GEEL.- La concejala tránsfuga de Ciudadanos en Esplugues (Barcelona), se ha alineado en incontables ocasiones junto a la extrema izquierda, la CUP y otras formaciones separatistas para apoyar leyes como la de memoria histórica y las de genero. También propuso denunciar ante el “Síndic de Greuges” presuntos abusos de poder por parte de policías y guardias civiles y se ha posicionado en contra del embargo de EE.UU al régimen comunista de Cuba.
Sorprende con estos antecedentes que estemos hablando de una de las principales dirigentes de VOX en Cataluña. Se trata de Laura Benito, edil no adscrita de Esplugues, que tardó tres meses, desde que recogió su acta de concejal, en abandonar a sus compañeros de Ciutadans para solicitar su ingreso en VOX.
En menos de 60 días ha logrado llegar hasta la cocina del Comité Ejecutivo Provincial de VOX para organizar el territorio y las listas electorales de la provincia de Barcelona.
No parece que las medidas precautorias tomadas por VOX para blindar al partido de arribistas haya surtido el efecto deseado en el caso de Laura Benito.
En una asamblea celebrada el pasado 23 de febrero, VOX aprobó una reforma de sus estatutos, que obligaba tanto a los candidatos a cargos públicos como orgánicos, a someterse a una cuarentena de nueve meses para poder participar en los procesos de elección y ser elegidos. El propio Santiago Abascal manifestó que lo que se pretendía con esta medida era frenar la llegada «de oportunistas y arribistas a la sala de máquinas para destruir desde dentro, lo que con tanto esfuerzo hemos conseguido». «Una medida disuasoria para todos aquellos que pretendan servirse en lugar de servir a la gestión pública», remachó.
La concejala tránsfuga del Ayuntamiento de Esplugues no ha estado sometida a disciplina alguna de partido, ni obligada a posicionarse en temas de fuerte calado ideológico. Ha estado siempre más cerca de las propuestas de la CUP, ERC y otros grupos independentistas, que con sus excompañeros de Cs, a los que acusó de «sectarios y totalitarios» para justificar su abandono de la formación naranja.
Del posicionamiento ideológico de la tránsfuga, hay ejemplos sin duda reveladores. En un pleno celebrado en diciembre de 2016 votó a favor de una moción de la CUP en la que se instaba al “Síndic de Greuges” a denunciar presuntas situaciones de abuso de poder por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
En diciembre del mismo año, Laura Benito volvía a posicionarse junto a la CUP en contra el embargo comercial al régimen dictatorial castrista por parte de EEUU.
En un pleno en marzo de 2017, ante una declaración institucional con motivo del 8 de marzo, la hoy dirigente de VOX felicitó la alcaldesa y el equipo de gobierno «por el trabajo en la igualdad de género»: «Espero que anualmente podamos ir evaluando los objetivos que se vayan cumpliendo de este plan. Una de las prioridades del plan debe ser la lucha contra la violencia de género. Estoy convencida de que este Ayuntamiento hará todo lo posible para que así sea”, señaló.
En otro pleno en marzo del 2018 se abstuvo en una votación sobre el cambio de seis calles en cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica.
Al igual que ha ocurrido con los seis concejales de Plataforma por Cataluña, Laura Benito busca refugio económico en el único partido que puede garantizarle trepar sin más pertrechos ideológicos que su ambición desmedida, destruyendo si hace falta todo lo que encuentre a su paso para conseguir sus objetivos. Otorgando las máximas cotas de poder a los más mediocres es cómo se destruye un proyecto político.
La formación de Abascal haría bien en ponerles coto. Al mismo tiempo, los afiliados de VOX, deberían estar preocupados de que una persona con semejante perfil acceso a los datos personales de todos los afiliados, en su condición de responsable territorial y electoral de la provincia.
Como decía Groucho Marx: Estos son mis principios. Si no les vale, tengo otros… incluso los de VOX.