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Los servicios de información alertan de la posibilidad “alta” de atentados contra mercados navideños

Redacción

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Cientos de personas en un mercadillo navideño de Frankfurt, con un gran árbol de Navidad iluminado.
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Los servicios de información internacionales han lanzado una alerta ante la posibilidad, de que grupos yihadistas traten de atentar contra algunos de los mercados navideños que se montan en distintas ciudades europeas en estas fechas.

Según cuenta La Razín citando fuentes antiterroristas, no se trata de una alarma más, sino que está basada en análisis y datos objetivos que indican que Daesh (o Al Qaeda, que lleva mucho tiempo planificando una gran acción criminal) cometan uno o más atentados contra dichos mercados, a los que suelen acudir miles de ciudadanos para realizar sus compras.

El hecho de que los yihadistas escojan los mercados navideños tiene el doble objetivo de atacar los valores de la religión cristiana y, de paso, los intereses generales de occidente.

Tras el reciente atentado de Londres, Daesh dijo que había que enmarcarlo en las acciones contra los países que habían formado parte de la Coalición Internacional que derrotó a la banda yihadista en la guerra territorial de Siria e Irak.

Los expertos consultados por este periódico indican que mientras Al Qaeda planifica metódicamente sus acciones criminales de envergadura; Daesh confía más en la capacidad de autogestión, tanto de sus células, como de los actores (lobos) solitarios, a los que se imparten unas consignas generales en función de las que operan.

Tras recibir los datos que indican la posibilidad “alta” de que se intenten atentados contra los mercados navideños, las Fuerzas de Seguridad de los distintos países europeos han puesto en marcha una serie de medidas para evitarlos. Se han reforzado los servicios de información para que estén atentos a cualquier movimiento extraño yactiven sus “antenas” en los lugares de residencia o procedencia de los terroristas.

En el plano físico, los mercadillos van a estar “blindados” para que ningún vehículo pueda acceder a los recintos y atropellar a los viandantes. Existen otras medidas, pero no se hacen públicas por razones operativas y para que no puedan ser conocidas por los yihadistas.

Aunque en España no tenemos ese problema, al existir pocos “retornados” de la guerra de Siria e Irak, en otros países europeos, donde el número es elevado, se ha redoblado la vigilancia sobre estos individuos, con el fin de tenerlos controlados en todo momento. Con lo que ello conlleva de esfuerzos humanos y materiales para poder garantizar la seguridad ciudadana.

La religión cristiana y los fieles que la profesan son objetivos permanentes de Daesh. El pasado 1 de diciembre, al menos 14 personas murieron y varias más resultaron heridas en un ataque contra una iglesia protestante en la región del Este de Burkina Faso. El ataque tuvo lugar por la tarde en Hantoukoura, un pueblo situado en la provincia de Komandjari, cuando hombres armados no identificados irrumpieron y dispararon en una iglesia protestante mientras los fieles se encontraban reunidos durante la misa dominical. Los terroristas asesinaron fríamente a los civiles, incluyendo al pastor de la iglesia. Los niños presentes también fueron acribillados.

En Europa, hay dos precedentes recientes de atentados contra mercados navideños. El año pasado, fue el de la ciudad francesa de Estrasburgo. El 11 de diciembre, un individuo identificado como Cherif Chekatt, de 29 años, de origen argelino y que se había radicalizado en la cárcel, asesinó a cinco personas; dejó heridas a once, cinco de ellas de gravedad. Aunque huyo del lugar en taxi, fue localizado por las Fuerzas de Seguridad, que lo abatieron.

Dos años antes, el escenario fue el mercado navideño de Berlín. El 19 de diciembre, un individuo, a bordo de un camión, protagonizó un atropello masivo; mató a 11 personas y dejó heridas a otras 60. El conductor original del camión fue también asesinado para utilizar su vehículo. El autor del atentado, Anis Amri, un ciudadano tunecino de 24 años, fue abatido en Milán el 23 de diciembre, cuando pretendía ponerse en contacto con una red yihadista que le apoyara en su huida. La acción criminal fue asumida por Daesh, que publicó un vídeo de Amri jurando lealtad a la banda.

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Internacional

La destrucción de la identidad masculina/femenina y… la homosexualidad

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Conflitti&Strategie

Por Gennaro Scala.

 

Son muchas las formas en que el ser humano representa las contradicciones que atraviesan su existencia, una de las principales y más antiguas se ha construido en torno a las diferencias biológicas, ligadas a la reproducción del género, a partir de las cuales se han creado diferencias culturales y morales, centradas en el principio de complementariedad. Debo aclarar de entrada que no me interesan, ni negativa ni positivamente, las preferencias sexuales individuales, que pertenecen a la esfera inviolable de la libertad individual. No niego que una sexualidad «desviada» pueda enriquecer la experiencia humana, pero para que sea «desviada» debe haber identidades masculinas y femeninas, mientras que aquí lo que está en juego es la destrucción total de la identidad, incluso de la homosexual.

Hay una base natural en las diferencias entre hombres y mujeres, y consiste en las conocidas diferencias anatómicas, que originalmente sirvieron para la reproducción. Posteriormente, dado que el ser humano no es sólo un ser biológico, sino también cultural, se han desarrollado diversas superestructuras culturales en torno a la sexualidad, y las «desviaciones» de esta norma, precisamente porque el hombre no es un ser puramente natural, siempre han estado extendidas en todas las sociedades, una excepción tan extendida que a su vez se convierte en la norma. En la Grecia clásica, la homosexualidad era la norma, y ​​se debía al carácter fuertemente masculino de la sociedad griega, con exclusión y degradación de la mujer, de modo que Eros, que involucraba tanto facultades físicas como espirituales, sólo podía surgir entre los hombres.

No veo por qué la cultura gay debería estar exenta de críticas, lo cual sería la forma habitual de discriminación inversa. Lo poco que tiene que ver el «orgullo gay» con la defensa de los derechos de una minoría es evidente en la inversión que se ha producido: ahora es la sexualidad heterosexual la que se burla, y esta burla es la que se escenifica principalmente en los «desfiles» del «orgullo gay»: «Yo antes era heterosexual, pero ahora estoy curado», resumía un cartel. No veo por qué, si no aceptamos el desprecio de los homosexuales, deberíamos aceptar igualmente el desprecio de los heterosexuales.

Hay una diferencia precisa entre ser homosexual y ser maricón, no por casualidad un epíteto frecuentemente usado por los propios homosexuales, y es la diferencia entre quienes viven una sexualidad distinta a la masculina y femenina y entre quienes quieren destruir, diluir y bastardear estas diferencias. Ser gay sin ser “queer” significa vivir tu sexualidad “diferente” sin resentimiento hacia los hombres y mujeres heterosexuales.

La identidad complementaria entre hombre y mujer se ha construido principalmente en torno a los principios de conflicto y relacionalidad: ambos son parte de la existencia humana (tanto masculina como femenina) que está atravesada por esta contradicción, pero mientras el hombre ha desarrollado la vertiente del conflicto, la mujer ha desarrollado la de la relacionalidad (esto no quiere decir que en el hombre la relacionalidad esté ausente y en la mujer el conflicto).

Obviamente no hubo nadie que planeara el «orgullo gay» en la mesa: surgen espontáneamente de la desintegración social de las sociedades ultracapitalistas, de las que tienen todas las características, vulgaridad, vida reducida a espectáculo, narcisismo, ilusión de la libertad ilimitada del individuo ilusoriamente desvinculado de la comunidad, pero como producto espontáneo es alentado y promovido por la administración norteamericana. El «orgullo gay» tiene poco que ver con los derechos de los homosexuales, es una albóndiga envenenada de un imperio en ruinas.

Los eventos del «orgullo gay» promueven la afeminación, que es una degeneración del principio femenino de relacionalidad separado de su conflictualidad complementaria, y como tales son muy bienvenidos por la administración estadounidense ya que facilitan la pasividad y la subordinación, pero también promueven el narcisismo, es decir, la incapacidad de relacionarse.

Éste es el sujeto ideal, ni hombre ni mujer, ni siquiera homosexual, incapaz de luchar por su propia dignidad e incapaz de relacionarse con otros seres humanos, con su atención constantemente fijada en sus propios genitales y orificios diversos.

http://www.conflittiestrategie.it/la-distruzione-dellidentita-maschilefemminile-e-omosessuale-gennaro-scala

Traducción: Carlos X. Blanco

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