Opinión

“El innoble arte de la delincuencia” por Fátima Pellico

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De unos años a esta parte se ha normalizado de manera alarmante en España el tratar la delincuencia y a los delincuentes como a un colectivo en riesgo de exclusión cuyos derechos deben ser salvaguardados como sea y contra quien sea, aunque se haga atentando contra las personas de bien y sus derechos.

Si alguien que no pertenece a tu casa, ni tiene relación contigo, ni lo conoce nadie de tu entorno y no se le ha perdido nada dentro de tu hogar, entra, no puedes hacer nada por defenderte, si quieres seguir estrictamente los dictámenes de Papá Estado Democrático, claro.

Lo suyo sería poder hacerle un cuestionario previo para ver sus intenciones, si se diera la casualidad de que al intentar entrar el amigo de lo ajeno en tu casa estás dentro, más que nada para poder responder de manera proporcional.

Más fácil: entra a robar o con intención de matar, entra en sus planes violar o torturar a alguien, etc… Es decir, que el dueño de la casa pudiera sopesar la situación para no actuar de manera desproporcionada cuando está ante un ladrón o un asesino o un violador o las tres cosas a la vez. Lo que vendría siendo un “tres en uno”.

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Pero como eso es imposible pues nos encontramos con dos situaciones, que son o que entran en tu casa y la okupan, con lo que te puedes despedir de ella durante años, tal como la conociste, o que entran con malas intenciones y si te defiendes acabas en el trullo y, en el peor de los casos, teniendo que indemnizar a la familia del delincuente.

Evidentemente ante la necesidad de recuperar tu casa si te la okupan surge una empresa como es Desokupa, especializada en lo que su nombre indica.

Los medios y los políticos de la progrhez, que no suelen sufrir el azote de la gentuza, braman y rebuznan llamándoles nazis y todo aquello que se les viene a la mente, ocupada generalmente por el número justo de neuronas para no hacerse las necesidades encima.

Pero ¿nunca se preguntan por qué tiene tanto éxito esa empresa, por qué tiene cada día más trabajo y cada día el pueblo llano los apoya más? ¿No les dan las entendederas para darse cuenta de que cada vez que alguien contrata a Desokupa, cada vez que la gente va a apoyarlos y vitorearlos cuando echan a las ratas de las casas, el pueblo está hablando?

Si hacemos caso del celebérrimo “Vox populi, vox Dei” nos daremos cuenta de que el pueblo, poco a poco, lamentablemente, pero sin pausa, habla y habla cada vez más alto y está harto de estar desprotegido y en el punto de mira de políticos que justifican lo injustificable y que viven de los impuestos de las personas que ven sus derechos mermados de manera sistemática.

Al pueblo estos que detentan el poder (“detentar” literalmente significa “ostentar el poder de maneras poco limpias”) nos están dejando, nos han dejado a los pies de los caballos pero aún quedan personas, colectivos, etc, que no callan y que ante el delito, actúan.

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Desokupa es un soplo de esperanza en una España que es pasto de lo peor de la sociedad, de lo más excremencial, de todos aquellos que sólo buscan seguir en la poltrona y dejar entrar en España lo que ya en sus países son considerados delincuentes (salvo excepciones, claro está). Yo no tengo duda ninguna: si okuparan mi casa echaría mano de Desokupa sin pensármelo dos veces.

Ojalá cuando se vote, cuando se vaya a echar la papeleta en la urna, recordemos todo lo que ocurre a diario ante nuestras narices y cómo cada día nos acercamos más a que nos coloquen una estrella amarilla en un traje gris a rayas los que se erigen en adalides de las libertades y que están defendiendo un sistema político que arrastra más de cien millones de muertos. Sí, señores, sí…Eso y no otra cosa es lo que nos gobierna con el permiso y la aquiescencia de los asnos a los que al grito de “los ricos os roban” votan a Pablos Iglesias y Antonios Sánchez y Yolandas Díaz y Mónicas Garcías y Ritas Maestres y Ximos Puig.

Esos mismos que se manifiestan por la muerte de “Sálvame”, esos…

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