó en su detención y entrada en prisión, en abril de 2016, por presuntas extorsión y amenazas. Él se considera víctima de una operación, sin fundamento penal alguno, destinada a blindar a los corruptos de esa otra forma de perseguir la Justicia y que emana del sentimiento más cabal y profundo del corazón humano. En una vida en la que siempre pretendió servir de ejemplo, la cárcel ha sido para Miguel Bernad el trampolín que le ha catapultado a lo más alto de su lucha por los nobles ideales que siempre ha defendido. La vida, ese dulce plato para sabuesos, terminará dando a probar el amargo reverso de la fortuna a los que se conjuraron en su contra y pretendieron su asesinato social. No lo han conseguido. Miguel Bernad vuelve con más fe y fuerza que nunca. Hemos conversado con él.

-¿Cómo valora su detención e ingreso en prisión?

Como una detención ilegal, y además, en el caso del ingreso en prisión, como una auténtica canallada. Ambos hechos, detención e ingreso en prisión en mi persona, me han convertido en el primer preso político del régimen del 78.

-¿Qué motivos objetivos había para detenerle y meterle en prisión?

Motivos objetivos, ninguno. Solo motivos políticos. La “Operación Nelson” por la que se me detiene e ingresa en prisión tenía un doble objetivo: evitar que la Infanta se sentara en el banquillo, y exterminar al sindicato que estaba denunciando los casos de corrupción del sistema.

-¿Cree que en España hay una policía política?

Por supuesto que sí. “Las cloacas del Estado” tienen nombre y apellidos. En mi caso se han utilizado las instituciones del Estado para aniquilarme con argumentos falaces propios de estados dictatoriales.

-¿Cuáles son los casos más importantes en los que Manos Limpias ha intervenido?

La lista sería interminables. Manos Limpias ha intervenido en la amnistía fiscal del año 1997; la Expo de Sevilla del 92; el caso Atutx”, el caso Prestige, Garzón, Miguel Blesa, la trama del Instituto Noos, el referéndum catalán; el caso Pujol Ferrusola; el caso Madrid Arena; el accidente de Santiago de Compostela; los Eres de Andalucía, el latrocinio de los “cursos de formación”, Fabián Picardo, la aplicación del artículo 155 de la Constitución a la Generalidad catalana…
Hemos actuado también en otros casos como el cerco al Parlamento español, los ultrajes a los símbolos nacionales, junto a decenas de actuaciones contra el separatismo catalán.

-¿Cómo etiquetaría a la justicia española?

Pienso que tiene 200 varas de medir diferentes. De entrada, se encuentra totalmente politizada, tanto por parte de los jueces como de los fiscales.

No aporto nada nuevo si diho que es excesivamente lenta, y por lo tanto no garantiza la tutela judicial efectiva, salvo para los asuntos “recomendados”, en cuyo caso es de una celeridad pasmosa.

Y por desgracia tenemos un Ministerio Público que actúa sectariamente, según los dictados de sus superiores jerárquicos, y que mira para uno u otro lado, según convenga al partido en el poder.

-¿Qué opina de la acción popular?

Que se utiliza de forma espuria por los partidos políticos, para atacar a sus adversarios ideológicos.

-¿Rectificaría algo de lo realizado al frente de Manos Limpias?

Lo mejor que puedo decir es que Manos Limpias ha sido el referente de una acción popular limpia y transparente, imparcial, objetiva e independiente. Tal vez la única…

-¿Quiere añadir algo?

Sí, reitero que soy un preso político en un sistema que se define de derechos y libertades. Que las acusaciones que se me imputan quedarán desmentidas a lo largo del proceso penal y que tengo ya preparada la denuncia del Reino de España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por haberse conculcado todos mis derechos constitucionales.