Jorge Mario Bergoglio eligió un día muy especial para visitar Sicilia: este sábado se cumplían 25 años del asesinato a manos de la Mafia del sacerdote Pino Puglisi, a quien los capos no perdonaron que se atreviera a ofrecer una alternativa de vida a los jóvenes que trataba de captar el crimen organizado. La Iglesia católica considera un mártir a Puglisi, cuya beatificación fue aprobada por Benedicto XVI en 2012 y celebrada en Palermo en mayo de 2013. En la capital siciliana, Francisco celebró por la mañana una multitudinaria misa en la que advirtió que la vida «se da, no se quita», y dejó un contundente mensaje a los miembros de los distintos clanes de la Cosa Nostra.
«No puede creerse en Dios y ser mafioso. Quien es mafioso no vive como un cristiano porque insulta con la vida el nombre de Dios amor. Hoy necesitamos hombres y mujeres de amor, no hombres y mujeres de honor», comentó el Papa durante su homilía en la Eucaristía que presidió en el recinto del Foro Itálico ante más de 100.000 fieles. Su mensaje de ayer, como otros anteriores en la misma línea, trataba de romper la naturalidad con la que muchos miembros del crimen organizado combinan la fe católica con los asesinatos, abusos y extorsiones. Aún hoy sigue siendo habitual que la Policía encuentre Biblias y otros textos religiosos en los escondites de los mafiosos.
«Pido que estén alertas para que la religiosidad popular no sea instrumentalizada por la presencia mafiosa», pidió el Papa a los representantes del clero con los que mantuvo un largo encuentro en la catedral de Palermo. «Cuando la Madona se detiene y se inclina delante de la casa de un jefe de la mafia -como ocurre en algunas procesiones en el sur del país-, eso no está bien».
Tras la misa, Francisco se desplazó hasta la vivienda y la parroquia del asesinado Puglisi, situada en un popular barrio palermitano de Brancaccio. Uno de los ejecutores del delito, que luego se arrepintió y pasó a colaborar con la Justicia, contó que cuando fueron a matar al sacerdote en el día que precisamente cumplía 56 años, les dijo: «Me lo esperaba». De Puglisi destacó el Papa que sabía que «corría riesgos, pero sobre todo sabía que el verdadero peligro en la vida es no correrlos» y contentarse con «comodidades, trucos y atajos». «Si la letanía mafiosa es «tú no sabes quién soy yo», la cristiana es «yo tengo necesidad de ti» y si la amenaza mafiosa es «me las pagarás», la plegaria cristiana es «señor, ayúdame a amar»», señaló.
El viaje de Bergoglio a la mayor isla del Mediterráneo comenzó en la localidad de Piazza Armerina, donde subrayó la importancia de que la Iglesia esté siempre cerca de los últimos, de los más desfavorecidos. En un encuentro con los fieles, habló de las «llagas que afligen» a la tierra siciliana, entre las que citó el subdesarrollo social y cultural, la explotación de los trabajadores, la emigración, la usura, el alcoholismo y las drogas.
«Considerar las llagas de la sociedad y de la Iglesia no es una acción denigrante ni pesimista. Si queremos dar concreción a nuestra fe debemos aprender a reconocer en estos sufrimientos humanos las mismos llagas del Señor», dijo el Papa, animando de esta manera a los católicos a que se comprometan con el prójimo. Tras su visita a Piazza Armerina, Francisco se desplazó en helicóptero a Palermo, donde almorzó con detenidos e inmigrantes en un centro de la Iglesia local dedicado a la atención a marginados.
Una asociación benéfica completamente independiente
Se trata de una asociación benéfica completamente independiente de Administraciones Públicas y otros organismos. Solo se tienen a sí mismos y por eso no funcionan bien, a base de las distintas ayudas que les proporcionen la gente. El objetivo es claro: ocuparse de los niños que deambulan por las calles de la ciudad senegalesa de Louga. Unas criaturas que han sido abandonadas por sus familias y se pasan el día en la calle, o se pasaban, antes de que Marian y sus colaboradores se ocupasen de ellos.
Lo peor tal vez sean sus llagas en los pies de los niños
Nos pueden llamar la atención muchas cosas de estos niños y su situación. En primer lugar, el hecho de que se puedan tumbar a dormir en cualquier sitio a la sombra, sin preocuparse demasiado de que haya huellas de ruedas en el suelo a su alrededor. Que vistan con auténticos harapos, de los cuales les cuesta desprenderse, incluso cuando les regalas ropa nueva. Ropa que en muchos casos es donada por la gente, en buen estado y sobre todo si tenemos en cuenta lo que visten estas pobres criaturas. Y lo peor tal vez sean sus llagas en los pies de los niños. Y estamos hablando de niños muy pequeños, a los que se da de desayunar en este centro, se les cura de sus heridas y se les intenta enseñar un oficio para que puedan ganarse la vida en un futuro próximo.
En África es muy fácil ayudar
En África es muy fácil ayudar, nos dice Marian, dado que las necesidades son enormes y un poco de nuestra colaboración se nota allí muchísimo. Sin embargo, a veces hay barreras culturales y de otros tipos, y uno de los principales problemas es que no es fácil que se dejen enseñar. Pero aquí no se trata de que los niños vengan a mesa puesta y ya está. Es importante pensar en el mañana próximo. En que ellos mismos se puedan ganar la vida y no necesiten de nadie más.
Hasta que llegó la Asociación de Amigos de Louga, el único refugio para los niños sin hogar era la escuela coránica, pero el maestro de allí se limita a darles cobijo y unas latas para que puedan mendigar por la calle y recaudar para este alojamiento.
Dar dinero por la calle no es la manera de ayudar
Cada vez menos gente les da dinero a estos niños, porque se dan cuenta de que no es esa la manera de ayudar. Nunca es la manera de ayudar, como bien nos recuerda Marian.
Si quieres ayudar a alguien, como se suele decir, no le des un pez, sino una caña de pescar. y ponemos el ejemplo de estos niños a los que ayudamos. Lo más fácil, entre comillas, es servirles cada mañana el desayuno por allí un rato, fuera de los peligros y los problemas de la calle. Pero otra cosa muy distinta es hacer unos talleres para que aprendan un oficio mucho más de su tiempo pasado aquí. Y otro problema es la mentalidad que tienen en África a la hora de cuidar las cosas: no le dan tanta importancia al mantenimiento y tienden un poquito al destrozo.
Sobre la financiación de la Asociación Amigos de Louga, Marian nos cuenta que se deben 100% a los donativos y al Mercado Solidario que suelen organizar en Reinosa.
La mentalidad que hay en Senegal con respecto a los niños y las mujeres
Incluso los que vienen de ayudantes para colaborar se pagan ellos todo el viaje y la estancia. No se puede hacer de otra manera. Los fondos que recaudamos y los recursos son para el tema de los niños 100%.
Con respecto a la mentalidad que hay en Senegal con respecto a los niños y las mujeres, nos cuenta Marian, el panorama es muy diferente al que a veces se nos vende desde los medios. También hay que recalcar que es un país que no tiene guerras ahora mismo, aunque sí una alta tasa de corrupción, con todos los ex presidentes en la cárcel.
La homosexualidad está penada en Senegal
Senegal es un país muy tradicional. En todos los efectos están como España en los años 60. El núcleo del país es la familia, a la cual se dedican 100% desde que se casan. Las mujeres gozan de bastante protección, es una sociedad matriarcal.
En este sentido, puede sorprender que no haya niñas deambulando por la calle, sino sólo varoncitos. Y no hay tanto tema de abuso sexual a los menores o yo por lo menos no lo he visto. Sí hay prostitución en forma de mujeres muy jóvenes que acompañan a turistas extranjeros mayores. Eso sí. Por otro lado, la homosexualidad está penada en Senegal, por lo que no verás parejas de este tipo en ninguna parte.