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Opinión

La lamentable paradoja de Andalucía

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Hay algo dramáticamente llamativo en el último sondeo del CIS de Tezanos y sus mariachis: la mayoría de consultados dice que desea que se produzca un cambio de gobierno en Andalucía y, sin embargo, hay una clara mayoría que asegura votar a quien encarna ese gobierno. O los andaluces somos bipolares o hay algo que no cuadra. O mienten en un extremo o no dicen la verdad en el otro. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, en uno de sus nuevos cambios de método y estrategia, Susana Díaz ganaría las elecciones si se celebrasen ahora. Ahí podemos estar de acuerdo, pero el debate se establece en torno a las diferencias con el resto y en las contradicciones que se establecen con las respuestas a preguntas genéricas: reconoces la falta de convergencia de tu comunidad con las demás, pero no te atreves a descabalgar del poder a quien personifica esa incapacidad.

Algunos escenarios son posibles: gana Susana -lo cual es contemplable- y puede gobernar en solitario, tal y como aventura el CIS, o con el apoyo puntual del podemismo andaluz -que la detesta pero no puede quedar como el cómplice de un gobierno de «los fachas»-; gana a la suma de PP y Ciudadanos y gobierna Susana tragando con una coalición de gobierno con el batiburrillo de extrema izquierda; o se produce una abstención improbable de estos últimos y la Junta pasa a manos de el tándem Moreno-Marín; o estos obtienen una insospechada mayoría absoluta y cambia la historia en la región, cosa que no parece posible ahora mismo, aunque vaya usted a saber lo que esta campaña puede deparar. En cualquier caso, el escenario es inestable (salvo en el último supuesto) y no colabora al buen quehacer de un gobierno que tiene mucho trabajo por delante, entre converger con Europa o -al menos- con la media española.

Andalucía es una tierra envidiable, hermosa, acogedora y deseada por muchos en la que, a pesar de lo anterior, parece imposible despegar. Mas de cien mil millones de euros en fondos europeos han llegado al sur de la península, lo cual hace que la percepción del desarrollo de infraestructuras sea evidente, pero no consigue que en términos relativos converja la comunidad con la media española. No digamos con la media europea. ¿Qué significa ello, que los andaluces somos unos incapaces y unos indolentes echados al sol? No. Ni por asomo. Los andaluces que han salido del territorio a buscarse la vida en las afueras han colaborado con su trabajo a levantar territorios y comunidades enteras: pregunten en Cataluña o en Alemania. Significa que estamos gobernados por políticas y políticos inadecuados, creadores de amplias bolsas de colectivos subvencionados e incapaces de consagrar el territorio como un provechoso escenario de inversión y desarrollo. ¿Saben qué tanto por ciento de inversión extranjera en España captó Andalucía en estos últimos años?: el 1,9% del total nacional. Estamos hablando de la comunidad favorita de los españoles, la que goza de mil quinientos kilómetros de costa, la que es bendecida por el clima, costumbres y carácter, el 18% de la población española… y concentra menos inversión que Asturias y no digamos que Madrid o Cataluña (51 y 18% respectivamente). Hay alguien que está haciendo algo mal, por mucho cariño o dedicación que le ponga al asunto.

Es sorprendente que, después del chorro de datos que evidencia la dificultad de crecimiento de una comunidad donde las crisis son más profundas (22,9% de paro) y la recuperación más lenta y el presupuesto de su gobierno es el segundo en cantidad de las comunidades españolas (35.000 millones de euros), tú le preguntes a la gente quién quieres que le gobierne y mayoritariamente te diga que los mismos. O La misma. O los andaluces somos masoquistas, o los de la alternativa son muy malos, o no tenemos remedio.

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Opinión

Ayuso, personificación del despropósito

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El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el vocablo de despropósito como “Dicho o hecho fuera de razón, de sentido o de conveniencia”.

Por tu incontinencia verbal que solo pretende que permanezcas continuamente en los medios de comunicación, en tus declaraciones el 24/03/2023 a Carlos Alsina en su programa Más de uno de Onda Cero, has dado buena prueba de ello diciendo que “no lograr la mayoría absoluta sería una decepción personal” dando un duro repaso a VOX “En determinados temas Vox es la anti política (…) no van al fondo de los temas, no profundizan, no los trabajan y van siempre de polémica en polémica”.

Con estas manifestaciones demuestras la soberbia crónica que os aqueja a los dirigentes del PP, al tiempo que ofendes gratuitamente a VOX, del que necesitarás apoyo para seguir al frente de la Comunidad de Madrid, engañando al electorado cuando, dirigiéndote a Rocío Monasterio, portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, le has dicho “A partir de hoy, es bueno que cada uno siga su camino”.

A ti te importa un comino que la futura aritmética parlamentaria no satisfaga tu soberbia: un embuste más al electorado tiene la culpa.

No has desaprovechado la ocasión para la autoalabanza manifestando tener “mucha ilusión en que todo lo que se está poniendo en marcha en Madrid no se encuentre cada dos por tres con un freno”, en palmaria, gratuita y ofensiva alusión a las últimas disputas que has mantenido recientemente con VOX y a tu constante confrontación con el gobierno central haciéndole sombra a Feijóo que no se entera de nada.

Para colmo de incongruencias, te has jactado de tu ruptura con VOX y de la abstención del PP en la moción de censura  al gobierno. ¿Es así como piensas conseguir el apoyo de VOX para continuar al frente de la Comunidad de Madrid? ¡Dios no lo quiera! Espero que VOX no se preste a tamaña memez.

Igualmente has dicho que “sería nefasto” que el PP y VOX formen un Gobierno de coalición en la Comunidad de Madrid tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo.

En evidente concordancia con tu ateísmo, y sin que hayas agradecido al Papa la entrevista que os concedió a ti, a la exdelegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González Fernández con la que mantienes una indiscutible relación ideológica, y a Martínez-Almeida, todavía alcalde de Madrid, has criticado al Santo Padre sorprendiéndote de que “un católico que habla español hable así de nuestro legado”.

Si te comportas igual con cualquier dirigente político extranjero nos metes de hoz y coz en un grave conflicto diplomático internacional.

Culminas este ranking de despropósitos uniéndote a la izquierda para tumbar 44 iniciativas, 35 de ellas en Pleno y el resto en comisión, presentadas por VOX en la Asamblea de Madrid, entre ellas dos proposiciones no de ley para suprimir subvenciones de sindicatos y de la patronal y dirigir esos fondos públicos a becas de los comedores escolares y evitar que los hombres trans puedan competir en categorías deportivas femeninas.

Es escandaloso y perseguible de oficio que cobijes en tu gobierno de la Comunidad de Madrid y premies con altos cargos y suculentos sueldos a Concepción Dancausa Treviño, actual Consejera de Familia, Juventud y Política Social, y a Luis Martínez-Sicluna Sepúlveda, actual Viceconsejero de Familia, Juventud y Política Social que, en sus anteriores cargos de Delegada y Subdelegado del Gobierno en Madrid, quebrantaron reiteradamente la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión consagrado en nuestra Carta Magna, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública, a pesar de mis numerosas solicitudes contrarias al efecto.

Solicito a los militantes, simpatizantes y votantes del Partido Popular que juzguen si los siguientes hechos responden a la definición del primer párrafo y, en caso afirmativo, actúen consecuentemente el próximo 28 de mayo.

Efrén Díaz Casal

Coronel de Infantería (R)

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Opinión

Alberto Núñez “Fiascóo” el autócrata. Por el Coronel Efrén Díaz Casal

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Oye “Fiascóo”:

Desde que el Partido Popular tuvo la desgracia de que okupases el despacho principal de Génova 13, he derrochado ríos de tinta en telemáticas misivas solicitándote que requieras a los militantes del PP que gobiernan ayuntamientos para que acaten la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública.

Hasta la fecha no has tenido la cortesía de contestarme: o careces de esa virtud cívica exclusiva de los bien nacidos, te faltan razones que oponer a las mías o ambas cosas.  En cualquier caso, te devuelvo tu descortesía con mi desprecio, no sin recomendándote que cambies tu ejecutoria puesto que con ella no vas a ninguna parte.

El displicente silencio con el que desde hace prácticamente 1 año me vienes penalizando constituye una ofensa a mi dignidad, pues cuando alguien dirige una correcta misiva a otra persona, el civismo más elemental exige respuesta, máxime si se trata de cumplir una Ley Orgánica como es el caso.

Consiguientemente es una verdad irrefutable que te importa un bledo el cumplimiento de la citada Ley Orgánica 9/1983 por los ayuntamientos regidos por militantes del PP. ¿Es así como piensas llegar a La Moncloa? Como no sea de visita, ya me contarás cómo.

Tu ejecutoria en el caso que nos ocupa constituye una ofensa a mi dignidad a la que, en legítima reciprocidad y si yo me rebajase a tu altura, respondería adecuadamente.

Eres un fiel representante de la enfermiza soberbia que aqueja a los dirigentes del PP; no te preocupes por tener una entrevista conmigo sobre el asunto en cuestión, en la que estoy seguro que podré mirarte fijamente a los ojos sin deslumbrarme.

Después de todo, indiscutiblemente tienes suerte, tú nunca podrás morirte de un derrame cerebral.

Como consecuencia de tu ejecutoria los ayuntamientos gobernados por militantes del PP, entre ellos el de la capital de España, continúan vulnerando la Ley Orgánica 9/1983 con tu tolerante silencio.

Tampoco te has dado por aludido cuando te he comunicado que Isabel Díaz Ayuso premia con altos  cargos y suculentos sueldos a Concepción Dancausa Treviño, Consejera de Familia, Juventud y Política Social, y a Luis Martínez-Sicluna Sepúlveda, Viceconsejero de Familia, Juventud y Política Social que, en sus anteriores  cargos de Delegada y Subdelegado del Gobierno en Madrid, quebrantaron reiteradamente la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión consagrado en nuestra Carta Magna, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública, a pesar de mis numerosos comentarios que le he remitido en contra.

En cuanto a tu comportamiento al respecto con el desgobierno que padecemos deja todo que desear pues después de 1 año de mis reiteradas misivas, has sido incapaz de presentar acción parlamentaria alguna contra el cuestionado Marlaska, más bien al contrario, te has abstenido en la moción de censura contra el desgobierno que sufrimos: eres una oposición cómoda.

Has observado la misma indolente actitud con Isabel Díaz Ayuso, que te está comiendo la merienda, al no indicarle que dirija sus constantes críticas contra Marlaska, todavía ministro del Interior, y contra Mercedes González, ascendida a directora general de la Guardia Civil posiblemente por su contumaz vulneración de la Ley Orgánica 9/1983, al igual que tú y con la que no tiene empacho en hacer turismo en el Vaticano para ver al Papa con quien ninguna tiene nada en común y solo pretenden publicidad, en tanto que Almeida, todavía alcalde de Madrid, iba de palmero.

Confío que los militantes, simpatizantes y votantes del PP en posesión de la facultad de pensar, tengan el civismo de defender el ordenamiento jurídico de nuestro Estado de Derecho en general y la Ley Orgánica 9/1983 en particular, retirando el apoyo a la ciega autocracia que estos hechos representan.

Efrén Díaz Casal

Coronel de Infantería (R)

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Opinión

El CIS dice la verdad

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Jorge Vilches.

«Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones»

Imagínelo por un segundo. Piense que Tezanos no fantasea, que no es la obediente voz de su amo, y que los españoles engordan a Frankenstein en las urnas. Retenga en su mente por un momento la imagen: Sánchez sale en Ferraz en diciembre de 2023 anunciando que ha ganado las elecciones. Los feligreses sanchistas, apostados desde horas antes en la calle, corean que quieren un gobierno de coalición con Podemos -o lo que surja-, Rufián y Otegi. 

En las sedes de ERC y Bildu se descorcha cualquier botella, aunque esta vez no será para hacer un cóctel molotov. Ha ganado Sánchez, su candidato. Es el momento de avanzar en la ruptura del orden constitucional como paso previo a la independencia de los territorios. Sus regiones son naciones, y toda nación tiene el derecho a decidir. Otegi toma la delantera y sale en público acompañado del habitual coro de la herriko taberna. Ropa de Alcampo, barbas descuidadas y flequillos a media frente. «Vamos a aprovechar la ocasión. Se lo debemos a los compañeros que lucharon contra el franquismo hasta 1983», dice el viejo dirigente de ETA ante las cámaras de RTVE. 

Rufián apura el vaso de plástico, consigue abotonarse la americana y sale en rueda de prensa. «Este Gobierno depende de nosotros, y se hará lo que digamos», piensa en voz alta el independentista. Lo hace sin rubor porque es consciente de que tiene bula para el insulto y la arrogancia. Es más; sabe que Sánchez no se atreverá a discutir en público nada de lo que diga. Mientras Rufián habla, gente con banderas indepes llenan las calles del centro de Barcelona. Se abrazan y dan vivas. Al grito de «¡Ahora solo son desórdenes públicos y no golpe de Estado!» hay algún conato de tomar alguna institución, pero lo procrastinan por pereza.

En Madrid, Podemos, o el branding que se les ocurra cuando se junten o no con Yolanda Díaz, ha montado una carpa en el centro. Se oye música para el empoderamiento femenino. No faltan los sones indígenas, la batucada y las niñas del coro de Ángela Rodríguez Pam, que han montado un grupo de pop suave. Tras la pelea entre Belarra, Montero y Díaz para decidir quién habla, vence la ministra de Igualdad. «Si esta no es la victoria de las mujeres, no es de nadie», dice la vecina de Galapagar. «¿Qué es una mujer, ministra?», susurra vengativa Díaz. Irene sale cabreada al escenario, como siempre, dispuesta a meterse con la otra parte de España. «No lo han conseguido. No pasarán. Vamos a seguir», amenaza con el puñito en alto. 

«El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados»

En otro punto de la ciudad, en la calle Génova, todo es sombrío en esa noche electoral. El PP de Feijóo ha perdido aunque ha subido un 8% su voto. A duras penas llega a los 105 diputados. El despacho del presidente empieza a vaciarse, y los afiliados populares vuelven a sus casas con la bandera al hombro. Comienzan a oírse voces para cesar a Feijóo y sustituirlo por alguien que haya triunfado en las autonómicas de mayo de 2023. «El partido necesita un revulsivo», dice uno en plan futbolístico. «España lo demanda», apunta otro. «¡Sangre nueva!», afirma alguien como si fuera una carrera de caballos. «En Alemania harían una gran coalición», apunta esperanzado el que todavía no ha pagado la hipoteca. «Tendríamos que haber sido más duros, y no tragar con la ideología de género, el rollo ecologista y demás mierda», suelta otro a quien su compañero le recuerda que Vox no ha tenido mejor suerte.

Porque el partido de Santiago Abascal ha perdido cinco puntos, y con eso llega a los 30 escaños. Ese número no da ni para sumar con la derecha «cobarde». Cuántos jarros de agua fría, y cuánta gente hay que echar. Sí, sobre todo a esa que se acercó al calor del cargo y el sueldo, a esos patriotas de última hora que se apuntaron con el lema de «#SoloquedaVox». Ya pasó en Ciudadanos y fue muy triste. «España no ha entendido nada», dice un antiguo falangista. Otro habla de la manipulación de la prensa, que «siempre intoxica». «Ya os dije que lo de Tamames era una gilipollez», suelta un oportuno. Abascal toma unos papeles y se prepara para dar la cara. «¿Quién sale con Santi?», pregunta un asesor. 

En el fragor de la noche aparece Sánchez. Oh, es él. El vencedor. En verdad no nos merecemos a su augusta persona. Cree que en su mano está todo el poder. Pasará a la historia. Justo lo que él quería. Que le den a la Unión Europea y a la ONU. Ya no necesita un cargo internacional en enero de 2024. Puede seguir en Moncloa. El Falcon calienta motores. Sube las manos como el Papa y consigue que el público congregado en Ferraz guarde silencio. Todavía se oye algún grito contra el PP y Vox. Están ebrios de victoria. Ningún escándalo de corrupción ha podido con ellos. Ni los ERE de Andalucía ni Tito Berni, o la ley del sólo sí es sí. Tampoco ha erosionado al partido su cesión a los nacionalistas. Ni la negligencia durante la pandemia, que se llevó a 150.000 personas. Ni la voracidad impositiva, la inflación y la carestía de la vida. Menos aún el deterioro de la democracia liberal. «¿De qué sirve el sistema democrático cuando gobernamos nosotros? Pues eso», piensan. 

Sánchez está feliz. Por fin tiene un baño de masas. Nadie dice ahora «Que te vote Txapote». Su Sanchidad se retrasa un poco para tomar la palabra. Le acompaña Begoña. No hace falta nadie más. El rey y la reina. Anuncia allí mismo que va a gobernar con el apoyo de los grupos «progresistas». España es suya. Su Estado, también. Gobernará por decreto, como siempre, hasta 2027. Ya lo dijo Tezanos. 

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Opinión

Feministas, la ruina de nuestra sociedad

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Por Allison Santa Rita.

Nuestra sociedad actual está obsesionada con impulsar meses o días nacionales como el Mes Nacional de la Historia de la Mujer. Estoy segura de que podríamos entrar en los tecnicismos del motivo del Mes Nacional de la Historia de la Mujer pero, sinceramente, no me importan.

Los hombres no tienen un mes dedicado a ellos, entonces, ¿por qué deberían tenerlo las mujeres? Sinceramente, creo que el feminismo moderno ha arruinado a Estados Unidos y ha hecho que la vida de las mujeres sea más difícil de lo que nunca debió ser. Si bien aprecio la oportunidad de ganar dinero para mí mientras no estoy casada, no anhelo el día en que deba seguir trabajando una vez que lo esté. No estoy agradecida a las mujeres en la historia por hacer eso posible. En cambio, desearía que todavía fuera el momento en que la gente se casaba más joven y las mujeres trabajaban en el hogar y criaban a los niños. Entiendo que el tiempo ha pasado, y bromas aparte, estoy agradecida de que las mujeres puedan trabajar fuera del hogar si así lo desean. Todo lo que digo es que las mujeres en la historia y en el mundo de hoy han llevado los esfuerzos por la igualdad de derechos demasiado lejos.

Si las mujeres quieren ser iguales a los hombres, bien. Deben inscribirse en el borrador. No tienen permiso de maternidad. Se espera que trabajen de manera enfermiza y no prioricen a su familia. Y lo más apropiado es que no tienen un mes dedicado a destacar a personas importantes de su género específico.

Mes de la historia de la mujer

Durante el Mes Nacional de la Historia de la Mujer, las personas destacan muchos esfuerzos monumentales que empujaron a las mujeres a la sociedad en la que vivimos actualmente. Me encanta que las mujeres puedan participar en atletismo, tener un trabajo si así lo desean e incluso conducir. Pero, en el esfuerzo de las mujeres por ser iguales a los hombres, continuamente han menospreciado a los hombres y han actuado como si los hombres fueran menos que las mujeres. Mientras trataban de ser iguales, dividieron nuestros géneros. Empujaron a las mujeres al frente de nuestra sociedad y reprimieron a los hombres convirtiéndolos en débiles niños beta que ceden a lo que la sociedad dice que deben ser. Dedicamos un mes entero a empoderar a las mujeres de la historia, algunas de las cuales hicieron grandes cosas. Si vamos a tener un mes dedicado a las mujeres, entonces debemos tener lo mismo para los hombres. Estoy harta y cansada de escuchar a las mujeres decir que quieren ser iguales a los hombres, pero no están dispuestas a darles a los hombres los mismos derechos que ellas tienen.

Las mujeres pueden optar por abortar, los hombres no. Las mujeres pueden elegir carreras como niñera  sin que la gente cuestione sus motivos, los hombres a menudo están mal vistos o incluso se les insinúa que son asquerosos. Las mujeres pueden optar por quedarse en casa si lo desean, pero si un hombre tomó esa decisión, la gente a menudo los llama flojos y vagos por no mantener a su familia.

Entonces, bien, si queremos darles a las mujeres los mismos derechos que a los hombres, entonces debemos darles a los hombres los mismos derechos que a las mujeres. Debemos hacerlo sin juzgar, sin odio, sin preguntas ni nada que pueda hacer que los hombres se sientan menos por sus elecciones. Dado que así es como las mujeres quieren ser tratadas cuando pueden elegir, así es como deben ser tratados los hombres.

El feminismo moderno ha arruinado verdaderamente lo que significa ser mujer. Deberíamos celebrar a las mujeres que se quedaron en casa para criar a sus hijos y atender su hogar.

Deberíamos celebrar a las mujeres que alentaron a los hombres y al mismo tiempo defendieron sus derechos como mujeres. En última instancia, deberíamos tener un mes dedicado a celebrar a los hombres. Si las mujeres no pueden ponerse de acuerdo en dedicar un mes a todos los hombres increíbles de nuestra historia, entonces debemos deshacernos del Mes de la Historia de la Mujer. Si las mujeres quieren igualdad, entonces deben proporcionarla para ambos géneros, no solo para ellas.

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