Cine y Televisión

Los criminales más sanguinarios llevados a la gran pantalla

Published

on

Johnny Depp, en una de las escenas de 'Desde el infierno (2001), que trata el caso de 'Jack el destripador'.
¡Comparte esta publicación!

El mundo del crimen ha sido uno de los campos estrella a lo largo de la historia de las diferentes modalidades artísticas. Su innegable atractivo para buena parte del público y el morbo que generan los relatos turbios aderezados con los recursos técnicos de los que se disponen en las diferentes superproducciones que se generan año tras año han dado a luz proyectos sublimes en este sentido.

Además de los destacados casos de ficción con múltiples ejemplos del cine de terror, ‘thrillers’ como las películas de la saga del temible Hannibal Lecter y de otras en clave de humor negro como la que protagoniza Christian Bale en American Pshycho, numerosos directores han llevado a la gran pantalla las vidas de asesinos en serie de carne y hueso con resultados dispares, pero dejando para las filmotecas proyectos que sirvieron de ejemplo para que otros cineastas se animaran a introducirse a introducirse en este ámbito. Aquí se detallan tres de los criminales más sanguinarios que ocupan un lugar destacado en la andadura del séptimo arte.

‘Jack El destripador’: también conocido como ‘El asesino de Whitechapel’ o ‘Mandil de cuero’, fue un asesino nunca identificado al que se le atribuyen al menos cinco homicidios en la ciudad de Londres a finales del siglo XIX y cuyo ‘modus operandi’ consistía en cortes en la garganta, mutilaciones en las áreas genital y abdominal, extirpación de órganos y la desfiguración del rostro de las prostitutas. Varias obras han tenido a ‘Jack the Ripper’ (que sigue siendo noticia en la actualidad) en su papel principal, entre las cuales destaca la inmensa ‘Desde el infierno’ (2001), adaptación libre de la aclamada novela de Alan Moore, en la que un inspector de Scotland Yard (Johnny Depp) intenta atrapar al misterioso criminal.

‘El Vampiro de Dusseldorf’: la carrera delictiva de Peter Kürten comenzó cuando, teniendo nueve años, ahogó a dos amigos suyos en el río Rin. Desde entonces, este asesino en serie que asoló la ciudad germana de Dusseldorf entre 1925 y 1930 y que compartía condición con el conde Drácula por beber también la sangre de sus víctimas, fue forjando una personalidad cada vez más oscura y marcada por una familia en la que reinaban los maltratos y las violaciones. El mismo año en el que fue guillotinado (1931), el director austriaco Fritz Lang estrenó ‘M, el vampiro de Düsseldorf’, un film muy bien desarrollado, proyectado en el pasado Festival Aragón Negro y que trata de forma original el caso de este asesino.

Advertisement

‘El Carnicero de Rostov’: Andrei Chikatilo fue ejecutado en 1994 después de asesinar a un total de 52 personas (mujeres y niños) entre 1978 y 1990 en la Unión Soviética. Este criminal despiadado con impotencia sexual y que acuchillaba repetidas veces a sus víctimas hasta llegar al orgasmo, desmembrándolas y practicando el canibalismo, cometió sus delitos en un contexto en el que los esfuerzos de los detectives por capturarlo chocaban con las trabas que los dirigentes políticos ponían tanto en la investigación como en la difusión de la misma con el fin de que no cundiera el pánico entre la población y de que su labor no fuese cuestionada. Una serie de circunstancias que son reflejadas de forma magistral en el largometraje ‘Citizen X’ (1995), de Chris Gerolmo y protagonizada por Donald Sutherland y Stephen Rea.

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil